Amigos del Gobierno


Si gana el MAS en Santa Cruz, la región se convertirá en “amiga”. De lo contrario, habrá confrontaciones. Es una amenaza frontal.

ElNuevoDia Editorial El Día



El vicepresidente Álvaro García Linera dijo, mientras requería el apoyo de la población a las candidaturas de Jerjes Justiniano y Roberto Fernández en Santa Cruz, que la intención del Gobierno es tener amigos en las regiones para mejorar el diálogo, acabar la confrontación y poder encarar juntos proyectos en beneficio de la ciudadanía.

El candidato del MAS a la Gobernación expresa muy bien lo que trata de afirmar el vicepresidente, cuando Justiniano se coloca como el único capaz de interactuar pacíficamente con el Gobierno central, mientras que asegura que si ganan sus oponentes seguirá habiendo enfrentamientos.

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Primero habría que especificar muy bien qué clase de amigos son los que se ha estado granjeando el MAS en Santa Cruz para darse cuenta del verdadero mensaje que envía el Gobierno a la región. No vamos a decir que “por debajo de cuerda” no existen ya muchos vínculos bien afirmados, pero aparte de Jerjes y Roberto, los únicos “ilustres” que han dado la cara han sido los “Chichi” Pérez, los Dimitri y otros más o menos de ese calibre moral, lo que nos hace deducir que no se está buscando precisamente coincidencia ideológica ni aporte intelectual, sino una mera transacción que ni siquiera llega al nivel del transfugio político.

Jerjes Justiniano asegura que él no va a ser un sumiso del MAS y que su amistad con el Gobierno le alcanza para encarnar una defensa firme y decidida de la región. Incluso se ha comprometido a sacar la cara por el respeto a la jurisdicción de Santa Cruz en el campo de la administración de justicia que ha estado siendo pisoteada últimamente. La ciudadanía estará a atenta  para cuando Justiniano se decida a comenzar esta lucha, aunque sería muy bueno que analice bien lo que le ha estado ocurriendo a los grandes amigos del MAS, Ana María Romero, Juan del Granado, Félix Patzi y muchos más.

En Santa Cruz se han dado muchos gestos importantes de amistad hacia el Gobierno y especialmente con Evo Morales. Un ilustre dirigente empresarial lo invitó a la inauguración de la Feria Expocruz el año pasado y ni siquiera eso le sirvió para salvarse del atropello y la humillación. El “amigo” agradeció el trato que le dieron y encima dijo que se sometió a 15 horas de “retención” ilegal de forma voluntaria. Kudelka es amigo porque delata y cumple un libreto, pero Matkovic va preso porque se resiste a hacerlo, pese a que había cumplido con la ceremonia previa de humillación impuesta por el fiscal Soza.

Se equivoca Jerjes cuando afirma que él será capaz de parar la “enemistad” y volver amigos a Santa Cruz y el Gobierno. En primer lugar, es el MAS el que elige a sus enemigos y no al revés y segundo, por más sumisión que haya en los nuevos “amigos”, el etnopopulismo de Evo Morales necesita constantemente inventarse enemigos y obviamente no los va a buscar entre los potosinos, aunque éstos le hayan doblado el brazo por segunda vez: primero fue con el Silala y después con la creación de la empresa del litio.

Con seguridad que la postura de Santa Cruz no debe ser la de buscar la enemistad con el Gobierno. Eso sería ingenuo y descabellado a estas alturas. Pero someterse al chantaje, el atropello y la humillación tampoco es el mejor camino.