Emerge otra «narco chola» y es buscada por secuestro

Balacera en Quilacollo puso al descubierto la tensión entre traficantes y «volteadores». Tomasa Callejas Campos es la nueva “narco chola” y ex convicta de la cárcel de San Pablo.

image El automóvil averiado por disparos de la víctima de una banda de narcotraficantes. – Goitia Rodolfo Los Tiempos

Los Tiempos – 14/01/2010



A dos días de la balacera en Quillacollo entre traficantes y “volteadores” (ladrones) de droga continúa secuestrado el ex policía José Freddy Montoya Herrera, presuntamente líder de la banda que le robó al menos 10 kilogramos de cocaína a la red de la nueva “narco chola” y ex convicta de la cárcel de San Pablo identificada como, Tomasa Callejas Campos, revelaron ayer fuentes cercanas a la investigación.

Todas las pistas recopiladas hasta ahora apuntan a que la “narco chola”, que desde 2009 libraría una “guerra de baja intensidad” con los grupos que se dedican a robar droga, fue quien el martes por la tarde irrumpió en la casa del ex policía justo en el momento en que los “volteadores” (al menos tres varones y una mujer) acababan de pesar la droga usurpada.

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Según testigos de la balacera y el ataque a la casa del ex policía fue Tomasa Callejas Campos la que  bajó del vehículo Noah café, entró a recuperar la droga que le habrían robado y sacó un bulto envuelto en aguayo.

Después, otros dos hombres que la acompañaban redujeron a golpes al ex policía dentro de la vivienda y luego lo subieron a la fuerza a la vagoneta tipo “zapatito”, con vidrios oscuros. Dentro la casa la Policía encontró manchas de sangre y el auto del secuestrado con los vidrios destruidos a tiros.

La balacera en Quillacollo desnudó la lucha que libran los traficantes con los denominados “volteadores” y sacó a relucir que detrás de los ladrones de droga están ex policías y probablemente uniformados con experiencia en el combate al narcotráfico. Dentro la casa la Policía encontró una balanza y una cantidad ínfima de droga, pero además indicios de que los “volteadores” utilizaban métodos sofisticados para medir la calidad de la droga, que sólo es de dominio de policías de la lucha antinarcóticos, según las mismas fuentes. 

Tras la balacera y de hallar los indicios de droga dentro la casa la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) detuvo a la esposa del ex policía secuestrado, Esperanza Veliz. La mujer, que relató cómo el grupo de la “narco chola” se llevó a su pareja ahora está acusada de tráfico de sustancias controladas y hoy podría ser encarcelada en el penal de San Sebastián.

“Volteo” figuró como robo

La tensión entre los “volteadores” de droga y la denominada “narco chola” se remontaría hace un año y se hizo evidente el 15 de noviembre de 2009 cuando la sospechosa sentó una denuncia en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Quillacollo, por el robó de 33 mil dólares.

Entonces, la mujer que se presentó como víctima de robo reconoció a dos policías, un ex policía y un civil como los asaltantes, con el argumento que los conoció mientras estuvo detenida por tráfico de drogas en la cárcel de San Pablo de Quillacollo hasta 2007, aproximadamente.  Su denuncia derivó el año pasado en la detención de un policía (Javier Soliz) y un civil. Ambos al verse acorralados desvirtuaron la denuncia del robo de 33 mil dólares y dijeron que lo que hubo fue un “volteo” de droga. Todo empezó cuando la banda interceptó a la denunciante en la entrada a Malkorrancho y la obligaron a subir a una vagoneta hasta llevarla al calvario, donde la golpearon junto con su esposo. Según las primeras investigaciones de este caso la hipótesis de un “volteo” está presente. Sin embargo, uno de los implicados en la banda y sobre quien pesan tres  denuncias, Gerardo Flores, un policía dado de baja a fines de 2009, después de que surgió la denuncia.