Que Rusia vuelva con “fuerza” a América Latina, pidió Evo, pero no dijo cual de las Rusia ¿la capitalista de ahora o la del desaparecido bloque soviético?
Evo Morales y Vladimir Putin conversan en el Palacio de Miraflores de Caracas. La reunión fue propiciada por Hugo Chávez el pasado 2 de abril.
Evo pidió que Rusia vuelva con “fuerza” a América Latina. Como siempre nos encontramos ante la duda de si sus palabras son producto de esa disfunción entre la razón y su aguda incontinencia verbal o en realidad quiere que Rusia se haga presente en el continente en una condición que puede poner en serio riesgo la estabilidad y la paz en la región.
Parece que a Evo Morales no le informaron que el bloque soviético se disgregó a fines de los años 80 y que la ideología dominante en Rusia no es precisamente la comunista sino todo lo contrario. En la Rusia actual, rige el capitalismo y en sus formas más salvajes. Todas las conquistas que la clase obrera pudo obtener durante la época soviética han sido eliminadas y rige la más dura competencia en todos los ámbitos. La seguridad social es prácticamente inexistente.
La economía rusa está mantenida por su aparato militar-industrial ya que en otros campos mantiene los resabios soviéticos, es decir su producción, por ejemplo, de automóviles está muy rezagada si se la compara con los países occidentales, el Japón o la misma China.
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Los únicos productos que Rusia puede mostrar al mundo son los aviones Mig o Sukhoi y tanques de tecnología obsoleta pero su aporte a la producción de bienes y servicios es simplemente nula. En suma, a Rusia le interesa únicamente vender sus armas. Ya pasaron los tiempos del “internacionalismo proletario” y el interés de Rusia es puramente económico, en una clara concepción capitalista. Ya no hay ninguna ideología o revolución que expandir y Wladimir Putin es uno de los grandes millonarios del mundo.
No deja de ser preocupante que Hugo Chávez esté intentando desarrollar tecnología nuclear con la cooperación rusa. Dice que quiere desarrollar esa tecnología con “fines pacíficos” lo cual, viniendo de quien viene, resulta muy dudoso. No se debe olvidar el belicoso discurso de Chávez contra la vecina Colombia y sus arengas para confrontarse con el “imperialismo”.
Si se toma en cuenta que es más que evidente que Evo hace lo que le dice Hugo Chávez resulta preocupante que se esté pretendiendo incorporar a Bolivia a una escalada armamentista que es claro no traerá beneficio alguno para el país. Evo Morales quiere mantener tranquilos a los militares dándoles algunos peligrosos juguetitos pero debe saber medir los límites y las consecuencias.
No es que debamos oponernos a que se estrechen relaciones de mutuo beneficio con todos los países del mundo ya sea Rusia, Kasajstán o Botswana pero ocurre que Evo, en este como en otros temas, ha perdido la noción de las proporciones.
Una cosa es tener buenas relaciones y otra, muy diferente, es invitar a un país a que entre en la región con “fuerza”. Eso suena como una invitación a que ese país venga y haga lo que le plazca. Al parecer ese es el concepto que tiene Evo Morales de la soberanía y la dignidad.
Es claro que como de costumbre, Evo Morales ha mostrado su total disposición a acoplarse al carro de Hugo Chávez que comprará armamento por 5 mil millones de dólares a Rusia lo cual de forma comprensible generará preocupación en la región por cuanto puede desatar una carrera armamentista sin precedentes.
Seguramente de niño a Evo le gustaba mucho el juego del “mono mayor y mono menor” y también quiere comprar, para no quedarse atrás, juguetitos bélicos por 150 millones de dólares, lo que para Bolivia no es poco y se hace más aún con la pretendida compra del nuevo avión presidencial saltando por sobre toda norma, es decir sin convocar a una licitación, por un precio de 39 millones de dólares.
Es que acaso no se acuerda que la mayor acusación contra Manfred Reyes Villa es precisamente la de haber adquirido algunas vagonetas sin convocar a una licitación que ahora resultarían una vagatela comparado con el super avión francés de Evo y el equipo militar que comprará a Rusia.
Con esta nueva operación es probable que Evo esté sentando las bases para poder, cuando termine su gestión presidencial, rajar no ya hacia Miami, sino hacia Caracas, si es que sigue en el poder su alter ego Hugo Chávez y si no siempre tendrá a la mano destinos como Irán, Cuba y de seguro también Rusia.