Hacinamiento. En el primer semestre del año, 1.200 reos se sumaron a la población carcelaria del país. Palmasola es el penal con más internos.
Palmasola. Es la cárcel con más presos de todo el país. Se están construyendo tres pabellones de máxima seguridad
El Deber. Christian Peña y Lillo H.
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Durante los seis primeros meses de este año la población penal del país registró un crecimiento importante, porque los datos señalan que el promedio de aumento de otras gestiones, 300 nuevos presos por año, se cuatriplicó. En enero de 2010 se tenía un registro de 7.500 presos a escala nacional y actualmente el número llega a 8.700, pues en los últimos seis meses de esta gestión ingresaron 1.200 nuevos internos.
Los informes indican que el 31% de los nuevos internos son gente vinculada al narcotráfico; el 18% ladrones y estafadores; el 12% homicidas y asesinos; el 10% violadores, y el 29% restante otro tipo de delitos.
En julio de este año, el entonces director nacional de Régimen Penitenciario Wilson Soria, también se refirió a este tema, incluso declaró en emergencia al sistema penal de Bolivia. Sin embargo, a la fecha la situación no ha cambiado y aún el hacinamiento en los centros de rehabilitación es evidente. Las mejoras en la infraestructura carcelaria, para paliar esta situación, todavía se hacen esperar.
La directora de la organización no gubernamental Capacitación y Derechos Ciudadananos (CDC), Patricia Álvarez, que trabaja desde hace más de 17 años en los centros de reclusión del país, afirmó que este fenómeno está empezando a generar problemas entre la población carcelaria y precisó que faltan condiciones de habitabilidad, inconvenientes con la salud de los presos y dificultades con los sistemas de seguridad.
De acuerdo con los reportes del sistema nacional penitenciario, Palmasola es el que más internos tiene en Bolivia, ya que los 2.750 presos de la región son más que los 1.963 que albergan las cárceles de La Paz y los 1.784 que hay en los penales de Cochabamba.
A esta realidad, que aún no tiene una solución efectiva desde el Gobierno, se suma el rebasamiento de la capacidad estimada en los centros de reclusión cuando fueron construidos. Por ejemplo, la CDC señaló que el penal de San Pedro fue construido para 400 reos, pero ahora tiene 1.553, casi cuatro veces más.
Algo similar sucede con Palmasola. El regente de los detenidos, Mayber Romero, dijo que este centro de rehabilitación se construyó para 800 personas, pero actualmente esta cifra se incrementó en más de un 300%. A esto hay que sumar las esposas e hijos de los internos, que viven en el recinto como si ellos también fueran presos.
La directora departamental de Régimen Penitenciario, Sayuri Igarashi, indicó que en la penitenciaría hay un problema de vieja data y reconoció que el hacinamiento puede provocar graves problemas en la salud física y psicológica de los internos. En Palmasola los reos afirman que ya no hay celdas vacías.
“Estamos coordinando un trabajo conjunto con el Poder Judicial”, comentó Igarashi, ya que en los penales del país ocho de cada 10 presos son personas que guardan detención preventiva por orden del juez cautelar, mientras esperan el inicio de un juicio oral.
Por otra parte, Igarashi destacó la inversión de más de Bs 2 millones que se está invirtiendo en Palmasola, donde hasta finales de 2011 se debe tener concluidos tres pabellones de máxima y mediana seguridad.
Según Igarashi, la infraestructura de uno de los nuevos pabellones está lista y pese a reconocer el retraso en estos trabajos afirmó que hasta 2011 deben estar terminados.
Los tres nuevos espacios tendrán capacidad para albergar a 100 internos cada uno de ellos. Estos pabellones serán de dos pisos. En la planta alta habrá celdas con baños privados para los reos de mayor peligrosidad.
Cifras y detalles de la situación
– Capitales. En Santa Cruz, La Paz y Cochabamba se concentra el 74% de la población carcelaria nacional.
– Diferencias. En los penales de La Paz hay 1.963 presos, mientras que en Palmasola hay 2.750, sin contar los recluidos en la cárcel de Montero. Cochabamba tiene 1.784 encarcelados, siendo el penal de El Abra el de mayor capacidad.
– Incremento. Según informes de Régimen Penitenciario, a comienzos de este año en Palmasola habían 2.380 internos. Actualmente hay 2.750.
– Reclusorios. A escala nacional hay 53 recintos penitenciarios, de los cuales 17 están distribuidos en las nueve capitales de departamento y 36 en las provincias, donde sólo son ‘carceletas’ de menor capacidad.
– Problemas. La abogada Juanita Suárez Ortiz, funcionaria que trabaja en los cuatro juzgados de Ejecución Penal de Santa Cruz, señaló que uno de los mayores inconvenientes que se ven en el penal cruceño es que no hay clasificación de los reos y que sus familias viven con ellos.
– Autoridad. El comandante de la Policía de Santa Cruz, Humberto Echalar, aseguró que el control de los centros carcelarios no sufre ningún tipo de dificultades debido al incremento de internos.
San Pedro, un penal con mala fama
Motines, fugas, violaciones, visitas turísticas, drogas, parrilladas con mariachis y políticos tristemente famosos han protagonizado sucesos en los últimos años en la cárcel de San Pedro de La Paz, que muchos creen que es una de las más peculiares del mundo.
El ‘régimen abierto’ significa que no hay vigilancia policial en su interior, por lo que en sus patios todo puede pasar, mientras que muchas de sus celdas son viviendas con grandes comodidades, dependiendo del poder económico de los reos, que en un 75% no tienen sentencias. Este peculiar régimen permite sucesos como el ocurrido hace pocos días, cuando un preso fue violado por negarse a pagar Bs 200 para entrar en uno de los recintos del penal, que los más fuertes controlan como territorio privado.
Buena parte de su mala fama se inició con el descubrimiento de que en su interior se realizaban ‘rutas turísticas’, la mayoría para extranjeros, que visitaban durante cuatro horas sus instalaciones, lo que significaba un aporte económico para los presos con el cobro de la entrada.
Ahora en San Pedro, considerado por los políticos de la oposición al Gobierno como un centro de detención política, el hacinamiento es claro, ya que hay más de 1.500 reos en un espacio con capacidad para 400. /EFE