Un artista escenificó, de forma sorpresiva y simbólica a 20 metros de altura, la crucifixión de Jesús en el frontis de la catedral de San Esteban en Viena, en protesta por el escándalo de abusos a menores en la Iglesia Católica. Emmerich Weissenberger, de 44 años, reaccionaba así a las noticias de curas pedófilos. Entre los aplausos de la gente, la Policía puso fin a la acción del artista que en total estuvo una media hora "crucificado" en la catedral, uno de los lugares más emblemáticos de la capital austriaca.
"El día de la crucifixión de Cristo me crucifico yo, en representación de todos los desvalidos. Es un grito para pedir ayuda, pues el arte siempre es veraz. La Iglesia, con el cariz que hoy muestra, no lo es", dijo el artista sobre su proyecto en un comunicado. "Hoy no se debería pensar en la muerte de Cristo, sino en la muerte social de aquellos que fueron víctimas de los hombres de la Iglesia", añadió.
Weissenberger trepó por un andamio instalado en la entrada del templo, donde se están realizando obras de restauración. Los bomberos colocaron una colchoneta sobre la que el artista finalmente saltó.
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Noticias: Peru.com.