“Sin Letra Chica” anuncia conclusión de ciclo


Tv especial. ‘El poder no acepta contrapoder, yo no soy opositor, no soy político, no quise hacer política, recién me convidaron a hacer política y decidí no hacer política’, dice Valverde.

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Programa: SIN LETRA CHICA



Canal: CADENA A

Conduce: Carlos Valverde

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SIN LETRA CHICA CIERRA SU CICLO EN “CADENA A”

Comentario Valverde: “Recibimos una premiación por dos prestigiosas empresas que tienen sede en La Paz, nos viene muy bien porque es una nominación a algo que uno no se presenta como bueno o el mejor es un gusto, y si se lo gana ni se diga.

Paradójico, porque nuestro buen momento coincide con una decisión del Canal (Cadena A) que nos la han hecho conocer hoy, nuestro programase termina en este canal el día 31 de enero del año 2010, ya no va más.

Los motivos tienen que ver con una cláusula en el contrato y en el que a mi entender se jugaba demasiado con mi libertad de actuar y mi libertad de hacer el programa, y con mi forma de hacer y presentar el programa.

Entiendo que la gente del canal tiene en este momento ciertos asuntos que hacen que nuestra forma de hacer denuncia, nuestra forma de criticar al Gobierno les puede estar causando algún problema.

Pero quiero agradecer de verdad a las autoridades de este canal que tuvieron la honestidad de decirnos, Carlos, la verdad es esa. Cosas del programa estorban, llaman, nos meten auditorias, nos hacen cosas como ésta, o nos amenazan con auditorias, no tenemos que ocultar, pero hay un montón de cosas más, de negocios, que tiene el canal y no queremos perjudicarla.

No queremos perjudicar. Yo no puedo molestarme con eso, nuestros programas quedan acá, solo se va “Sin Letra Chica”, los entiendo, no pueden arriesgar ni echar por la borda todo lo que tienen simplemente porque hay un programa de televisión que les incomoda.

Yo les agradezco la gentileza que tuvieron de decirlo y lo han planteado. Para mi altamente valorable. Y me quedo sin trabajo. No tengo problema alguno con la gente del Canal. Por más que no me guste la idea y la posibilidad de quedarme sin trabajo, creo que es inteligente la decisión del canal en función a sus propios intereses. No te puedes molestar con quien viene y te dice las cosas de frente. Yo voy a destacar siempre eso, les agradezco, han sido muy gentiles. Mi intención era quedarme por mucho tiempo, no se puede, no importa.

En su momento habíamos planteado cuál iba a ser el futuro del periodismo, de los periodistas y de los que trabajamos en esto cuando el presidente Evo Morales gane, cuando gane por harto, lo hablamos con Tufi Aré.

Siempre he creído en la autoregulación. Hay medios de comunicación que tienen juicios con el Gobierno o que el Gobierno le ha iniciado. En mí concepto algunos de esos juicios son absolutamente descabellados, algunos otros debieran por lo menos ser considerados por tribunales de imprenta, aunque el Gobierno no reconoce tribunales de imprenta. A mí no se me inició nunca una acción judicial por algo que dije. Uno cuando trabaja en esto tiene responsabilidades, yo podré hablar fuerte pero no como dicen, hablo muy fuerte pero no digo algo que no tenga un respaldo, con una suficiente base de credibilidad y que pueda dar lugar además a una investigación. Pero, asumo además en todos los contratos que hago que todo lo que siga, haga muestre o revele es responsabilidad absoluta mía y que no corresponde al medio de comunicación. Yo me juego con la vida y mi responsabilidad, pero no puedo obligar a los medios de comunicación a que se arriesguen por mí.

Lo que yo hago a veces incomoda, a veces molesta, a veces son llamadas de atención, a veces son llamadas de teléfono que dicen, hombre, puta, páralo a este hombre. Esto se dio en todos los lugares donde trabajé. Cuando estuve en ATB también hubo esto.

El poder no acepta contrapoder, yo no soy opositor, no soy político, no quise hacer política, recién me convidaron a hacer política y decidí no hacer política. Yo no hago política, me ofrecieron $us.50.000 para que la difunda la película (“Qué pasó”) en un canal de televisión privado, que ellos lo iban a comprar, les dije que no, porque el objetivo de la película no era político.

Uno puede arriesgarse, pero no le puede exigir a nadie a que se arriesgue en el mismo nivel que uno, y cuando te son francos, sinceros y te dan la cara lo menos que puedes hacer es agradecer”.