Investigación: Los policías detenidos pedían por “su apoyo” a las bandas pequeñas entre 100 y 200 dólares. La FELCC busca a otros dos implicados.
Algunos de los objetos robados por la banda de Suárez, identificados por sus verdaderos propietarios
La Prensa. Entre 500 y 3.000 dólares semanales pagaban los grupos pequeños de delincuentes por el “salvoconducto” que les permitía operar en los sectores controlados por la banda de Ana Suárez y sus lugartenientes. Este pago lo hacían sobre la base de un porcentaje por el botín obtenido, según fuentes policiales.
De acuerdo con declaraciones de integrantes de la banda y otros testigos, cada grupo de delincuentes estaba compuesto de tres a cinco personas. La Policía aún no constató cuántas bandas existen realmente.
Según la Policía, los pagos (en efectivo o en especies) se dirigían a Franklin Chipana Quisbert, quien tenía un galpón en Las Lomas, Tembladerani. Pero Chipana negó la acusación durante su declaración ante el fiscal.
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Los dos sargentos implicados, Pedro Alvizu Burgoa y Mario Romero Ticona, según fuentes policiales, también cobraban por el trabajo de protección que brindaban a la banda de monreros y a otros grupos de asaltantes, a quienes conocían y sabían cómo operaban. Si los ladrones no pagaban, Alvizu y Romero alertaban con llamadas anónimas a Radio Patrullas 110 y a la FELCC. Por la protección cobraban entre 100 y 200 dólares diarios. El monto no fue comprobado por la Fiscalía.
El coronel Alberto Aracena, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, afirmó a La Prensa que Suárez fue capturada por primera vez en 1996. Pero ya delinquía desde 1990 y era conocida en el círculo del hampa paceño. La FELCC informó que busca a otros dos supuestos policías implicados con la banda de Suárez, desarticulada el 20 de diciembre en La Paz. Según la FELCC, son policías. Pero la Fiscalía, que emitió mandamiento de aprehensión contra ellos, cree que son ladrones de uniforme.
Fuentes oficiales de la FELCC aseguraron que los dos buscados son sabedores del modus operandi de la mafia de Suárez, que contaba con protección policial y una red de falsos uniformados para controlar varias zonas de las ciudades de La Paz y El Alto. Entre el sábado 19 y domingo 20 de diciembre, la banda de Suárez dio dos de sus últimos golpes. En esa ocasión, también operaron con protección de los efectivos del “verde olivo”.
Sobre los policías buscados ahora, Aracena dijo que “tal vez sean policías, pero no se los ha identificado”.
El fiscal coordinador de la FELCC, Marco Vidal, explicó a La Prensa que las dos personas para las que emitió mandamiento de apremio no son policías, pero conocían todos y cada uno de los movimientos que realizaba Ana Suárez y otras bandas pequeñas. “No puedo certificar que sean policías. Ellos llamaron por teléfono para declarar y dar mayores detalles”.
Vidal dijo que emitió una citación para la declaración ampliatoria de Suárez y Giovanni Ramos Flores este miércoles. Ramos, otro cabecilla de la banda, decidió cooperar con la Fiscalía.
La Fiscalía emitió nuevas citaciones para Suárez y Giovanni Ramos.
Sólo hay tres grupos identificados
Las bandas de monreros de el “Dogui”, el “Ciruelo” y el “Zeballos” son las únicas identificadas hasta ahora por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz. Desde esta dependencia informaron que en varias oportunidades estos grupos ya fueron desarticulados por la Policía, pero se reorganizan. Guido Payva, alias el “Dogui”, fue capturado por los investigadores de la División Propiedades hace dos semanas. Estuvo recluido en el penal de San Pedro en seis ocasiones por robo agravado. En cambio, el “Zeballos” y el “Ciruelo” (no dieron sus nombres) regían bandas de falsos policías. El mayor Edwin Pérez, jefe de División, explicó a La Prensa que estas organizaciones no cuentan con estructuras firmes y su asociación es esporádica. Dijo que “se organizan, cometen el delito y se desintegran”.
Los policías contratados por Ana alegan inocencia
Antecedentes • La Fiscalía denunció que los acusados tienen seis proceso en la Policía.
PESQUISA• Ésta es Ana, líder de una banda delictiva.
La Razón. Los sargentos de Policía Mario Romero y Pedro Alvizo, acusados de proteger a Ana Suárez, aseguraron ser inocentes y expresaron estar dispuestos a someterse a una investigación. Romero admitió que tenían el número de celular de Ana debido a que la investigaron y detuvieron.
Alvizo señaló que está dispuesto a aceptar la sanción que corresponda, siempre y cuando comprueben su relación con la banda delictiva liderada por Ana. “Si bien tuviera algo que ver en este caso, voy a ser pasible a las sanciones que corresponden”, declaró Alvizo a la red Unitel.
Mientras tanto, Romero relativizó las denuncias en su contra asegurando que están presos por sólo rumores. “Estamos presos por un dice; del dicho al hecho, hay un trecho largo. El número de teléfono (de Ana) lo tenemos porque nosotros mismos el año pasado la metimos presa”, señaló.
Entre el 2003 y el 2009, Romero y Alvizo enfrentaron seis procesos disciplinarios en la Dirección Nacional de Responsabilidad Profesional.
El fiscal coordinador de la fuerza anticrimen, Marcos Vidal, informó de los antecedentes disciplinarios de los policías. Romero y Alvizo fueron acusados y procesados en febrero del 2007 por entablar posibles convenios con delincuentes.