La selección italiana necesita ganar a Eslovaquia para no depender del resultado del encuentro Nueva Zelanda-Paraguay en su camino para alcanzar los octavos de final del Mundial. Empatada a todo con Nueva Zelanda y con dos puntos en su casillero, un triunfo le haría estar en la siguiente ronda y del resultado del otro encuentro sólo dependería la posibilidad de ser primero o segundo del grupo.
Italia no ha completado hasta el momento un buen Mundial, ya que ha empatado a uno los dos partidos, ante Paraguay y Nueva Zelanda. En ambos partía como favorito y en ambos empezó por detrás en el marcador. Además, ante los neozelandeses, una de las selección más frágiles a priori del torneo, necesitó un penalti para igualar.
Frente al mal juego de esta fase, el equipo de Marcelo Lippi tiene la historia. Más de una competición internacional en la que Italia empezó con mal pie acabó con un título. Así fue entre otros casos en 1982, en España, donde acabó con la copa en su poder. Para este encuentro ante Eslovaquia, lo más probable es que Lippi mantenga el bloque con el que ha contado hasta el momento, en el que apenas ha introducido varios con la excepción del meta Gianluigi Buffon, sustituido en el descanso del primer encuentro por Federico Marchetti.
Fuente: 20 minutos
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