Un alevoso artículo de ‘opinión’


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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Delfines de agua dulce

  2. Bajo el Penoco, El Día: Así cualquiera entiende

  3. Los Tiempos: CARANAVI Y EL ‘PROCESO DE CAMBIO’

  4. El Deber: Comportamiento en crisis

  5. La Razón: México lindo y herido

  6. Cambio: Un alevoso artículo de ‘opinión’

  7. La Prensa: Comportamientos en crisis

  8. El Diario: La tricolor nacional, única enseña boliviana

  9. El Mundo: Rescate

  10. Opinión: Proyectos productivos y vocación de desarrollo

  11. Clarín, Argentina: Doble desafío para los partidos políticos


El Día: Delfines de agua dulce

En los últimos días las noticias de prensa han dado cuenta del esforzado y exitoso rescate de una docena de delfines rosados atrapados en un sector del río Pailas del departamento de Santa Cruz. El suceso había captado la atención internacional por cuanto el delfín rosado  –el bufeo boliviano- constituye una especie única que vive en algunos ríos del territorio nacional, en un hábitat aislado y diferente de los delfines de agua dulce de la cuenca del Amazonas. El Inia boliviensis es un cetáceo categorizado como “especie vulnerable” y valiosa, por lo que las medidas que se adopten para su defensa y protección se consideran fundamentales, casi siempre urgentes y oportunas.



En países de intensa dinámica social y política como Bolivia, los esfuerzos de preservación del medioambiente suelen pasar sino desapercibidos, al menos desplazados y minimizados por otro tipo de noticias. Conviene tener presente que al contrario de las informaciones coyunturales, las referidas al deterioro del entorno necesitan una carga adicional de datos referidos a los factores causales evitables, como una forma de prevenir mayores riesgos para el medioambiente y, especialmente, la supervivencia de los seres vivos. Esta arista educativa pasa por la generación de la conciencia ambientalista en la ciudadanía para cuidar la extrema fragilidad del planeta.

En una situación de perfiles desfavorables, corresponde resaltar en su justa dimensión el invalorable esfuerzo conjunto de las personas e instituciones que rescataron los bufeos atrapados en el río Pailas. Resulta oportuno destacar la decisión y profesionalismo de los biólogos del Museo de Historia Natural “Noel Kempf Mercado”, que han asumido tareas conjuntas con expertos de otras áreas para sumar recursos financieros, materiales, logísticos y humanos en una labor extensa, ardua, paciente y delicada con el apoyo de FunSar, Gas Transboliviano S. A, Fundación Omacha, Estar Vivo, Instituto de Ecología de la UMSA, WWF, WDCS y otras importantes entidades nacionales e internacionales.

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La exitosa operación  rescate de una docena de ejemplares de la “Inia boliviensis” desde el río Pailas hasta Río Grande, su hábitat natural, viene a constituir un ejemplo de defensa y preservación de las especies en peligro, en particular la del bufeo boliviano, que por sus características ecosistémicas resulta única y en extremo valiosa. Doble satisfacción, por una parte, y un llamado de alerta a las autoridades del medioambiente, porque los delfines de agua dulce rescatados habían sido atrapados por una barrera de lodo producto de la extensa deforestación de la zona y agravada por las intensas lluvias.

Esto significa que la degradación del medioambiente, expresada en la pérdida constante y rápida de extensas áreas forestales pone en peligro a la fauna y la flora del país, con efectos y consecuencias graves para el equilibrio ecológico regional. Lo sucedido con los peculiares cetáceos que viven en nuestros ríos, constituye un ejemplo de los daños que provoca la agresión humana al entorno. Sin duda que la satisfacción de haber salvado un grupo de delfines de agua dulce, ha sido opacada por la certeza de las sombrías perspectivas de la preservación y defensa de la naturaleza en el país.

Corresponde resaltar en su justa dimensión el invalorable esfuerzo conjunto en el rescate de los bufeos atrapados en el río Pailas.

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Bajo el Penoco, El Día: Así cualquiera entiende

El comandante de la Policía, Óscar Nina, amenazó con iniciarles juicio a los que han tenido la osadía de poner en duda la actuación de los uniformados en la represión de Caranavi, donde murieron dos campesinos el pasado mes de mayo. Se refería de esa forma al Defensor del Pueblo y a la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) que, por separado, emitieron informes sobre la despiadada toma de aquella población, donde se produjeron detenciones ilegales, allanamientos, hechos de tortura y palo a diestra y siniestra. Y como para que las cosas queden bien claras, sospechosamente, ayer se produjo un allanamiento en una de las oficinas de la APDH en La Paz, a cargo de un fiscal y un oficial de Policía que supuestamente buscaban droga. Al caer la noche del mismo día, el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, quien en la jornada anterior había desafiado a Nina contrastar el informe sobre Caranavi, decidió ponerse humilde y le dijo muy cordialmente al estimado comandante que no se preocupe, que si bien se dicen muchas, que en ningún momento ha acusado a ninguna autoridad. Sólo faltó decir que a los jóvenes de Caranavi los partió un rayo.

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Los Tiempos: CARANAVI Y EL ‘PROCESO DE CAMBIO’

Las secuelas que dejaron los enfrentamientos de Caranavi no terminan de despejarse

Cuando el 7 de mayo pasado el Ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, instruyó a la Policía Nacional que intervenga para desbloquear la carretera que une La Paz y Caranavi, cruzó una línea que marcó un importante hito en el proceso político que vive el país.

Es que ese día, por primera vez desde que Evo Morales asumiera el gobierno en enero de 2005, el MAS apuntaba las armas de uno de los aparatos represivos del Estado, aunque sólo hubiera sido para disparar gases lacrimógenos, contra sus propias filas.

En efecto, hasta entonces, la Policía  y las Fuerzas Armadas sólo habían sido movilizadas por el gobierno de Morales para reprimir manifestaciones de protesta convocadas desde las filas de la oposición cívica y regional. Y aunque en muchos de esos casos los enfrentamientos llegaron a ser cruentos, dejando un saldo de decenas de muertos y heridos, nunca llegaron a poner en tan serios aprietos, como ocurre ahora, a las autoridades responsables de las tareas represivas.

A diferencia de la facilidad con que esos casos fueron relegados al olvido, las secuelas que dejaron los enfrentamientos de Caranavi no terminan de despejarse. De nada sirvió que la comisión senatorial que se hizo cargo de las investigaciones haya aprobado el informe que presentó el Ministro Llorenti absolviéndolo de pena y culpa, sin exigirle una explicación sobre lo que súbitamente ocasionó un cambio tan radical en la forma como su despacho afrontó el conflicto, pasando de la total indiferencia de los primeros trece días a una enérgica intervención policial que no tuvo ningún reparo en actuar, literalmente, a sangre y fuego, con el ya conocido saldo de muertos y heridos.

Fue tanta la condescendencia de la comisión senatorial que Llorenti no tuvo que explicar cómo fue que de un día para otro, un caso que era calificado como "asunto interno" de organizaciones sindicales campesinas, se transformó en "una ofensiva de grupos armados y militarmente muy bien entrenados", respaldados nada menos que por la Embajada estadounidense.

Ahora, cuatro meses después, y muy a pesar de la sumisión con que los asambleístas del oficialismo intentaron liberar de toda culpa a las autoridades gubernamentales y policiales, el Defensor del Pueblo y la Asamblea de Derechos Humanos, mediante sendos informes, han vuelto a poner en duda la versión gubernamental. Ambas instituciones, después de arduas investigaciones, han llegado a la conclusión de que las versiones del Ministerio de Gobierno y de la Policía Nacional no corresponden a la verdad, por lo que exigen que el caso no sea archivado como solía ocurrir en los tiempos de las dictaduras.

Ante ello, el Ministerio de Gobierno no ha tenido mejor idea que dar la espalda a la Policía Nacional haciéndola responsable de todos los abusos denunciados. Y esta institución, por su parte, en vez de exigir el respaldo correspondiente, ha optado por amenazar de múltiples maneras a las personas e instituciones que, como el Defensor del Pueblo y la Asamblea de Derechos Humanos, se niegan a avalar los abusos denunciados.

¿Serán esas otras maneras como se manifiesta la quinta etapa del "proceso de cambio"?

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El Deber: Comportamiento en crisis

En pequeña, en mediana y también en gran medida, algunos comportamientos, algunas actitudes que se han hecho de espacios inconmovibles en nuestra sociedad actual, complican gravemente la situación de crisis económica que es común denominador en el tiempo presente.

Son harto raras, hablando de estos tiempos, las fortunas individuales amasadas de la noche a la mañana y en circunstancias dudosas, como fruto de negocios lícitos, ilícitos o como resultado de fraudes contra el tesoro público o los fondos fiscales. Y son raras, no tanto porque hubiésemos cambiado nuestros modos de vida, porque nos hubiéramos sometido a un corte de uñas o por haber crecido de manera real y desmesuradamente, nuestro temor a la justicia ordinaria o a la de Dios.

Simple y llanamente, eso pensamos de modo íntimo, en medio de la crisis económica presente que es universal, se acabaron los medios de amasar fortunas, de acrecentarlas y de conservarlas seguras en una hermética y vetusta cacha.

Ricos, relativamente ricos, los hay sin duda. Pero a quienes se tiene fichados en esta categoría no pasan de haber asegurado un pasar sin sobresaltos, con capacidad para alimentarse junto a los suyos, vestirse, cuidar de la salud y costearse excentricidades que no supongan desembolsos millonarios y que les permitan conceder que la vida, al final de cuentas, ofrece compensaciones pequeñas y algo más a los que batallan con fe, sin claudicaciones y con esperanzas.

Mas, como si en nuestra sociedad actual abrumada bajo el peso de la crisis hubiese sujetos boyando en la opulencia, fruto de esos negocios ilícitos o de muy malas y detestables artes, o de legados hereditarios, nunca faltan los que han hecho desvergonzado modo de vida de la designación de “padrinos, socios honorarios” y otras lindezas por el estilo, a quienes, y en razón de tales absurdos y desconsiderados títulos, emponchan gastos de suyo superfluos y que, no obstante, no dejan de costar un ojo de la cara.

Qué sentido tiene, cuánto enaltece o distingue alguno de los trillados nombramientos de padrinos o de socios honorarios que tan de moda están desde hace años, incontables a estas alturas. Mediante cartas o pergaminos colorinches ensartan al ciudadano con la manida historia que se expresa de la misma manera, empezando por exaltar la supuesta magnificencia del elegido, para pasar de allí a imponerle el padrinazgo o el grado honorífico, cuya real equivalencia no es otra que la de un pedido desvergonzado de dinero o de prenda de valor significativo en el mercado corriente.

A unos y a otros y a muchos sin duda, por no decir a todos, la crisis económica golpea y a veces muy severamente. Pero aun suponiendo que en realidad haya quienes tienen plata para tirar, constituye desvergüenza grave convocarlo con fruslerías para que, sin lugar a excusas prácticamente, tienda la mano con sus billetes de buen corte o con regalos costosos, sin razones y a título de nada ciertamente.

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La Razón: México lindo y herido

La guerra contra los narcos pasa por su momento más crítico; se necesita ayuda

San Fernando, Tamaulipas, norte de México. Setenta y dos cuerpos de personas indocumentadas yacen, algunos encima de otros, en la fosa de un rancho cercano a la frontera con EEUU. La región se ha convertido en caldo de cultivo de la delincuencia organizada y la imagen de estos inmigrantes no sorprende tanto en un ambiente dominado por el poder del narcotráfico.

Para la ONU, los asesinatos de los 72 inmigrantes reflejan “la crítica situación de los emigrantes en este país”. Y el ex visitador general de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Mauricio Farah, dice que “éste es el drama que viven día a día los migrantes que atraviesan el territorio mexicano hacia EEUU”.

Desde que el Gobierno mexicano les declaró la guerra a los cárteles de la droga, los crímenes no han dejado de ser noticia: 28.000 muertos en menos de cuatro años. El drama parece no tener fin y la preocupación mundial va en aumento.

Con las ejecuciones de 58 hombres y 14 mujeres sin papeles que provenían de Brasil, Ecuador, El Salvador y Honduras, se reinstaló el debate inconcluso de la esperanza sin tregua de miles de latinos que anhelan mejores días en EEUU. Además, permitieron conocer más a fondo la modalidad del secuestro que vienen aplicando los narcos con el propósito de extorsionar a los familiares de los indocumentados.

El “sueño americano” no sólo se estrella contra la dificultad de cruzar la frontera; ahora también con la brutalidad de los cárteles del narcotráfico, que hace años que están embarcados en una disputa sanguinaria por ampliar su dominio territorial y, para ello, no tienen escrúpulos en utilizar a los más indefensos.

La foto incalificable de los latinos acribillados es una muestra de la crueldad de esta lucha sin cuartel. Por la dignidad de esos ciudadanos, se impone llevar adelante una investigación urgente y transparente, tal como lo han exigido varias de las principales organizaciones políticas y sociales del planeta.

Que este tipo de crímenes se cometa donde los narcos se mueven a sus anchas, o que el horror se convierta en moneda corriente, no significa que esto deba ser tolerado. Más aún, el Gobierno mexicano está llamado a cortar de raíz la impunidad con que el narcotráfico recibe apoyo de funcionarios estatales. La guerra declarada contra este enemigo interno atraviesa por su momento más crítico y demanda, con urgencia, la ayuda internacional.

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Cambio: Un alevoso artículo de ‘opinión’

"Yo que tanto he venido hablando de la gente de izquierda (…) porque sencillamente hay ya en este Gobierno, engendros de mula con demonio (García Linera) o de llama con Lucifer (Evo Morales) y travestis con el mismísimo Hades (Sacha Llorenti)", se lee en una columna de la página de artículos del diario Opinión de Cochabamba y que lleva la firma de Iván Castro Aruzamen, quien se define como teólogo y filósofo y abunda en insultos contra esas autoridades nacionales.

Y como no podía ser de otra manera, esas temerarias aseveraciones merecieron una unánime como contundente condena por parte de las organizaciones que aglutinan en su seno a los periodistas del país; ya que el opinador de marras incurrió en el delito de libelo infamatorio, porque con sus infundadas acusaciones violó el artículo 287 del Código Penal Boliviano que señala: "El que por cualquier medio o de un modo directo ofendiere a otro en su dignidad o decoro, incurrirá en prestación de trabajo de un mes a un año y multa de treinta a cine días".

"Si el hecho previsto en el artículo 283 y la injuria a que se refiere este artículo fueren cometidos mediante impreso, mecanografiado o manuscrito, su autor será considerado reo de libelo infamatorio y sancionado con multa de 60 a 150 días, sin perjuicio de las penas correspondientes". Según el subdirector de Opinión, Federico Sabat, la responsabilidad del contenido del artículo de referencia corresponde íntegramente al autor, es decir a Iván Castro Aruzamen, y que la Ley de Imprenta de 1925 lo establece de esa manera.

Sin embargo, el propio diario pudo haber vulnerado el artículo 107 de la Constitución Política del Estado que señala que los medios de comunicación "deberán contribuir a la promoción de los valores éticos, morales y cívicos", y que la información y las opiniones emitidas a través de ellos "deben respetar los principios de veracidad y responsabilidad". Estos principios fueron obviados por el articulista de marras.

El secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz (FTPLP), Boris Quisbeth, condenó las injurias en contra Morales, García y Llorenti, y recordó que mancillar el honor de las personas está penado por las leyes, por lo que las autoridades del Órgano Ejecutivo tienen todos los mecanismos a su alcance para enjuiciar al columnista en cuestión e incluso a los propietarios de Opinión.

En tanto que el presidente de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), Javier Zeballos, reflexionó que las diatribas contra el Mandatario son innecesarias porque "todo el mundo debe respetar al otro", sugirió a los ofendidos acudir al Tribunal de Ética de la ANP porque el diario cochabambino es afiliado a esta institución y aseguró que los ofendidos tienen vía libre para acudir a las instancias judiciales que vean correspondientes para eventualmente enjuiciar a Castro Aruzamen.

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La Prensa: Comportamientos en crisis

Mediante cartas o pergaminos ensartan al ciudadano con la manida historia, empezando por exaltar la supuesta magnificencia del elegido?

En pequeña, en mediana y también en gran medida, algunos comportamientos, algunas actitudes que se han hecho de espacios inconmovibles en nuestra sociedad actual complican gravemente la situación de crisis económica que es común denominador en el tiempo presente.

Son harto raras, hablando de estos tiempos, las fortunas individuales amasadas de la noche a la mañana y en circunstancias dudosas, como fruto de negocios lícitos, ilícitos o como resultado de fraudes contra el tesoro público o los fondos fiscales. Y son raras, no tanto porque hubiésemos cambiado nuestros modos de vida, porque nos hubiéramos sometido a un corte de uñas o por haber crecido de una manera real y desmesuradamente nuestro temor a la justicia ordinaria o a la de Dios.

Simple y llanamente, eso pensamos de modo íntimo, en medio de la crisis económica presente que es universal, se acabaron los medios para amasar fortunas en plazos realmente cortos, de acrecentarlas y de conservarlas seguras en un hermético y vetusto arcón que alguna vez legamos.

Ricos, relativamente ricos, los hay sin duda. Pero a quienes se tiene fichados en esta categoría no pasan de haber asegurado un pasar sin sobresaltos, con capacidad para alimentarse junto a los suyos, vestirse, cuidar de la salud y costearse excentricidades que no supongan desembolsos millonarios y que les permitan conceder que la vida, al final de cuentas, ofrece compensaciones pequeñas y algo más a los que batallan con fe, sin claudicaciones y con esperanzas.

Mas, como si en nuestra sociedad actual abrumada bajo el peso de la crisis hubiese sujetos boyando en la opulencia, fruto de esos negocios ilícitos o de muy malas y detestables artes, o de legados hereditarios, nunca faltan los que han hecho como un desvergonzado modo de vida de la designación de ?padrinos, socios honorarios? y otras lindezas por el estilo, a quienes, y en razón de tales absurdos y desconsiderados títulos, emponchan gastos de suyo superfluos y que, no obstante, no dejan de significar un ojo de la cara.

Qué sentido tiene, cuánto enaltece o distingue alguno de los trillados nombramientos de padrinos o de socios honorarios que tan de moda están desde hace años en nuestro país, incontables a estas alturas. Mediante cartas o pergaminos colorinches ensartan al ciudadano con la manida historia que se expresa de la misma manera, empezando por exaltar la supuesta magnificencia del elegido, para pasar de allí a imponerle el padrinazgo o el grado honorífico, cuya real equivalencia no es otra que la de un pedido desvergonzado de dinero o de alguna prenda de valor muy significativo en el mercado corriente.

A unos y a otros, y a muchos sin duda, por no decir a todos, la crisis económica golpea, y a veces muy severamente. Pero aún suponiendo que en realidad haya quienes tienen plata para tirar, constituye desvergüenza grave convocarlo con algunas fruslerías para que, sin lugar a excusas prácticamente, tienda la mano con sus billetes de buen corte o con regalos costosos, sin razones y a título de nada ciertamente.

Tal vez haya quien se sienta deslumbrado ante aquellos artilugios, aunque no dejan de ser indignos algunos comportamientos que todas las crisis juntas no justifican.

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El Diario: La tricolor nacional, única enseña boliviana

La efemérides de la Patria, el pasado 6 de Agosto, ha servido para que en todo el país y sus instituciones, se reconozca, una vez más, como única enseña nacional a la tricolor boliviana, creada conjuntamente la República en 1825 y modificada en 1851; nadie, desde entonces, se había permitido cambios en su forma y colores.

La adopción de doctrinas contrarias al sentir nacional determinó que el Gobierno decida introducir en la Constitución Política del Estado a la “whipala” que fue usada por comunidades indígenas del país, con la explicación de que “es un reconocimiento al símbolo utilizado ancestralmente por nuestra población nativa”. Y la verdad es una sola: la “whipala”, tal como se la presenta, es el pendón que trajeron los militares españoles que acompañaron a Cristóbal Colón en octubre de 1492 y que plantaron en las playas de América -que entonces se creyó se trataba de las “Indias occidentales”- y esos pendones o banderas de los conquistadores, o sus similares, se encuentran en los museos de Huelva, Los Palos y Sevilla de España.

Pero, así se trate de un símbolo de nuestros ancestros -como erróneamente se sostiene- no habría razón para reemplazar a la única bandera de los bolivianos; que sea utilizada en ceremonias especiales de los grupos indígenas e incorporada como la “khantuta” como una alegoría, nadie tendría por qué protestar o contradecir.

En la conciencia de los bolivianos hay la certidumbre de lo que son los símbolos patrios y, si hay banderas o banderolas regionales, es algo que hasta los equipos de fútbol tienen en Bolivia y en cualquier parte del mundo; pero, pretender que el reconocimiento sea general y, además, motivo de veneración y respeto a la “whipala” en vez de la tricolor boliviana, no correspondería porque sería atentar contra la conciencia de lo que es la bolivianidad.

Los símbolos patrios o que representan el sentir de los pueblos, en la historia de la humanidad han jugado importantes papeles porque implicaron levantar la conciencia de los pueblos, infundirles amor, civismo y patriotismo no sólo para su defensa sino para conjuncionar voluntades en pro de sus territorios. No entender que la bandera nacional no es sólo símbolo de independencia y libertad de los bolivianos sino medio de unidad y fraternidad, es irresponsable. Creer que una banderola -antiguo símbolo de las fuerzas coloniales españolas- por haber sido adoptada por las etnias aymaras sea un símbolo más y que se parangone con la bandera, no corresponde en forma alguna.

Que la “whipala” ha sido incorporada en la Constitución como un símbolo más, no es extraño porque lo mismo pasa con muchas disposiciones que contiene la nueva Carta Magna y que están en contradicción con anteriores textos constitucionales. Para la mayoría de los bolivianos -de las presentes y futuras generaciones- la “whipala” quedará en los textos constitucionales; pero, de ahí que pase al sentimiento y veneración de la población, hay mucha distancia. La tricolor nacional es símbolo de unidad, libertad, Patria y justicia para los bolivianos; es una especie de instrumento que tan sólo a su vista mueve los sentimientos de la Patria que debe ser amada, respetada y servida.

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El Mundo: Rescate

Las perspectivas para el rescate de los 33 mineros que se encuentran atrapados en una mina en la república de Chile, si bien son optimistas, dicen que tendrá que tomar un tiempo que tranquilamente podrá representar un trimestre. El tema ha trascendido la fronteras de ese país, ya que los temas relacionados con la tragedia suelen ser siempre de interés de la comunidad que de esta manera parece conformarse pensando que debe sentirse feliz con lo que tiene ya que podría estar peor.

Para los bolivianos actuales, cualquier historia que parece mostrar un desenlace positivo resulta altamente confortante, ya que la situación en general muestra un panorama poco alentador y lo más grave es que son las propias autoridades quienes se encargan de hacer que el futuro se vea como algo poco digno de ser considerado bueno o positivo.

Las inundaciones que afectaron a una buena parte del oriente y que parecía que no podían terminar, dieron lugar a una pérdida de las cosechas y luego a una sequía que impedía la posibilidad de que pueda rescatarse algo de la producción, por el contrario, el ganado comenzaba a dar muestras de la rudeza de la situación y luego de buscar refugio en las zonas altas, comenzó a rendirse ante la situación.

Los agricultores no perdieron las esperanzas y luego de un esfuerzo comenzaron a entusiasmarse con la preparación de las tierras para una próxima siembra, pero para fertilizar el suelo y deshacerse de los desechos, comenzaron con los famosos chequeos, cotidianamente censurados pero relativamente contenidos; en efecto, la prohibición de quemar queda circunscrita a la noche de San Juan, cuando se prohíbe hacer fuego en las ciudades, prohibición que no es acatada del todo y luego la quema en los campos.

Lo fatal en la situación actual es que la que mayoría de los chequeos resultó avivada por los vientos huracanados, otra de las características del clima actual, atribuidas al fenómeno de El Niño y que dieron lugar que el fuego se propagara de tal manera que afectó seriamente a muchas comunidades rurales e inclusive que constituyera una amenaza para algunas poblaciones mayores.

Pero la amenaza no viene sólo de la naturaleza, que parece que estuviera pasando la factura por lo mal que la tratamos, en especial con el manejo de los desechos, tanto en el área agrícola, como hemos mencionado y también en las ciudades donde la acumulación de desechos da lugar a que recibamos censuras por nuestra falta de cuidado.

Tal vez lo más grave resulte la amenaza constante que se manifiesta contra los ciudadanos que nos vemos sitiados permanentemente, temiendo ser citados a declarar y otras actividades que han sido preparadas por las autoridades de gobierno que hacen lo posible por mostrar en qué medida ejerce su poder para manejar la justicia a su arbitrio y muestra situaciones extremas, una de ellas se ha manifestado en Cochabamba, cuando una juez liberó, por falta de pruebas, a un fiscal que intentó tirar a una personas de un segundo piso, haber disparado sobre los efectivos policías y otros hechos que él considera parte de sus atribuciones como miembro del Ministerio Público.

Las cosas han llegado al extremo cuando la justicia decide sacar de la cárcel a medianoche al alemán Dirk Schmidt y trasladarlo a una celda más fría en la sede de gobierno, asegurando que de esa manera precautela su seguridad, luego de haberse verificado que realizaba trabajos para el Ministerio de Gobierno y para garantizar la seguridad del Presidente. Lo grave en este caso es que no tenemos ninguna esperanza de que alguien nos fije un plazo para el rescate.

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Opinión: Proyectos productivos y vocación de desarrollo

Hace muchos años atrás cuando aún existía la ex Corporación de Desarrollo de Cochabamba se elaboró un estudio de importancia para la proyección de la región en cada una de las áreas productivas y en otras potencialmente estratégicas.

El estudio tenía que ver con la vocación y el destino de Cochabamba, proyectado por lo menos para dos décadas e incluía un análisis de problemas y potencialidades en el desarrollo regional, aspectos espaciales de la evolución demográfica, las migraciones, estructura de asentamientos, las ciudades, equipamientos, industrias, sectores agropecuario, forestal, industriales, de transportes, salud, educación, el problema del empleo urbano y otros de enorme importancia.

El estudio permitió establecer prioridades para encaminarlas a planes concretos de desarrollo, avanzando en muchos aspectos y postergando otros por diferentes razones.

Lo cierto es que después de esta iniciativa, que hay que reconocer fue de mucho valor para conocer los problemas y tratar de solucionarlos en el tiempo con una metodología claramente definida, no se dieron otros intentos serios sobre estudios que consideren las posibilidades del departamento y la ejecución de programas en un trabajo sistemático y continuo. Por el contrario, lo que ha caracterizado las últimas décadas en Cochabamba, ha sido de algún modo la improvisación en políticas públicas y de gestión. Las administraciones prefecturales si bien contemplaban programas operativos para la ejecución de proyectos, siempre tuvieron el sello de la falta de continuidad y de coherencia, muchas veces dispersando recursos económicos en términos interinstitucionales y otros esfuerzos humanos.

Hoy se conoce que la Gobernación de Cochabamba tiene el propósito de llevar adelante un plan de desarrollo con participación de la mayoría de los sectores sociales, empresariales y económicos de la región, precisamente para plantear una estrategia que tenga mayores alcances a los concebidos en términos inmediatistas. Por otro lado, en una reciente reunión entre el ministro de la Presidencia Óscar Coca y representantes de los empresarios se han analizado, precisamente, proyectos para impulsar el Plan de Desarrollo Regional que contaría con una inversión aproximada a los 1.600 millones de dólares. Estos primeros acuerdos tienen que ver con el fortalecimiento de la infraestructura, la industrialización de hidrocarburos, la seguridad jurídica y la participación del sector empresarial en procesos de elaboración de reglamentos y leyes. Un planteamiento importante del empresariado ha sido la industrialización de hidrocarburos a través de una planta de industrialización en Cochabamba, la construcción de carreteras fundamentales, normas para el desarrollo productivo del trópico, el Parque Industrial, el Centro Logístico y la reactivación de la Zona Franca como un factor importante para las actividades productivas empresariales y de ingresos para la región.

Más allá de estas consideraciones, que pueden vislumbrar acciones concretas e inmediatas entre el Gobierno nacional y los sectores productivos, es importante también focalizar aspectos que retomen lo que decíamos líneas arriba y lograr un plan de desarrollo de mayor alcance, que defina en esencia lo que quiere ser Cochabamba en las próximas décadas a partir de un estudio de su realidad actual y potencialidades. Es urgente además, superar los problemas en el marco institucional que son causa de insuficiencia en la dinámica del desarrollo regional, creando mecanismos institucionales adecuados que trabajen de manera conjunta y con objetivos definidos.

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Clarín, Argentina: Doble desafío para los partidos políticos

Si se cumple con la ley, el año próximo la Argentina va a tener una elección presidencial cuyos candidatos habrán sido, por primera vez, elegidos todos a través de elecciones internas. Esta novedad, introducida por la ley 26.571 sobre reforma electoral, sancionada por el Congreso en diciembre pasado, supone un doble desafío, para la dirigencia y para la sociedad. Su sentido es el de mejorar la legitimidad democrática de quienes se postulen para gobernar y para legislar, así como fortalecer a los partidos políticos como instituciones fundamentales del sistema democrático.

Todos los ciudadanos tendrán la oportunidad -y la obligación- de concurrir a las urnas dos veces: la primera, para consagrar las candidaturas presidenciales y legislativas de su preferencia; la segunda, para dirimir entre éstas en los comicios generales que consagrarán al próximo presidente y los legisladores que asumirán en 2011.

Para que esta innovación signifique un verdadero avance en la vida democrática deben darse una serie de condiciones. En primer lugar, que los precandidatos se avengan a competir limpiamente dentro de los partidos y se produzca una renovación de la representación política dentro de un clima de respeto y evitando el internismo salvaje.

Manifestaciones de intolerancia y episodios de violencia con heridos de bala como los ocurridos días atrás, en un acto de un sector del peronismo bonaerense realizado en el Luna Park, no constituyen el mejor inicio para esta carrera electoral que comienza.

Las elecciones primarias previstas para el año próximo representan un desafío y una responsabilidad para la dirigencia política.

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