El Vice García Linera se fortalece y se hace de cinco nuevos poderes


Con la nueva CPE tiene más poder para definir políticas gubernamentales clave, coordinar con el Legislativo y las regiones. Analistas ven riesgo de concentración

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El «Vice» se hace de cinco nuevos poderes (Los Tiempos)



La Prensa

La nueva Constitución otorga más poderes al Vicepresidente

Respaldo: La Constitución le da cinco atribuciones al Vicepresidente que lo convierten en parte activa y decisiva en el Ejecutivo. Analistas, constitucionalistas y un ex Presidente dicen que esto es riesgoso.

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La nueva Constitución Política del Estado (CPE) otorga atribuciones al Vicepresidente Álvaro García Linera y lo convierte en una autoridad con “superpoderes”. La función de la segunda autoridad del país deja de ser la “quinta rueda del carro” como fue considerada en el pasado.

El artículo 173 de la Constitución Política del Estado, promulgada el 7 de febrero de 2009, incluye cinco incisos en los que se instituyen las facultades para el Vicepresidente del Estado Plurinacional (ver cuadro) y lo convierten, según un analista político, dos abogados constitucionalistas y un ex Presidente de la República, en un hombre con demasiado poder.

La antigua Carta Magna definía sólo dos atribuciones para esa autoridad, el reemplazar al Presidente en caso de ausencia de éste y presidir el Congreso Nacional y el Senado.

En el pasado, el Vicepresidente hacía de coordinador entre el Legislativo y el Ejecutivo, facultad que se replica en las nuevas atribuciones que la Carta Magna le confiere a García Linera (ver cuadro en la página A5).

El Vicepresidente no sólo es el coordinador entre ambos poderes sino, como señala el inciso 4 del artículo 173, “coadyuva con la Presidenta o el Presidente del Estado en la dirección de la política general de Gobierno”.

Aunque el Gobierno central es el conductor de la política general, en la anterior Carta Magna no se hacía mención explícita de estas atribuciones.

El sociólogo y analista político Ricardo Paz afirmó que el Vicepresidente, en la nueva CPE, se convierte en una especie de “suprapoder” porque es cabeza de la Asamblea Legislativa Plurinacional y es “cogestor” y “cogobierna” con el Presidente. “De hecho, tiene más poder que el Jefe de Estado”.

Además está facultado para participar en las reuniones del gabinete ministerial como ocurre actualmente, coadyuvar en las políticas del Gobierno y del diseño de la política exterior y desempeñar misiones diplomáticas.

El Vicepresidente, en anteriores gobiernos, no participaba en las reuniones de ministros y, si lo hacía, era a invitación del Mandatario. Según Paz, es “verdaderamente un superpoder el que tiene el Vicepresidente porque al concentrar esas atribuciones tan grandes, en primer lugar, vulnera la independencia y autonomía de los poderes del Estado y, en segundo lugar, lo concentra en una persona, que es él”.

Sin embargo, para el ministro de Autonomías, Carlos Romero, quien participó en la redacción de la CPE, en la Asamblea Constituyente, no existe vulneración de poderes y “las atribuciones delegadas no son precisamente nuevas, pues en el pasado esa autoridad era el articulador entre el Ejecutivo y el Legislativo.

“No veo que haya malas tareas, no veo que el Vicepresidente, al asumir funciones de coordinación, vaya a asumir funciones también en el Órgano Ejecutivo. Es una suspicacia extrema”.

Empero para el ex presidente de la República Carlos Mesa, si bien la tarea de coordinación existía, el ministro Romero “se olvida” de los incisos 3, 4 y 5, que convierten a la segunda autoridad del país en parte del Ejecutivo. “Los incisos 3, 4 y 5 son la vulneración radical de lo que había sido en el pasado la independencia de poderes”.

Tanto Paz como Mesa cuestionaron el concepto de “coordinación”, establecido en el inciso 2 del artículo 173, del Vicepresidente con los gobiernos autónomos que se implementarán después de las elecciones del domingo 4 de abril próximo.

Para el abogado constitucionalista Gabriel Peláez, esta coordinación viene del centralismo del Gobierno que, se vislumbra, permanecerá.

Romero, en respuesta, dijo que esa articulación con las regiones responde a que esos gobiernos autónomos comenzarán a legislar, por lo que habrá la necesidad de una “armonización” legislativa.

En criterio del sociólogo, esta cesión de poder provocará “problemas severos de institucionalidad” más adelante; en tanto que, para Peláez, dentro del Gobierno surgirán choques y confusión en lo que son las competencias, pues las funciones de los ministerios de Autonomías y de Relaciones Exteriores quedarían limitadas.

El ex Defensor del Pueblo y constitucionalista Waldo Albarracín también considera que existe mucho poder para el Vicepresidente, pero dijo que la vulneración de la independencia de poderes es frecuente.

García Linera adquirió mayor protagonismo antes de la nueva CPE.

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 Gabinete: el Vicepresidente junto al Presidente en una reunión del gabinete ministerial, fue el año pasado

Las atribuciones presidenciales

La actual Constitución Política del Estado (CPE) le asigna 27 atribuciones al Presidente del Estado Plurinacional, de éstas, tres son nuevas, el resto son las mismas contenidas en la anterior Carta Magna, de 1967, en la que existen 25 facultades definidas, de éstas dos no son tomadas en cuenta en la norma vigente en la actualidad.

El 7 de febrero de 2009, el presidente Evo Morales promulgó la nueva Constitución, elaborada por la Asamblea Constituyente y aprobada en Oruro en noviembre de 2008.

Este documento había sido cuestionado por la oposición y provocó enfrentamiento y muertes en Sucre cuando los asambleístas oficialistas intentaron aprobarla.

Las tres nuevas facultades que se le confieren al Jefe de Estado están contenidas en los incisos 2, 22 y 23 del artículo 172 y textualmente dicen “mantener y preservar la unidad del Estado boliviano”, “designar a las Ministras y a los Ministros de Estado, respetando el carácter plurinacional y la equidad de género en la composición del gabinete ministerial” y “designar a la Procuradora o al Procurador General del Estado”, respectivamente.

El Presidente, según sus nuevas atribuciones, ya no está obligado, a través de sus ministros, a enviar informes que la cámara de Diputados o la de Senadores de la Asamblea Legislativa Plurinacional puedan solicitar.

El artículo 11 de la anterior Constitución señala que es atribución del Mandatario “prestar a las Cámaras, mediante los Ministros, los informes que soliciten, pudiendo reservar los relativos a negociaciones diplomáticas que a su juicio no deban publicarse”, pero en la actual no se incluye este precepto.

Asimismo, el Presidente comparte dos de sus atribuciones con el Vicepresidente del Estado Plurinacional, las que están definidas en los incisos 3 y 5 y que señalan textualmente: “Proponer y dirigir las políticas de gobierno y de Estado” y “dirigir la políticas exterior; suscribir tratados internacionales; nombrar servidores públicos diplomáticos y consulares de acuerdo a la ley; y admitir a los funcionarios extranjeros en general”.

En criterio del ex presidente Carlos Mesa Gisbert, en el pasado las atribuciones conferidas al Mandatario eran de exclusividad de esa autoridad y por eso era cabeza de Gobierno, en cambio ahora al darle atribuciones precisas al Vicepresidente se “pone en cuestión” esos contenidos.

Para destacar

El Vicepresidente tiene un mayor protagonismo en el Gobierno, a diferencia de lo que ocurría en el pasado.

García Linera, más que el presidente Evo Morales, es quien se ha hecho cargo de la solución de conflictos.

Esa autoridad ahora representará al país en el exterior, misión que sólo competía al Presidente o al Canciller.

Analistas opinan que concentra más poder al ser cabeza del Legislativo y segunda autoridad del Ejecutivo.

En anteriores gobiernos, la Vicepresidencia era considerada, según ex legisladores, la “quinta rueda del carro”.

No tenía protagonismo sino al reemplazar al Presidente y ejercer la Presidencia del Congreso.

Su participación en las reuniones de gabinete, cuando lo hacía, era a invitación del Jefe de Estado.

Su labor en el Congreso pasaba inadvertida en tanto las dos cámaras tienen un presidente.

PERFIL

Álvaro Marcelo García Linera nació en Cochabamba el 19 de octubre de 1962. Fue elegido Vicepresidente el país en dos oportunidades, en 2005 y en 2009. Recibió educación primaria en el colegio Don Bosco de Cochabamba y en el Domingo Savio de La Paz, y de secundaria en el San Agustín de Cochabamba. Entre 1981 y 1984 vivió en México y se formó como matemático en la Universidad Autónoma de México (UNAM). Es partidario de la izquierda y la ideología indígena y ávido por la lectura.

De regreso a Bolivia, en 1985, junto con su entonces esposa, la mexicana y también matemática Raquel Gutiérrez, se unió ideológicamente e hizo trabajo político con Felipe Quispe (el “Mallku”). Fue parte del grupo Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK) y considerado el ideólogo de ese movimiento.

Por estos vínculos fue detenido y acusado de insurrección y terrorismo en 1992, por la voladura de torres de alta tensión en Alto Lima; sin embargo, esta acusación no prosperó y él salió libre al cabo de cinco años de estar preso preventivamente en los penales de San Pedro y Chonchocoro y el delito prescribió en 2006. Durante su permanencia en la cárcel estudió sociología.

Su ex esposa fue arrestada junto con él y fue remitida al Centro de Orientación Femenina de Obrajes. Tras su liberación se fue del país.

Recobrada su libertad ejerció la docencia en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y se convirtió en analista y su opinión era requerida en diferentes medios de comunicación. Fue parte del mundo académico en el país y se lo conoció como partidario de la causa indígena no obstante su origen de clase media.

Cuando comenzaron a barajarse nombres de candidatos para los comicios, se pensó que García Linera sería compañero de fórmula de Felipe Quispe.

En las elecciones generales de 2005, García Linera sorprendió cuando su nombre fue oficializado como el acompañante de fórmula del líder sindical y cocalero Evo Morales, cuando muchos creían que postularía con quien había sido su mentor, Felipe Quispe, quien hoy es uno de los cuestionadores del Gobierno del Movimiento Al Socialismo. El Vicepresidente se convirtió en la bisagra entre el partido oficialista y la clase media.