Estado Plurinacional: La construcción de la historia como una sucesión de negaciones

Radio especial. ‘Podemos criticar el proceso de independencia, pero cómo vamos a olvidar 16 años de guerra sangrienta con héroes indígenas, mestizos y blancos que dieron su vida para que Bolivia fuera independiente’, apunta ex presidente Mesa.

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Radio: ERBOL

Entrevistado: Carlos Mesa (ex presidente de Bolivia)

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Pregunta.- ¿Qué es el Estado Plurinacional?, ¿puede entenderse como el fin del Estado-Nación que nació en 1952 y que ha constituido un determinado modo de producción y que el Estado Plurinacional al menos en teoría política tendría que ser la negación del Estado excluyente, será así?

Mesa: No concibo la construcción de la historia como una sucesión de negaciones sino, por el contrario, como una suma de afirmaciones, no es posible entender el Estado Plurinacional de hoy sin entender el de la Revolución y así anteriormente tuvimos ejemplos muy explícitos, gobiernos como el de Sucre, de Santa Cruz o Belzu que marcaron avances muy importantes en la construcción de un Estado tal como hoy lo tenemos.

El Estado Plurinacional es el producto histórico de una revolución de un proceso como el de la Participación Popular, como el de la nueva Ley INRA, que permitió la inclusión progresivamente. Sería un error que aquí se produjo automáticamente una línea de inclusión frente a una línea de exclusión anterior al 2006.

Está absolutamente claro que el presidente Evo Morales es un hijo directo de la Revolución del 52, es decir que Morales, su Gobierno, la Constitución no se explican sin el proceso revolucionario.

Pregunta.- ¿Se puede comprender ahora el nacimiento del Estado Plurinacional como un salto cualitativo en función de construir una sociedad sin hegemonías sociales?

Mesa: Desde un punto de vista conceptual es correcto el decir efectivamente éste es un salto cualitativo. Pero en particular tengo mis serias dudas de que podamos hablar de 36 naciones, tengo muy serias dudas de que aquí no haya una hegemonía andina e incluso una hegemonía aymara, y ese es uno de los peligros que este Estado Plurinacional enfrenta. Hay una diferencia entre los quechuas, 2,5 millones de personas, y los paqahuaras, 25 personas, hay una asimetría gigantesca.

El segundo punto es cómo insertamos dentro de la idea de Estado Plurinacional a los no indígenas que somos la mitad de los bolivianos, ese criterio de comunidades interculturales no es una definición sociológica suficiente porque tan intercultural es un aymara como lo soy yo.

Pregunta.- La teoría política al menos ha cristalizado el concepto de Estado Plurinacional, eso es lo ideal hasta ahora, tiene determinadas subjetividades y determinadas aspiraciones políticas, ¿Cómo lograr que ese ideal se cristalice en lo real?

Mesa: Primera premisa, la construcción de una sociedad entre iguales implica que en el reconocimiento de estas características que la Constitución asume como nacionalidades implique el que todos los bolivianos nos reconozcamos como iguales en el sentido básico de seres humanos, este es un aspecto fundamental que debe ser construido desde el Estado, la diferencia que enriqueció la propuesta conceptual no se convierta en un peligro de ruptura, de resentimiento y de heridas que pueden ser profundas tanto regionales como urbano-rurales, como indígena-no indígena.

Cómo va a funcionar desde el poder ese Estado. En este momento ese poder está en manos del MAS y ese poder puede ser un poder total y asfixiante, solo el MAS podrá darnos una respuesta de su verdadera vocación democrática. Además, nos encontramos ante otro problema, una oposición totalmente fragmentada, sin liderazgo, sin propuesta política, sin propuesta programática. Antes teníamos Gobierno y oposición con propuesta, pero en este momento la oposición no ha construido propuesta. Hay una complejidad de aquí hacia el futuro inmediato que suma responsabilidades en el presidente y su Gobierno.

Pregunta.- Un Estado Plurinacional se supone que es un Estado de iguales, por tanto no tendría que aceptar revanchas, ni venganzas, ni negaciones, sin embargo hemos visto una lamentable negación que no se reconozca, por ejemplo, a una figura que tiene una etapa revolucionaria y después neoliberal, con sus luces y sombras, Víctor Paz Estenssoro, ¿se puede comprender?

Mesa: No, no se puede, y menos en el caso de Víctor Paz Estenssoro, en el caso de Hugo Banzer uno podría encontrar más razones porque hay una línea común, primera fase dictatorial y la segunda fase liberal, pero en el caso de Paz Estenssoro incluso la fase liberal habría que analizarla desde la perspectiva de la crisis económica que enfrentó, y más allá de que muy duro desde el punto de vista social, sin esa presidencia el país corría un serio riesgo de un desbarrancamiento brutal. Paz Estenssoro es una figura de Estado de talla continental y es inaceptable lo que se está haciendo.

Otra pregunta, ¿qué pasa con el Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana?, que es probablemente un presidente tan indígena como el presidente Evo Morales, Santa Cruz es hijo de una cacica aymara, y ha desaparecido su imagen en Palacio de Gobierno, y Santa Cruz debería ser una figura de excelente reivindicación para el Estado Plurinacional, ahora solo se prescinde de él.

Paz Estenssoro ha sido expulsado de manera formal del imaginario nacional con esa acción de sacarlo del Parlamento, del otro se prescinde de Santa Cruz como si no existiera.

El proceso que estamos viviendo es muy importante, y que como la Revolución del 52 quedará para el futuro, pero hoy día el 9 de abril no es día feriado, y fue un día feriado nacional cuando el presidente Paz Estenssoro y la Revolución estaba en su auge, pasó la Revolución y el 9 de abril dejó de ser feriado nacional. Pasará el Gobierno del presidente Evo Morales y te garantizo que el 22 de enero dejará de ser un feriado nacional. En cambio el 6 de agosto seguirá siendo la fecha que define un momento de cambio histórico fundamental. Podemos criticar el proceso de independencia, pero cómo vamos a olvidar 16 años de guerra sangrienta con héroes indígenas, mestizos y blancos, que dieron su vida para que Bolivia fuera independiente.