
De este modo, Brasil, que junto a Turquía realizó un último esfuerzo diplomático este verano para impedir el endurecimiento de sanciones contra la República Islámica, parece unirse a la posición común defendida por las principales potencias occidentales, Rusia y China, que el pasado junio acordaron el endurecimiento de sanciones contra Irán.
El ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Celso Amorim (foto), afirmó que su país ha ratificado estas sanciones porque, aún en desacuerdo, Brasil siempre cumple con las obligaciones que impone el Derecho Internacional. Amorim destacó que Brasil, que en la actualidad forma parte del Consejo de Seguridad de la ONU, se limita a cumplir lo que establece Naciones Unidas.
ABC – Madrid
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