Brasil y Holanda, por el presente y por la historia


Port Elizabeth se dará, tal vez, el mayor lujo de su historia vinculada al deporte.

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En el Nelson Mandela Bay, al borde del lago North End, se jugará uno de los mejores partidos que el fútbol puede ofrecer. Por lo que cuenta la historia y por lo que señalan también los antecedentes más cercanos. Brasil y Holanda representan -en su vida de fútbol- dos de los estilos más aceptados por el público e inequívocamente asociado a sus mejores exponentes (Pelé, Cruyff, Garrincha, Van Basten, Romario, Gullit).



Pero también viven del hoy: el equipo de Dunga, número uno del ranking de la FIFA- ganó el año pasado la Copa de las Confederaciones; la Naranja Matemática de Bert van Marwijk cuarto en la clasificación mundial- suma doce victorias sucesivas por partidos oficiales. La marca de Holanda de triunfos en serie (ocho por Eliminatorias y cuatro por esta cita sudafricana) es también una amenaza para la historia de Brasil. Sólo otro equipo consiguió semejante recorrido sin fisuras: aquel inolvidable grupo de estrellas verdeamarelas del Mundial de 1970, en México. Esto significa que si hoy Holanda se impone quedará solo en ese pedestal y también en las semifinales. Pero los europeos también tienen ánimo de revancha. En 1994, en Dallas, Brasil eliminó a Holanda en los cuartos de final, tras un segundo tiempo con cinco goles.

En 1998, en Marsella, por las semifinales, el equipo sudamericano fue bendecido en el azar de los penales. Son dos heridas que sobre todo los periodistas y los hinchas mantienen abiertas. Recuerdan aquellos partidos desde el momento en el que supieron quién iba a ser el rival en esta instancia. Y entre aquellos partidos y estos hay un punto de encuentro insoslayable: Dunga, hoy técnico de Brasil, era el capitán de aquellos días que derivaron en dos finales sucesivas. El entusiasmo es un patrimonio compartido. Y lo expresaron con palabras, en la antesala de este encuentro.

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“El título de campeón mundial de amistosos no nos interesa. Ahora es el momento de ganar los partidos importantes. Enfrente estará Brasil con todo lo que eso significa. Con toda su historia y todos sus nombres. Pero nosotros estaremos a un 120 por ciento y no le vamos a tener miedo a nadie”, advirtió el mediocampista Wesley Sneijder. “Tenemos un reto difícil por delante. Ellos tienen a grandes jugadores y tendremos que cuidar a todos. Es un gran equipo. Pero nosotros somos Brasil y tenemos lo nuestro”, afirmó el lateral derecho brasileño Maicon, compañero de Sneijder en el Inter de la Triple Corona.

Dunga, el exitoso y criticado, fue elogioso con el rival inminente: “Holanda tiene una buena tradición jugando Mundiales, es un equipo muy difícil, con un estilo muy parecido al sudamericano, juegan como sudamericanos”. Por ellos, además de las palabras, hablan sus recorridos en este Mundial. Primero un detalle que comparten: están invictos y apenas recibieron dos goles en cuatro encuentros. Luego, una sensación que los hace parecidos: ganan incluso ofreciendo lo mínimo indispensable, como si dosificaran energías o recursos. Port Elizabeth tendrá hoy la posibilidad de que ofrezcan, tal vez, su mejor versión. Si es así, la única consecuencia posible será una ovación.

Fuente: Clarín