El Gobierno boliviano acusó hoy de corrupción y tráfico de influencias al dirigente opositor Samuel Doria Medina, a quien el Presidente Evo Morales expropió el miércoles sus acciones en una fábrica de cemento, al igual que a sus socios del grupo mexicano Chihuahua.
El portavoz presidencial, Iván Canelas, acusó en rueda de prensa a Doria Medina de haber promovido en 1992, cuando era ministro de Planeamiento, leyes que le beneficiaron posteriormente al comprar las acciones en la empresa cementera mixta Fancesa, en la región sureña de Chuquisaca.
Noticias de TV: Red Uno.