Denuncian que usan el folidol para fumigar coca. El Gobierno usará coca ecológica en industrialización. Los cultivos de coca tienen su origen antes de la Colonia.
• venta. En tiendas ubicadas en la terminal de buses a Yungas, en La Paz, estos productos son vendidos.
La Razón
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Miguel a. Melendres – La Paz
La plagas obligan a usar insecticidas cada vez más tóxicos en los sembradíos de coca de Yungas, según expertos y cocaleros. Aún no se conoce los efectos en la salud humana, pero el Gobierno ya alienta el cultivo de coca ecológica.
“El uso de químicos ha crecido considerablemente, al extremo de verificarse un uso intensivo, irracional e ingenuo, por parte de los productores”, advirtió el coordinador de la Organización No Gubernamental Plaguicidas Bolivia (Plagbol), Guido Condarco.
El empleo de insecticidas como el extermin, tamaron (fosforados), caporal, karate (peritroides) y el mirex, que combate a la “hormiga cortadora” fuera de cocales, se ha incrementado sustancialmente en los últimos 15 años, informó. En Estados Unidos se prohibió, en 1977, el uso del mirex y Plagbol y otras instituciones identificaron a los químicos caporal y karate como dañinos para la salud.
Paralelamente se intensificó el uso de la urea como fertilizante. Las plantaciones de coca, sobre todo en la zona tradicional de Yungas, requieren de fertilizantes pues sólo así se mejora la producción por hectárea y la calidad del producto. Si no se usa la urea, baja el nivel de producción, y el producto puede llegar a ser de color amarillento y la hoja más pequeña, dijo.
El ex dirigente de los cocaleros Juan Zárate informó que el fertilizante y los insecticidas contribuyen a mejorar la producción. “Hoy, ya no los uso, y el rendimiento de un terreno de 158 x 9 metros bajó a cuatro taques (200 libras) y tres cosechas al año. Antes se sacaba 5 ó más taques y se cosechaba hasta cuatro veces al año”.
Para el técnico de industrialización de la Dirección General de Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin), Lucio Copa, el manejo de productos químicos en las plantaciones de coca es común, “tal como sucede con la producción de toda clase de cultivos”.
Los plaguicidas se usan para acabar con el ulo, larva de mariposa y el grillo topo. “Cuanto más sustancias usan, su toxicidad aumenta. Hay productores que al no ver resultados por la resistencia que se ha generado en las plagas, combinan hasta cuatro productos que vuelven más potente al plaguicida adulterado, sin ninguna asesoría técnica”, advirtió Condarco.
Quienes manipulan insecticidas, sin protección, pueden llegar a tener problemas visuales, respiratorios o provocar problemas genéticos en sus hijos. No se conoce si el uso de estos productos pueden llegar a afectar a quienes consumen (acullicadores) el producto, explicó Copa.
Rafael Cervantes, experto de Plagbol, ve “un gran riesgo, porque la gente pueda estar ingiriendo, junto con la coca, trazos de químicos”. Ante esta situación, planteó un control de laboratorio para identificar la cantidad de residuos tóxicos que pueden quedar en las hojas de coca.
Ramiro Sánchez, presidente de la Asociación de Productores de Coca (Adepcoca), reconoció que en algunos cultivos se utiliza el tamaron. En tanto que Nelson Delgadillo, dirigente del Consejo de Federaciones Campesinas de los Yungas (Cofecay), informó que, efectivamente, emplean la urea.
El Gobierno, por su lado, encaminó un proceso para cultivar coca ecológica en los Yungas. Ofreció que este tipo de coca tendrá garantizado el mercado y un precio justo, pues irá a alimentar el proceso de industrialización de este producto.
Plagas comunes en los cocales
– El ulo es una polilla vespertina que se come las hojas, al igual que el gusano medidor. Los pulgones succionan la savia, la deforman y causan la entrada de hongos. El grillo topo ataca a los tallos jóvenes de la coca recién plantada y la mata.
Denuncian que usan el folidol para fumigar coca
En zonas de los municipios de Luribay y Sapahaqui (provincia Loayza del departamento de La Paz) se comercializa folidol para acabar con las plagas de los cultivos de coca. Este producto es contaminante y nocivo para la salud, informó un ingeniero agrónomo que trabaja en la zona.
“Se vende folidol en pequeñas dosis, en bolsas de nylon. Es fácil comprobar que tanto el vendedor como el fumigador salen afectados por esa manipulación de los plaguicidas, especialmente del folidol, prohibido en varias partes del mundo”, relató la fuente, que prefirió guardar su nombre en reserva ante el temor de represalias.
Una prueba de ello es que un lugareño manipuló folidol sin ningún tipo de precaución y se intoxicó, al punto que casi pierde la vida. “Compró el producto para combatir el ulo, una polilla que en estado larval se come las hojas de coca. Sin darse cuenta, inhaló el químico y se intoxicó”, relató.
El folidol también puede afectar a quienes consumen (acullican) el producto fumigado, advirtió. Lamentó que no haya control sobre ese producto, tomando en cuenta su peligrosidad.
Productores de coca de Adepcoca y Cofecay del departamento de La Paz, no obstante, negaron que usen este producto para acabar con las plagas que afectan a los cultivos de coca.
El Gobierno usará coca ecológica en industrialización
La Paz. La industrialización de la hoja de coca demandará la denominada coca ecológica, en la que sólo se usa fertilizantes y plaguicidas naturales. El resto de la producción no será requerido para este proyecto, que prevé la construcción de plantas en las zonas del Chapare y Yungas.
La información la proporcionó el técnico de industrialización de la Dirección General de Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin), Lucio Copa, quien explicó que la coca ecológica implica menor volumen de producción por hectárea.
“Lleva más tiempo producir la coca ecológica. Las hojas son amarillentas, pequeñas y su cuidado no es trabajo sencillo en comparación con los cultivos convencionales que usan químicos. Este esfuerzo, sin embargo, será compensado con un mercado seguro y mejores precios”, anunció Copa.
Productores de Yungas informaron que en La Asunta, Irupana, Chulumani, Arapata, Coripata, Coroico y otras zonas ya existen parcelas ecológicas.
La ONG Plaguicidas Bolivia (Plagbol) explicó que en esos lugares, en vez de pesticidas, los agricultores trabajan con sacha (planta amarga) para combatir al ulo, larva de mariposa; así como orín fermentado o plantas como el nogal, que tienen principios de alelopatia, para controlar la hierba.
La industrialización prevé la producción de harina, dentífricos, champú y otros productos.
Los cultivos de coca tienen su origen antes de la Colonia
La Paz. La producción de coca en Bolivia se remonta a antes de la época de la Colonia, pero se habla de su cultivo y consumo masivo a partir de 1571, según el documento La coca en la historia de Bolivia, escrito por Magdalena Cajías de la Vega.
La planta “originaria y ancestral” es reconocida en la Constitución Política (artículo 384) como patrimonio cultural. Se establece su protección, “revalorización, producción, comercialización e industrialización”.
La Ley 1008, Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, promulgada en 1988, es una de las primeras normas que legisla sobre la coca y permite el cultivo de sólo 12.000 hectáreas en Yungas, aunque no prevé una delimitación geográfica exacta.
Sin embargo, por medio de imágenes satelitales realizadas el 2008 por la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (ONUCDD), se estableció que en Bolivia hay 30.500 ha.
Destaca que en los Yungas de La Paz existen 20.700 hectáreas, en el Trópico de Cochabamba 9.500, mientras que en Apolo (La Paz) 300 hectáreas; es decir, un crecimiento del 6% respecto al año anterior (2007).
De acuerdo con los datos de Adepcoca, los municipios cocaleros son Coroico, Coripata, Yanacachi, Chulumani, Irupana, Inquisivi, Chamaca y La Asunta.
El Gobierno inició un estudio del mercado legal de la coca para establecer la demanda y definir la frontera agrícola.