Policía investiga a dos coroneles vinculados con la banda de Ana

Inteligencia policial sigue los pasos de unos diez uniformados de diverso rango. Entre los integrantes de la banda fueron aprehendidos dos policías que tenían cuentas bancarias e inmuebles valuados en 200.000 dólares.

image Imputada: Ana Suárez, líder de una banda que contaba con apoyo policial

La Prensa. Según un jefe policial, que pidió reserva en torno a su identidad, dos coroneles son investigados, junto con al menos otros ocho efectivos de diverso rango, por presunta complicidad con la banda de Ana Suárez.



Este grupo delictivo fue desarticulado el 20 de diciembre en Las Lomas, al oeste de La Paz. Entre los aprehendidos figuraron dos sargentos.

La Prensa pudo establecer que entre estos dos policías y Ana Suárez existen fuertes lazos de lealtad.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Uno de ellos, Mario R., y la líder delincuente celebraron el rito del “matrimonio gitano” en la Apacheta, sitio ubicado sobre la carretera La Paz-Oruro. En cambio, Pedro A., miembro del grupo de inteligencia de La Paz, realizó similar ritual, pero con una mujer también con prontuario delictivo, a quien no se logró identificar.

La organización criminal contaba con un mando superior compuesto por Ana Suárez, su esposo Álvaro Eduardo O. L., alias “Fumanchú”; los sargentos Mario R. T. y Pedro A. T. , Julia Antonio L. (esposa del anterior y presumiblemente familiar de “Fumanchú”), Giovanni R., quien colabora con los investigadores después de acogerse al proceso abreviado, y otros dos efectivos de la institución del orden aún no identificados.

La fuente policial, cuya identidad se guarda en reserva por razones de seguridad, explicó que entre los uniformados de baja graduación implicados se cuenta al “Ratón” y otros seis que conocen personalmente a los delincuentes, sus especialidades, los barrios y domicilios en los que habitan y los sectores donde operan.

“No puedo dar a conocer los nombres de estos malos camaradas, porque es un grupo muy grande que opera dentro de la Policía. Los jefes (no especificó cuáles) conocen quiénes son los que brindan protección a la banda de Suárez, que se ha convertido en la más importante y peligrosa por la interrelación que ha logrado en los últimos diez años. Corre mucho dinero”.

Esta unión, en el mundo del hampa, es un compromiso inquebrantable de complicidad y apoyo mutuo.

Con apoyo de la formación militar que reciben los policías, la organización formó al menos cinco “anillos” de operaciones, que operaban en Tembladerani, 14 de Septiembre y Cementerio, Callampaya, que actuaba con apoyo de delincuentes peruanos; El Alto (Ciudad Satélite, Santiago I y II, Primero de Mayo y Villa Adela), además de las zonas residenciales de La Paz.

“La esposa legal de Pedro A. (Julia A. L.) conocía la realización de este ritual y dio su consentimiento a cambio de un espacio de poder dentro del mando. Además, gracias al pacto, ella y otras tres mujeres tenían sus propios anillos de operaciones”.

En todos estos sectores, la banda recibía informes y alertas de policías sobre la presencia de otros efectivos.

Cuando los integrantes de uno de los “anillos” recibían la orden de paralizar sus actividades debido a que eran seguidos por otros investigadores, todo el grupo se desplazaba a otra zona y toda la estructura se movía, de suerte tal que aparecían personas no identificadas como malhechores.

Los dos policías proveían de uniformes, marbetes, credenciales y otras identificaciones para que los delincuentes se hagan pasar por miembros de la institución del orden a fin de cometer ilícitos con mayor facilidad.

El Ministerio Público sospecha que, como los dos primeros policías, los demás efectivos involucrados sean propietarios de inmuebles y posean cuentas bancarias, porque la Unidad de Investigaciones Financiera participa en las pesquisas.

Los bienes de cada uno de ellos están valuados en 200.000 dólares.

El fiscal Iván Córdoba, que dirige las investigaciones, convocó a declarar, en condición de testigos y sospechosos, a dos tenientes.

Uno de ellos no acudió al llamado del representante del Ministerio Público y el otro debe comparecer la próxima semana. Córdoba aclaró que existen indicios en contra de ambos, por lo que emitirá mandamientos de aprehensión, si no se presentan.

La banda tenía varios “anillos” para operar en La Paz y El Alto.

Tres hitos en la delincuencia

En 1961, una camioneta de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), que trasladaba a tres personas, se dirigía a las minas de Siglo XX y Catavi con la remesa para el pago de sueldos y aguinaldos a los trabajadores mineros. El vehículo fue atracado por dos policías y un ciudadano uruguayo.

El monto sustraído fue de 2.800 millones de bolivianos (300.000 dólares de la época). En este suceso estuvieron involucradas cinco personas, entre ellas los policías y hermanos Hugo y Marcial Fuentes.

El 14 de diciembre de 2001, en la avenida Kantutani de la ciudad de La Paz, una banda que utilizaba dos vehículos y armamento de grueso calibre emboscó y asaltó un transporte de valores de la firma Prosegur. Los delincuentes se apropiaron de cerca de 200 millones de bolivianos. Dispararon sus fusiles AK-47 y M-16. Los peruanos Elacio Peña, Alfredo Bazani, Eladio Cruz y Miguel Aguilar y el ex teniente coronel de Policía Blas Valencia fueron condenados.

El 20 de diciembre, en Las Lomas, La Paz, fue descubierta en flagrancia la banda de Ana Verónica Suárez que había cometido más de un veintena de robos a domicilios. Entre sus integrantes fueron aprehendidos dos policías que tenían cuentas bancarias e inmuebles valuados en 200.000 dólares.