Con la ‘mano de Dios’ sudada de tanto dar apretones y la mejilla húmeda de tantos besos, Diego Maradona estuvo lejos de una cancha; las únicas pelotas que ha visto en Venezuela son para autografiarlas, pero ahora sí le quedó más claro lo que cuesta ser amigo del presidente de la República, Hugo Chávez, tras acompañarlo al acto de graduación de 319 licenciados de la Universidad Iberoamericana del Deporte, en Cojedes.
Pero se asume que al ‘Diez’ estos actos protocolares no deben molestarle porque ya había dejado claro más temprano su fidelidad con el líder revolucionario: "Estoy con él a muerte, permanentemente escuchándolo cómo defiende todas sus posturas. Me parece fantástico". Aunque la muerte pueda ser de aburrimiento.
Chávez, que de fútbol sabe poco, apeló a la archiconocida historia del gol con la mano que Maradona le marcó a Inglaterra en el Mundial México 86, y como a tantos otros terminó por confundir al astro argentino, quien dijo: "La mano de Dios fue el segundo gol a los ingleses (fue el primero) en el 86 fue una pelota alta que la iba a coger el portero y yo hice que iba a darle con la cabeza y le metí el puño", y complació a su amigo.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
En su segundo día en Venezuela, Maradona también acompañó a Chávez a romper relaciones con Colombia.
Noticias de TV: América.