Santos de Nueva Orleans ganó por primera vez el Super Bowl en el estadio Sun Life de Miami, en un partido apretado hasta la mitad del último cuarto y que se definió en dos jugadas claves contra el Indianápolis Colts. La primera ocurrió cuando el nuevo campeón del fútbol americano de la NFL pidió el desafío para analizar una jugada dudosa. Los jueces, en primera instancia, determinaron que Jeremy Shockey había dejado caer el ovoide en la zona de anotación, pero la repetición hizo cambiar la decisión, lo que llevó a Nueva Orleans a irse arriba 31-17. Nueva Orleáns que sólo había ganado dos partidos de postemporada en 42 años, derrotó a los campeones defensores de la Conferencia Nacional, los Cardenales de Arizona en el playoff divisional y luego a Favre y los Vikingos, que habían sido, detrás suyo, el segundo mejor equipo del viejo circuito.
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