A un año de la telenovela Rózsa

 

Roberto Méndez Herrera

roberto ok A un año de la telenovela Rózsa… la investigación del caso de presunto terrorismo en Santa Cruz ha tocado fondo y los cruceños estamos cada vez más vulnerables al extremo que hemos empezado a atacarnos de traidores y a desconfiar de nosotros, justo como era la intencionalidad del Gobierno de turno.



Y estamos como estamos, murmurando por debajo sobre quién “vendió” a quién, cuando en realidad, a leguas salta a la vista que el Gobierno infiltró a sus esbirros para hacer pisar el palito a algunos.

Y lo consiguió tal vez hasta hacernos perder la objetividad de los hechos y quedarnos con el discurso odiador y la estrategia de toma de poder que planificaron desde el Palacio de Gobierno.

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Pues resulta raro que un “terrorista” como Eduardo Rózsa aparezca tomándose fotografías en todos lados, saltando en Carnaval y bolicheando todas las noches.

Y que también, más por equivocación que otra cosa, Rózsa aparezca con el capitán Andrade, sin saber que ese sería su verdugo después en el hotel Las Américas.

Con esa telenovela ya estamos por cumplir un año este 16 de abril, cambiando de magnicidio a terrorismo, luego a separatismo, después a alzamiento armado y al tráfico de armas, últimamente, en el que de yapa el fiscal estrella Soza se equivoca de casa en un allanamiento.

El caso debe dejarnos dos reflexiones: la primera que a fin de poder enfrentar con dignidad y sin cola a un gobierno hegemónico, debemos replantearnos la renovación del liderazgo cruceño sin retacear en la lucha contra la amenaza que no acepta que existan regiones contestatarias.

Y la segunda, alentar que el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU promueva una investigación imparcial, en la que se respete la presunción de la inocencia y se siga un debido proceso y caiga quien caiga, incluyendo también a los gobernantes que hasta dejaron evidencias en los correos de Rózsa.

El Día