El inefable presidente plurinacional volvió a hacer de las suyas, ahora en el principal foro mundial. En el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se analizan las Metas del Milenio y la cooperación con los países en vías de desarrollo, el mandatario aplicó el método sindical a las relaciones exteriores, consistente en golpear y hostigar a aquellos de quienes se pretenden mayores fondos. Repitió que “estamos mejor sin el FMI y el Banco Mundial”, ocultando que le está pidiendo prestados 500 millones de dólares al BM, y habló de una supuesta reducción de los índices de pobreza en Bolivia, cuando la propia ONU señala que la cifra de 60% se mantiene incambiada. Criticó a las potencias por “destinar más recursos a la compra de armamento que a la lucha contra la pobreza”, obviando que su gobierno le está comprando armas a Rusia por valor de 80 millones de dólares, cifra con la que se podría duplicar el presupuesto anual de educación y salud de Bolivia. Además realizó un anuncio inquietante: el probable uso de una parte de las reservas internacionales de Bolivia en una aventura financiera trasnacional, el “Banco del Sur”. De yapa, durante la presentación de la edición en inglés de “Jefazo”, el presidente dijo que los lugares por donde antes pasaba caminando “ahora los sobrevuelo en avión o helicóptero, ¡cómo cambia la situación!”.
Vargas Llosa en la lista negra
En su discurso en Toro Toro, poco antes de partir a Nueva York, Evo Morales enumeró varios nombres de “opinadores” que considera racistas y a los que se podría aplicar la nueva ley antidiscriminación. En la nómina incluyó sorprendentemente al escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien, según Evo, “dice que soy como un ruidoso para Bolivia”. También nombró al columnista Humberto Vacaflor, “que habla en Panamericana permanentemente” y que “me dice narcotraficante y asesino”. La lista negra de Evo abarca a Jorge Melgar, quien ya se encuentra preso en San Pedro, al periodista cruceño Arturo Mendívil y al teólogo que osó comparar al presidente con un engendro de la zoología fantástica.
Disidencia indígena
La fractura entre el gobierno y los movimientos sociales está que arde, al punto que los indígenas de occidente y oriente anuncian un cabildo conjunto Conamaq-Cidob para analizar su “permanencia en el proceso de cambio”. El fondo de la cuestión es que han sido descartados por la nueva clase burocrática, que ahora prefiere como instrumentos (fusibles) de acción a sectores cooptados de las Fuerzas Armadas y del empresariado.
Industrialización
Dice el vicepresidente que se pondrán en marcha “grandes proyectos de industrialización”. Desde esta columna opinamos modestamente -mientras la ley nos lo permita- que la prometida industrialización ya está en marcha: se está fabricando mucha más cocaína…
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