Carlos y Camilla, se acabó la pasión


Casados y aceptados, el príncipe de Gales y la duquesa de Cornwall han perdido la magia de la pasión prohibida.

 

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No hay una gran crisis en el matrimonio del príncipe Carlos y Camilla, pero ahora que están casados, que son aceptados por todos y que ya no tienen que esconderse para disfrutar su amor… la relación entre ellos ha cambiado. Según el famoso periodista Richard Kay, la pareja real ha perdido la magia del comienzo de su matrimonio y ha caído en una rutina en la que cada quien sigue una vida muy independiente. Camilla pasa mucho tiempo con sus hijos y sus nietos en la casa de campo Raymill House, que tiene desde que se casó hace cinco años y que está a solo 17 kilómetros (10 millas) de Highgrove, la casa de campo de Carlos, donde este pasa la mayor parte de su tiempo y mantiene una rígida rutina con 125 empleados.

Este estilo de vida asfixia a Camilla, por su exceso de protocolo, y ella dice que es "como vivir en un museo". Por eso prefiere estar en su casa, donde construyó un ala para sus nietos. Su hija Laura tiene tres hijos: Eliza, de 2 años, y los gemelos Gus y Louis, de 7 meses (quienes de momento viven en Raymill House), y su hijo Tom tiene a Lola, de 2 años, y al bebé Freddy. ¡Y todos son bienvenidos en casa de su abuela! Ahora que están casados, el allure del gran romance ha perdido intensidad. La pasión se ha transformado y cada uno hace sus propias cosas, más a menudo que antes de casarse, cuando trataban de estar juntos lo más posible. Ahora Camilla prefiere "ser ella" (descuidada, amante de sembrar sus propias plantas y de ensuciarse las manos de tierra, y de leer en una chaise lounge, sin tener que vestirse de gala), y no soporta la cantidad de actos protocolarios a los que Carlos asiste diariamente.

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Además, el Príncipe tiene obsesión por el orden y la limpieza, y es de los que pasa el dedo por los muebles de madera para ver si tienen polvo, y Camilla en eso es más despreocupada. También, Carlos es poco expresivo y ella es muy besucona y adora a sus nietos, lo que a él no le hace mucha gracia. Dicen que los niños no pueden quedarse ni un solo día en Highgrove, donde todo es sereno y callado, pues no podrían jugar y gritar. Recientemente Camilla fue al bautizo de sus pequeños nietos en Devon, porque su hija Laura lo celebró en la casa de los padres de su marido Harry Lopes y Carlos no fue con ella. Hace poco Camilla se fracturó una pierna y fue a recuperarse a su casa de campo, con su hija y sus nietos, porque Carlos no fue una gran ayuda para ella y se quejaba de que su esposa no podía acompañarlo a los lugares a los que él tenía que ir, y que la silla de ruedas era un problema porque no cabía en muchos autos. Alguien incluso se atrevió a decirle al quejoso príncipe: "¿Y no cree que para Camilla su pierna partida es un problema más desagradable que para los demás?".

No debemos olvidar que cuando hace tres años a Camilla le hicieron una histerectomía también fue a recuperarse a Raymill House, porque a Carlos le molestaba verla enferma. Es irónico que en una época Camilla adoraba ser invitada a Highgrove y ejercer como anfitriona no oficial del todavía casado Carlos, al punto de que Diana de Gales detestaba ir allí y la llamaba "la casa de la otra mujer". ¿Y qué pasa con Clarence House, la residencia oficial londinense de la pareja? Camilla va a Londres solo cuando es estrictamente necesario por asuntos de estado y pasa la mayor parte de su tiempo en Raymill House. Otro dato curioso: a Camilla el gobierno la considera la más perezosa de todos los miembros de la familia real inglesa, por los pocos actos oficiales a los que acude, lo cual es verdad. Muchos comentan que aunque Raymill House es más informal que Highgrove, le cuesta 3 millones de dólares al año a los contribuyentes, porque necesita alta seguridad las 24 horas del día. También dicen que Camilla no acaba de aceptar la idea de que será reina consorte algún día y la vida se le complicará de una forma terrible. Mientras eso llega, la pareja continúa unida y se sigue queriendo, pero de una manera muy diferente a cuando fueron amantes durante más de 30 años.

Fuente: Vanidades