Secuelas. El conflicto en Potosí provocó fracturas en el MAS


Los canales de televisión mostraron a manifestantes que golpeaban y pisaban muñecos de Evo, algo hasta hace poco impensable en esa región que le votaba abrumadoramente.

image El pasado domingo cerca del mediodía, grupos de transportistas se enfrentaron con mineros cooperativistas. (foto El Potosí)

LA PAZ | EFE.



La huelga de tres semanas en Potosí fractura al MAS

PROTESTAS

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El Movimiento al Socialismo (MAS), alianza de izquierdistas e indigenistas que llevó al poder a Evo Morales en 2006, se fracturó por la huelga de 19 días que hizo en su contra Potosí, región donde el mandatario boliviano tuvo en 2009 un 80% de los votos, informaron fuentes políticas.

Diputados del MAS pidieron revocar el mandato de varios legisladores del mismo partido que se sumaron a una huelga de hambre y otras protestas en ese departamento andino fronterizo con Argentina y Chile, confirmó a Efe el subjefe del grupo parlamentario gubernamental, el senador Eugenio Rojas.

El diputado oficialista Luis Gallego, también dirigente de la Federación de Campesinos del norte de Potosí, solicitó cesar al senador Eduardo Maldonado y los diputados Juan Carlos Sejas y Hugo García, todos del MAS, por sumarse a la huelga.

Rojas aclaró que la revocatoria la tramitará el Tribunal Supremo Electoral una vez recogidas las firmas de al menos el 15% de los votantes Potosí y que, además, habrá que esperar a mediados de 2012, porque la Constitución reza que esa medida solo puede adoptarse después de pasada la mitad del periodo.

El conflicto en Potosí concluyó con cinco acuerdos firmados en la cercana ciudad de Sucre por ministros de Morales y dirigentes potosinos sobre proyectos de desarrollo y una disputa con la región vecina de Oruro por un territorio rico en minerales.

El presidente del Comité Cívico de Potosí, Celestino Condori, que encabezó la huelga, dijo a Efe que los potosinos festejan el éxito de la movilización, que terminó cuando Morales cedió a sus demandas y causó, según él, un «serio desgaste» al mandatario.

«Este costo político es el que más la población está festejando ahora, porque al final se ha podido ver que el Gobierno no entiende a este pueblo que se ha sacrificado, y ahora es un poco difícil reencaminar una nueva relación», aseguró Condori.

Los canales de televisión mostraron el martes a manifestantes que golpeaban y pisaban muñecos de Morales, algo hasta hace poco impensable en esa región que le votaba abrumadoramente.

Algunos dirigentes cívicos incluso piden al mandatario que no asista a la fiesta de aniversario de Potosí, el 10 de noviembre, mientras que fuentes oficiales minimizan la fractura.

El ministro de la Presidencia, Oscar Coca, declaró que las protestas en Potosí fueron «un falso conflicto» y que sólo hizo que el Gobierno «tal vez perdiera alguna monedita».

«Descalificamos esas palabras: no podemos creer que (Coca) se atreva a querer incendiar Potosí. Seguramente quiere ver sangre», replicó hoy Condori.

La fractura del MAS en Potosí es la más reciente pero no la única del año en esa alianza de grupos políticos, sindicales y étnicos.

Hace un mes, históricos ‘masistas’ como los ex senadores Lino Villca y Filemón Escóbar anunciaron la creación de una nueva fuerza política para participar en las elecciones generales de 2014, tras criticar al mandatario y varios de sus colaboradores.

También el ex ministro de Educación Félix Patzi creó en marzo un nuevo movimiento, con apoyo de indígenas, tras expulsarlo el MAS.

Por otra parte, vendedores ambulantes y comerciantes de puestos callejeros, que tradicionalmente han apoyado a Morales, amenazaron el martes con un referendo para revocar su mandato si no cambia una nueva ley que endurece las sanciones al contrabando.

La decisión fue tomada en una reunión de dirigentes de ese sector en la ciudad oriental de Santa Cruz, informó a Efe Jesús Cahuana, secretario general de la Confederación de Gremiales, como se llama en Bolivia a los comerciantes informales.