Con el precio del oro llegando a marcas históricas, pobladores de las provincias paceñas de Larecajas y Bautista Saavedra -tradicionalmente productoras del brilloso metal-, han decidido cambiar de rubro y no precisamente se mudarán a los diamantes, el safiro o el platino, sino a la coca, porque lo consideran más seguro y rentable. Las concesiones mineras son objeto de disputas, avasallamientos y la mano del Gobierno, que no favorece la producción, por lo que los antiguos mineros han decidido volverse cocaleros y no les ha ido nada mal. Esta nueva actividad les ofrece más estabilidad, precios envidiables, un mercado seguro, posibilidades de exportación y una protección política que no goza ningún rubro económico en Bolivia. Se han detectado al menos mil hectáreas de coca cultivada en las zonas mencionadas y, según calculan las propias autoridades encargadas del control, la tendencia es hacia el crecimiento. Los flamantes cocaleros “de oro” están pensando incluso formar una nueva federación por si surge algún problema con otros productores.
Bajo el penoco – eldia.com.bo