Las flaquezas de los tibios


Quieren entrar al agua y no mojarse o entrar al fuego y no quemarse. Jamás se comprometen a profundidad y siempre están a la expectativa para ver hacia donde lleva la corriente. Cambian de opinión y de actitud bajo el argumento de ser pragmáticos.

En algunas ocasiones pueden salirse de sus esquemas y gritar un poco pero siempre vuelven a su cómoda tibieza a la espera de alguna oportunidad que les libere de la encrucijada. 

Por lo general huyen de las situaciones que impliquen riesgo y consideran que no existen suficientes razones que justifiquen poner en peligro sus preciados bienes o el pellejo mismo. 



image

La lucha de las regiones por las libertades democráticas soporta los embates del autoritarismo gubernamental y sus líderes la persecución de obsecuentes fiscales, pero deben seguir adelante dando el ejemplo a sus pueblos.(Foto archivo La Estrella del Oriente)

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Algún lector perspicaz ya se habrá dado cuenta que esta descripción se acomoda muy bien a la figura de algunos líderes nacionales y regionales (políticos, cívicos, empresarios). Santa Cruz no es la excepción mas bien es la decepción porque los pueblos autonomistas de Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca, esperaban mucho más del liderazgo cruceño y del actual prefecto Rubén Costas. Hasta Cochabamba mientras estuvo de prefecto Reyes Villa estaba en el camino de sumarse al movimiento reivindicativo del oriente.

El CONALDE, que agrupaba a los prefectos de la llamada «medialuna» más Chuquisaca nació con gran fuerza e indiscutible legitimidad y era el contrapeso democrático al autoritarismo del presidente Morales que se hizo patente desde el inicio de su gobierno.

El CONALDE y la oposición parlamentaria debían trabajar en forma coordinada, pero empezaron las pugnas por liderazgos entre los políticos de partidos y los políticos de las prefecturas y comités cívicos y si bien el gobierno hizo bastante para dividir, bloquear y debilitar a sus «enemigos», hay que admitir que los propios opositores socavaron el poder alcanzado por las regiones.

Y aquí no cabe el disimulo, el prefecto Costas es uno de los principales responsables de la agonía del CONALDE, por cuanto era visto como el líder natural de la medialuna por el peso que tiene el departamento de Santa Cruz frente a sus hermanos «menores» de Beni, Pando, Chuquisaca e inclusive Tarija con todo su potencial gasífero. Era el llamado no solo a ser el líder de la medialuna sino el contrapeso al centralismo gubernamental a nivel nacional.

No es posible olvidar que una vez al llamado de Rubén Costas para librar al aeropuerto de Viru Viru de la militarización ordenada por el Ejecutivo acudieron de inmediato más de 50 mil personas y la medida fue levantada.

Aquí no se trata de exaltar la agresividad o los métodos drásticos. De lo que se trata es de destacar que existen personas que tienen firmes sus principios y son capaces de defenderlos a todo trance pero lamentablemente también hay de los otros; de aquellos dispuestos a tranzar en un sentido que se parece mucho a una capitulación poco honrosa o a la deserción.

Y tampoco se trata de lanzar exabruptos para arrugar después. Están en la memoria colectiva aquellas épocas en las que Costas se refería a Evo Morales como el “excelentísimo asesino” o como el “macaco menor” pero no había pasado mucho tiempo para que haga un insólito acto de contrición y comience a referirse a él como “mi presidente”.

¿Qué fue lo que pasó o que ocasionó que Rubén Costas diera un vuelco tan radical en su conducta? ¿o está asustado? Algo muy grave debe haber ocurrido para que el prefecto haya incumplido el propio mandato del cabildo del millón de que se ejecutara de una vez la autonomía y ahora está buscando su reelección a la que tiene derecho pero, dado los antecedentes mencionados, ¿no debiera declinar para dar paso a nuevos líderes?.

Sería lamentable para Santa Cruz y el país que la oposición repita los errores del 6 de diciembre que dieron una amplia ventaja al presidente Morales y sería imperdonable que Costas repita el rol disociador que le tocó desempeñar a Samuel Doria Medina.

Nadie puede asegurar hoy que el prefecto tenga el liderazgo departamental y el nacional ni siquiera intentó tenerlo. Dicen que determinadas circunstancias históricas y aún las mas adversas generan también a personas capaces de asumir un rol protagónico pero, al parecer, ese no es su caso.

Santa Cruz y los departamentos verazmente autonomistas necesitan recuperar la mística, la fuerza y el orgullo; las actitudes timoratas, ambivalentes y egoístas no caben en esta difícil coyuntura en que es indispensable la unidad para enfrentar al «monstruo».

Los candidatos regionales si no asimilan la lección de diciembre repetirán en abril los mismos errores y permitirán que el gobierno lance candidatos encubiertos para dividir, que la autonomía sea desvirtuada y que definitivamente la democracia pluralista se despida de Bolivia.