Amor con amor se paga


penoco Se le acusa de ser uno de los grandes culpables del “clima emponzoñado que vive el país”. El acusado se pregunta a menudo “¿por qué me odian tanto?” Le reprochan que no se trata de una víctima ya que es el responsable del “clima de choque político e institucional” que está atravesando la nación. Por todo esto, es el blanco de duras agresiones, lo que agrava y envenena aún más la división política. En Internet celebran las agresiones contra quien, según dicen, se las ha buscado todas y merece aún más. Su principal agresor ha dicho que odia su política y aunque algunos lo acusan de loco, otros dicen que hasta los más desquiciados leen los periódicos y se enteran de las cosas que le hacen hervir la sangre. Estamos hablando del primer ministro Italiano Silvio Berlusconi y el ataque que recibió el domingo en la ciudad de Milán, donde un ingeniero de 42 años con algunos problemas mentales, Massimo Tartagli, lo agredió con una pequeña estatuilla de metal. La estatuilla de Silvio, herido en la cara, ya se vende en comercios napolitanos.

Bajo el penoco – eldia.com.bo