El poder femenino en el MAS va del brazo de las ‘bartolinas’


Presencia. Llevan 30 años organizadas. Son fundadoras del instrumento político del Presidente. Creen que tener dos de sus seguidoras en el Gabinete es un punto de partida a otros espacios

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Combativas. En las movilizaciones que lideran los movimientos sociales están siempre al frente. Ellas son parte primordial en la coordinación de esas medidas



Carmela Delgado | EL DEBER 

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Nacieron con una fuerte influencia de los dirigentes de la Confederación Sindical de varones, pero después de 30 años han ganado su propio espacio y ahora tienen a dos de sus representantes como colaboradoras cercanas del presidente Evo Morales, al mando de los ministerios de Desarrollo Rural y Tierras y de Justicia.

Nemesia Achacollo y Nilda Copa, que desde hace una semana se desempeñan como ministras, fueron ejecutivas de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa.  Las ‘bartolinas’ asumieron en 1994 el reto de conformar un instrumento político que les permita garantizar la participación del campesinado en las esferas políticas, ya que consideraron que los sindicatos enfrentaban limitaciones. Son miembros fundadoras del Movimiento Al Socialismo (MAS) y han estado en diferentes luchas, como en los fuertes enfrentamientos en la zona de Chapare en defensa de la coca.

Según Leonida Zurita, secretaria ejecutiva de la confederación, respaldan de forma contundente al presidente Evo Morales, por la inclusión, participación y equidad de género dentro del gabinete. “En este Estado Plurinacional nos toman en cuenta. Somos fundadoras del instrumento político del MAS, por eso es un deber y un derecho ir consolidando los espacios orgánicos y políticos de las mujeres”, dijo.

Desde hace cuatro años se han visto a mujeres seguidoras de Bartolina Sisa en puestos decisivos, como el que ocupó Silvia Lazarte, como presidenta de la Asamblea Constituyente. En Chuquisaca y Santa Cruz tienen diputadas plurinacionales y en Oruro, una senadora.

“Todavía hay falta de conciencia de los varones, pero hemos avanzado. Por ejemplo, nuestra candidata a gobernadora en Beni es una mujer joven, y como voz de la mujer nos fortalece”, indicó Zurita.

La influencia que tienen las ‘bartolinas’ se ha visto con más fuerza en la conformación de este nuevo gabinete. El ampliado que se realizó en conmemoración de los 30 años de fundación sugirió a Leonida Zurita e Isabel Arteaga para ser ministras. De igual forma, otro de los puntos concluyentes de ese encuentro fue que las nuevas dotaciones y distribuciones de tierras deben garantizar la titularidad de las mujeres, justo el área donde consiguieron un ministerio.

Las ‘bartolinas’ tienen una fuerte estructura, por eso celebran con júbilo las diez plazas femeninas del gabinete presidencial, porque su gran reto era lograr la participación política femenina del 50%. La ministra de Justicia, Nilda Copa Condori, que es oriunda de Tarija, fue constituyente y actualmente es secretaria general de la Confederación Bartolina Sisa.

Nemecia Achacollo Tola, oriunda de Santa Cruz, fue ejecutiva de la organización, diputada y asambleísta.

Para la ex ministra y parlamentaria Julia Ramos, esta conquista no es otra cosa que “el triunfo del poder”, porque se sienten parte de un proceso de desarrollo equitativo y participativo entre el hombre y la mujer.

El recorrido de los 30 años de las ‘bartolinas’ las ha puesto al frente de grandes movilizaciones, como la aprobación de la nueva Constitución.

Ramos, al igual que otras mujeres, tiene una larga trayectoria en la vida sindical. Ella es fundadora de la federación en Tarija, que en octubre de este año cumple diez años de labor. Julia Ramos, mejor que nadie, conoce el camino que han abierto para las mujeres, porque no sólo se ha desempeñado en la dirigencia interna de la Confederación, sino que también ha sido parlamentaria y ministra.

El financiamiento de la organización es producto del aporte que hacen las afiliadas. Los montos varían de acuerdo con las posibilidades y los sindicatos a los que pertenecen. Algunas entregan desde Bs 0,50 hasta parte del sueldo que perciben.

El compromiso que hacen las que logran estar en un cargo público es de entregar una parte de su salario, como una retribución al apoyo recibido.

Son rigurosas en sus determinaciones. Abren el ingreso a todos los que deseen fortalecer los niveles organizativos de las mujeres, pero también sancionan a los que no siguen con los propósitos. De hecho, han vivido situaciones que por diferencias internas han llegado a enfrentamientos a golpes, patadas, puñetes y con chicotes.

Savina Cuéllar, prefecta de Chuquisaca, se siente orgullosa de ser fundadora de las ‘bartolinas’, pero cree que ahora esa institución se ha politizado a tal punto que discrimina. “Nos discriminan y no reconocen lo que hemos hecho. Se han vuelto, masistas, totalmente políticos y ya no defienden como tienen que hacerlo a las mujeres”, enfatizó .

  Antecedentes  

– La organización de las mujeres campesinas indígenas y originarias en Bolivia tiene una larga historia. En los cientos de sublevaciones, desde 1532, cuando invaden el Kollasuyu, las mujeres participaron de manera activa en esos movimientos con la firme esperanza de reconstituir el dominio sobre el territorio.

– El momento de mayor importancia se da entre 1780 a 1825, cuando en el actual territorio de Bolivia las mujeres, como Bartolina Sisa, Gregoria Apaza, y María Lupiza, fueron la base fundamental para la organización, sostenimiento y enfrentamiento de los miles de aimaras con las fuerzas militares españolas.

– Bartolina Sisa fue una heroína indígena aimara, virreina y comandante, junto a su esposo, el caudillo Túpac Katari (Julián Apaza) y virrey del Inca, juntos cercaron la ciudad de La Paz, en 1781, durante 7 meses en una de las gestas indígenas de mayor importancia, con alrededor de 40.000 indígenas. Katari fue capturado y sentenciado a morir descuartizado por cuatro caballos en la plaza del pueblo paceño de Peñas y su esposa fue estrangulada.

– Desde muy joven, Bartolina, junto a sus progenitores y luego de unos años ya con su esposo, el gran caudillo Túpac Katari (Julián Apaza), se dedicó al comercio de la hoja de coca y de tejidos nativos. Esta actividad le permitió liberarse de la condición de servidumbre. Luchó por redimir a su pueblo de las cadenas de la opresión y luchar por la emancipación definitiva de las comunidades originarias andinas. En ese transcurrir, ya ambos, Bartolina Sisa y su esposo Túpac Katari, tuvieron la ocasión de coincidir con los itinerarios libertarios del arriero José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru) y de los hermanos Dámaso y Tomás Katari de Chayanta, con quienes aunaron sus propósitos emancipatorios, basados en una sólida convergencia de criterios, tácticas y estrategias de lucha. De este modo se puso en pie de guerra a más de 150.000 indígenas en toda la región más conflictiva de Perú, La Paz, Oruro y los valles de Chayanta en Bolivia.

– Al estallar la insurgencia aimara-quishwa de 1781, mientras su esposo era proclamado virrey del Inca, ella era proclamada virreina. El 29 de junio de 1781, el Ejército de Túpac Katari sufre un golpe muy duro por parte de los realistas, provocando un inevitable desbande de sus fuerzas. Así, al amanecer del 5 de septiembre de 1782, la heroica guerrera aimara fue flagelada, violada, azotada y arrastrada a puntapies en un inmenso charco de sangre.

– Desde 1980 se ha recuperado el nombre de Bartolina Sisa como el  mayor ejemplo a seguir de consecuencia, lucha, firmeza y compromiso con la historia.

Hay hombres que son parte de la organización

Tupac Katari y su esposa Bartolina Sisa son considerados líderes de las revolución indígena de la historia boliviana, por eso algunas federaciones y centros  regionales que dependen de la Confederación acogen a hombres que se unen a la lucha de las ‘bartolinas’.

En Ribertalta, Yungas y Tarija, entre otras zonas, tienen en  sus listas a varones que luchan junto a las mujeres. La organización tiene un área diversa de trabajo. Si bien uno de sus principios es la defensa de los derechos femeninos, también trabajan y crean proyectos que ayudan al desarrollo de las comunidades donde viven.

De acuerdo con la dirigencia, el único requisito que se exige para ser miembro, es tener la decisión de sumarse al trabajo que realizan. “Somos incluyentes”, indicó la ejecutiva nacional, Leonida Zurita.

Están en todo el país, no sólo son mujeres de pollera

Las ‘bartolinas’, como se denomina a las mujeres que siguen el ejemplo de lucha de Bartolina Sisa, consideran que 30 años de trabajo han dado sus frutos. Ahora sienten que se respeta su labor y sus decisiones. “Hoy estamos fortalecidas en los nueve departamentos, en varios espacios políticos. Hemos tenido la capacidad de hacernos escuchar y, como nunca, estamos en lugares donde se toman decisiones, pero eso no es gratis; es el resultado de tantas luchas. Para nosotras el tema que nos importa es la mujer, no nos interesa que sea de pollera, de vestido o de pantalón”, subrayó Sabina Orellana Cruz, secretaria de instrumento político del comité ejecutivo.

La dirigencia reconoce que todavía falta trabajar en los departamentos de Beni y Pando. Aunque ya han logrado establecer una estructura en esas regiones, no tienen la fuerza que hay en el resto del país.

Hace tres años se asentaron en Beni. No fue una tarea fácil  pues tuvieron que hacer entender que las ‘bartolinas’ no sólo aglutinan a mujeres de pollera, sino que había apertura para todas.

En Riberalta conformaron una regional el 7 de agosto de 2007. Tienen 2.780 afiliadas y al igual que en las demás zonas trabajan por el instrumento político que las representa, el Movimiento Al Socialismo (MAS). “Gracias a las ‘bartolinas’ se ha captado más gente (en el oriente), porque hablar del MAS era como mencionar al diablo. Aquí (en Riberalta) es bien difícil ser masista”, remarcó la dirigente regional de Riberalta, Pura Montaño.

En Pando llevan apenas un año intentando consolidar la estructura de esta organización femenina. Al otro extremo del territorio nacional, en Tupiza (Potosí), también tienen sólo cuatro meses de vigencia, pero ya están encarando trabajos, principalmente en la capacitación de la mujer, para que luche por conseguir mayores  espacios.

La representante del Consejo de Federaciones de los Yungas de La Paz, Maruja Machaca, dijo que buscan el desarrollo de su zona. Llevan apenas dos años legalmente organizadas pero creen que ya han obtenido resultados, porque han logrado representación en el Concejo Municipal y en el parlamento. “Muchos compañeros todavía consideran a la mujer como si fuera inferior, pero poco a poco vamos cambiando eso”, indicó Machaca.

   Expresiones  

Ana Dilma Marupa

Ejecutiva de Beni

“Hemos tenido que luchar harto para sacar la mentalidad de que eran sólo collas (las que formaban parte de la organización). Hemos sacado la conclusión de que Bartolina Sisa es del occidente, pero fue una mujer que luchó por los derechos de todas,   no de un sector”.

Pura Montaño G.

Regional Riberalta

“En Riberalta se creó para capacitar a las mujeres, y como llevaban a sus maridos, también se los incluyó a ellos. El general Bersatti es uno de los fundadores. Todavía hay recelo de que las bartolinas son collas, pero trabajamos y demostramos que somos confiables y defensoras de la patria”.

Maruja Machaca

Yungas

“La verdad  es que nuestro Presidente siempre ha pensado en la integración de la mujer en el espacio público. Esta vez se ve la paridad entre el hombre y la mujer, porque es la única forma de hacer un trabajo conjunto. Esperamos que en las otras instancias también se pueda cumplir”.

María Elena Quispe

Filadelfia/Pando

“Ha sido un poco complicado articular a las mujeres en esta zona, pero se ha logrado formar la organización. Antes sólo había un grupo de madres y no era muy asiduo. Ahora ya tenemos una directiva y hacemos las reuniones de forma consecutiva”.

Virginia Colque

Oruro

“Ahora que hemos logrado esta oportunidad (en el gabinete), tienen que trabajar las hermanas bartolinas, aunque vamos a estar coordinando de cerca con ellas para los trabajos. En Oruro tenemos presencia en todas las provincias y hay lugares donde siguen organizándose”.

Felipa Merino

Santa Cruz

“Vamos ganando más espacios. En Santa Cruz estamos desde el 83 y hemos llegado a 13 provincias, porque trabajamos con el área rural. La gente que es opositora nos ve como del occidente, pero nosotras hacemos conocer nuestros derechos para no ser discriminadas”.

   Conformación  

– La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, Csutcb, que se había constituido en julio de 1979, dirigida por el dirigente aimara Genaro Flores, impulsó la convocatoria de las organizaciones de mujeres para el congreso de unidad para noviembre de 1979. Sin embargo el golpe militar del 1 de noviembre de 1979, truncó la convocatoria.

– El denominado golpe de Todos Santos dejó como saldo más de 300 muertos, cientos de heridos y las organizaciones en las calles defendiendo la democracia. Las mujeres  fueron las que respaldaron una salida democrática, con el nombramiento de la primera mujer presidenta de Bolivia, Lidia Gueiler Tejada.

– La convocatoria para noviembre fue trasladada para el 10 de enero de 1980. Las mujeres campesinas, sobre todo de La Paz y Oruro, fueron las que iniciaron la nueva organización. Dirigentes como Lucila Mejía de Morales, Irma García, Isabel Juaniquina e Isabel Ortega, fueron la base principal. Lucila Mejia fue electa ejecutiva de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia Bartolina Sisa, ahora Confederación.


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