No hubo ningún tipo de originalidad, una vez más la promoción de una gran pelea de boxeo, esta vez entre los estadounidenses Floyd Mayweather y Shane Mosley, comenzó a empujones y con la promesa que los dos iban a destruirse mutuamente.
Pero no será hasta el próximo 1 de mayo que no se conocerá quien destruye a quien y mientras tanto tendrán que seguir escenificando una rivalidad a "muerte" para promocionar al máximo la venta de su pelea. La fase de la promoción comenzó, como era de esperar en Nueva York, y los promotores no escatimaron en efectos especiales y de otro tipo para que el inicio fuese todo un éxito, con el guión bien aprendido por parte de los protagonista, que llegaron a la rueda de prensa impecablemente vestidos.
Noticias de TV: CNN.