García Linera: “No queremos ser esclavos de Estados Unidos”


El Gobierno ya no acepta los “cañonazos” ideológicos y culturales pro norteamericanos, eso ya no va con nosotros, no los necesitamos, no los queremos, señala vicepresidente.

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Radio: ERBOL

Entrevista: Álvaro García Linera (vicepresidente del Estado)

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RELACIONES BOLIVIA-ESTADOS UNIDOS

P.- ¿Qué criterio hay por parte de la administración del MAS sobre reanudar estas relaciones con Estados Unidos?

García Linera: Como país, como gobierno, como pueblo necesitamos y queremos la relación, el vínculo con todos los pueblos del mundo. Queremos utilizar sus mercados, aprovechar su tecnología, su conocimiento.

P.- ¿Quiere relacionarse con Estados Unidos?

García Linera: Por supuesto, con todos los pueblos del mundo y con todos los gobiernos del mundo.

P.- ¿Y en particular con Estados Unidos?

García Linera: Y en particular con el gobierno de la potencia, del mercado más importante del mundo. Por supuesto, que necesitamos y queremos, pero, eso es importante, no a cambio de convertirnos en esclavos. No queremos mercado a cambio de que nos digan quien debe ser ministro, no queremos preferencias arancelarias a cambio de que nos digan, cuál debe ser nuestra política económica, porque seríamos esclavos. Seríamos otra vez una colonia, seríamos un gobierno servil.

P.- ¿No se han moderado?

García Linera: No. Hay mesas de trabajo para hacer un acuerdo, de Estado a Estado, pero los chantajes, las presiones, para que no seamos radicales, no tengamos ciertos amigos, no vayamos por un camino de soberanía siguen tan presentes como cuando estaba Bush hijo, no ha variado y eso nos apena, porque pensamos que la presencia del presidente Obama traería una renovación en la mentalidad imperial. Porque encima se trata de un imperio en decadencia, de un imperio que ya va en retirada, es normal, los imperios suben, ascienden y luego se caen.

Hemos encontrado un afianzamiento de una política más guerrerista, una especie de decadencia que potencia estrategias de contra insurgencia militar, y así no podemos avanzar.

Es decir, cuando Estados Unidos, su Gobierno, aprenda a respetar la soberanía de los pueblos, a entender que cada país tiene el derecho a darse su Gobierno, de tener los amigos que vea conveniente, cuando aprenda a reconocer que el mundo es una comunidad de estados soberanos que asumen la interdependencia de manera voluntaria, cuando eso suceda tendremos excelentes relaciones con Estados Unidos.

Hemos debido ser el país más subordinado de América Latina anteriormente, en los años neoliberales. Paraguay y Bolivia compartían esta subordinación servil al Gobierno norteamericano, eso hemos roto, no vamos a aceptar ni poquito, ni a medias ni mucho.

Pesa sobre la administración norteamericana una presencia militante de su antiguo embajador en el golpe de Estado civil, él fue parte del comando que articuló a prefectos y cívicos golpistas, y no queremos que se vuelva a repetir. Y eso obliga a que tengamos precauciones, muy bien, a partir de esto la embajada tiene que preocuparse a esto; sus programas de su ideología imperial neoliberal ya no van más, ya no va más con esa presencia en las comunidades, en los barrios encubiertas a título de cooperación (daban) cañonazos ideológicos y culturales pro norteamericanos, eso ya no va con nosotros, no los necesitamos, no los queremos.

En este momento estaríamos firmando los convenios, y estaríamos mejorando las relaciones, pero se requiere que haya un cambio de mentalidad en sus gobernantes, que abandonen la lectura del imperio y que entiendan que América Latina y en particular Bolivia.

P.- Entonces, estamos lejos de reanudar relaciones.

García Linera: Relaciones hay, lo que hay son distancias, hay una especie de congelamiento de estos vínculos. No sé, capaz viene un rayo de lucidez al Gobierno norteamericano mañana, en una semana, y las cosas cambian y dejan de intervenir en nuestros asuntos y dejan de hacer contrainsurgencia cultural y política en el país, y están de acuerdo con una relación equilibrada en términos de intercambio cultural, en ese momento se firma el convenio. Pero si mantienen esta actitud lo más probable es que este enfriamiento de las relaciones se mantenga un tiempo más.