Carmen del Riego
El PP no votará a favor del decreto ley aprobado el jueves por el Gobierno, con el ajuste que supone la congelación de las pensiones y la rebaja del sueldo de los funcionarios. Lo confirmó ayer el presidente del PP, Mariano Rajoy, y lo justificó en que apoyar el recorte de gasto sería una irresponsabilidad. Pero todavía son muchas las incógnitas. El PP desconoce si se podrá votar por bloques o si se someterá a una sola decisión, y si es así, el "no rotundo" a la congelación de las pensiones pesaría más que una posible abstención a la reducción del salario de los funcionarios.
No es pacífica la decisión que tendrá que adoptar el PP, porque en el seno del grupo parlamentario hay sectores que serían partidarios de, aparte de oponerse a la congelación de las pensiones, votar a favor del recorte del sueldo de los funcionarios, como demostración de que el PP es consciente de la crisis y también está dispuesto a asumir medidas impopulares, sin decir a todo que no. Además, señalan en estos sectores que mientras se ha planteado una alternativa cuantificada a la congelación de las pensiones, no se ha hecho lo mismo respecto a cómo reducir el déficit público si no se ahorra con la rebaja de los salarios. Esa falta de alternativa haría menos creíble, según este sector, una posición de rechazo del Partido Popular.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, que ayer abordó esta cuestión durante la clausura de un foro del PP, en Córdoba, no se mojó. Confirmó que se opondrá a la congelación de las pensiones, pero eludió pronunciarse sobre el sueldo de los funcionarios. De lo que sí habló fue del anuncio que hizo el Gobierno de establecer un impuesto para las rentas más altas: "Subir los impuestos es malo, que no cuenten con nosotros. es contraproducente, afectará a la economía y es sólo un impuesto demagógico". Rajoy fue más allá: "No se puede gobernar a golpe de genialidad".
Porque es lo que considera que hace Zapatero con su plan de ajuste, que definió como "estacazo al débil, al que no se puede defender, como los pensionistas". Un Zapatero, subrayó, que "se ha convertido en la persona del mundo que menos resiste el más mínimo examen comparativo" y de quien dijo que "no se ha dado en el mundo un caso de travestismo tan espectacular como el del señor Rodríguez Zapatero".
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Rajoy sigue dando sus recetas para ahorrar, que no pasan por las adoptadas por el Gobierno: "Si no hubiera habido Plan E, no hubiera sido necesario hacer lo que ha hecho Zapatero con pensionistas y funcionarios", y encima, subrayó, sus medidas "rebajan el crecimiento económico de España, lo que impide la creación de empleo", argumento que fue el utilizado por Zapatero tras la entrevista que mantuvieron el presidente del Gobierno y el líder de la oposición en la Moncloa, antes de que Europa obligara a adoptar el plan de ajuste.
Una abstención del PP en la convalidación del decreto ley permitiría su aprobación, aunque el Gobierno espera la abstención de CiU, PNV y Coalición Canaria, que bastaría, y con quienes el grupo socialista ya ha empezado a negociar. CiU todavía no ha confirmado oficialmente que se abstendrá para que el decreto salga aprobado, aunque ayer su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, dejó claro que en ningún caso apoyarán con un sí el decreto. En su página web, Duran afirma que el Gobierno no puede reclamar a la oposición un "acto de adhesión" a sus medidas para "compartir sus errores", y con la única pretensión de "proyectar una imagen de unidad ante los mercados y los organismos internacionales". Y menos se le puede pedir a CiU, indica Duran, porque fuimos nosotros quienes propusimos un pacto de Estado que fue rechazado por el Gobierno: "Habríamos tomado medidas todos juntos sin tener que llegar al actual extremo", afirmó. "Ahora lo que hay que hacer es obtener más ingresos sin subir los impuestos", propone.
La Vanguardia – España