¿La última hora?


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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: El camino expedito

  2. Bajo el Penoco, El Día: Verás a tus enemigos pasar

  3. Los Tiempos: RECURSOS NATURALES Y LUCHAS FRATRICIDAS

  4. El Deber: El modelo económico

  5. La Razón: ¿La última hora?

  6. Cambio: Reelección presidencial

  7. La Prensa: El modelo económico

  8. El Diario: Cuba y la confesión del dictador Castro

  9. El Mundo: Planeta o muerte

  10. Opinión: A Santa Cruz con solidaridad y respeto

  11. Clarín, Argentina: El pedido chileno de extradición


El Día: El camino expedito

La posibilidad de una nueva reelección del presidente Morales, que permitiría su estadía en el poder hasta el año 2020, ha dejado de ser un enigma en el mundo político y se ha convertido en tema de reflexión ciudadana y fructífero campo de polémica abierta entre oposición y oficialismo. Hasta donde se sabe, existe un respaldo legal para esa posibilidad producto de la astucia política del partido en función de gobierno y de la debilidad manifiesta de la oposición fragmentada. De hecho, para la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado ha sido precisa no sólo la férrea determinación de sus defensores, sino también la evidente miopía y falta de perspectiva de la oposición



Resulta natural que los oficialistas cierren filas en torno a la figura de la reelección de su líder, y que tanto autoridades y dirigentes, incluyendo al propio Primer Mandatario y el Vicepresidente, afirmen públicamente que les asiste ese derecho. Sin embargo, hubiera sido deseable que el oficialismo ofrezca una imagen más democrática y pluralista de cara a las venideras elecciones generales de 2014. La oposición insiste en recordar que incluso se había firmado un acuerdo para la no reelección. En el terreno de los hechos, los opositores ven ruptura de pactos políticos y obsesiva construcción de una normativa jurídico-legal de tipo legislativa, constitucional y electoral para continuar en el poder.

Vistas así las cosas, el camino a la reelección de los candidatos del MAS se presenta expedito. No obstante, el que esté libre de posibles obstáculos no quiere decir que la reelección está asegurada. Corresponde mencionar al menos dos factores fundamentales. El primero, está en la decisión propia del presidente Morales de seguir en la carrera continuista, decisión que puede estar influida a su vez por una serie de imponderables políticos. El otro factor, está en la decisión del pueblo boliviano de dar su respaldo o rechazo a la tentativa de reelección. Si bien en el horizonte no aparecen rivales de fuste que se opongan, todavía falta que mucha agua pase debajo del puente.

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Mucho tendrá que ver, por ejemplo, cuán exitosa puede llegar a ser la gestión gubernamental hasta el final del período del presidente Morales. En este punto, pesarán sobre la gente el accionar no sólo de los alcaldes oficialistas, sino también el de los gobernadores afines al partido gobernante. Asimismo, cobrarán su real dimensión las promesas electorales y la satisfacción de la población por las políticas emprendidas. Reviste especial importancia la respuesta que los movimientos sociales, considerados el sostén del MAS, ofrezcan al Gobierno al cabo de los años siguientes, considerando que en la actualidad sienten que sus demandas no han sido todavía debidamente atendidas.

De manera adicional, hay que considerar que la reelección sucesiva y la propia figura del continuismo generan anticuerpos políticos a los cuales el pueblo boliviano ha sido muy sensible en otras épocas. Por una parte porque recuerdan a los gobiernos de facto y a los regímenes de fuerza muy propensos a aferrarse del poder. Aunque las circunstancias son ahora distintas, la experiencia política colectiva del país puede ser capaz de jugar un rol decisivo llegado el momento. Lo contrario significará también que otra historia ha comenzado. En todo caso, la situación política exige ahora una renovada oposición capaz de ofrecer respuestas creíbles y diferentes a las del oficialismo.

 

La situación política exige una oposición capaz de ofrecer respuestas creíbles y diferentes a las del oficialismo.

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Bajo el Penoco, El Día: Verás a tus enemigos pasar

Percy Fernández lleva más de medio siglo en la política. Es tal vez el líder que ha ganado más elecciones, sin fraude y ninguna otra triquiñuela de las que están de moda. Pese que un par de veces fue derrotado en las urnas, el respaldo popular a su figura se ha mantenido fuerte por décadas. A lo largo de su vida ha tenido que lidiar con dictadores, abusivos y toda clase de especímenes en la política boliviana. Una vez, en un acto cívico tuvo que soportar las malacrianzas de unos “simiusis” miristas que así como se pusieron de moda, salieron tostando y andá a ver cómo acabaron. Fue blanco de ataques despiadados de unos payasos que hoy están con la cola entre las piernas o escondidos en sus madrigueras y ahora vienen los plurinacionales a querer humillarlo en el patio de la Alcaldía. Nos referimos al incidente que ocurrió la noche de la sesión de honor del Concejo Municipal, donde un par de guardaespaldas de García Linera tuvieron la osadía de faltarle el respeto. Percy se habrá enojado, seguro que sí, pero después habrá pensado en todos los enemigos que vio pasar, sentado frente al río.

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Los Tiempos: RECURSOS NATURALES Y LUCHAS FRATRICIDAS

En muchos de los conflictos en ciernes se puede ver la acción de fuerzas disgregadoras de la unidad nacional contenidas en el texto constitucional

Durante los últimos días, en por lo menos cinco puntos de nuestro país, se han desencadenado conflictos por el control de territorios ricos en recursos minerales. El caso que más notoriedad ha alcanzado es el de la disputa entre comunarios de la población de Pumiri, organizados en la cooperativa 16 de Marzo, y los mineros de Porvenir Japo Ltda., en los límites departamentales de Oruro y Cochabamba, pero no es el único. Conflictos muy similares, todos con un muy peligroso potencial explosivo, están gestándose o se mantienen latentes en muchos otros puntos del territorio nacional.

Todos esos conflictos tienen algunas características en común. Una de ellas es que están protagonizados por gente pobre. Otra, que giran alrededor de fuentes de riqueza, en este caso minerales, lo que alimenta tanto razonables esperanzas como desmedidas ambiciones. La tercera, lamentablemente la más importante, es que ya no involucra sólo a los directamente interesados sino también a quienes, no se sabe si por fortuna o por desgracia, viven en las zonas donde se ubica las riquezas en disputa.

Y como telón de fondo de todos esos conflictos, lo que más sobresale es la debilidad del aparato estatal, cuando no su total ausencia, lo que termina de configurar un escenario de lo más propicio para que se desencadene la violencia fratricida como ya ocurrió en las minas de Huanuni hace algunos años y más recientemente en Caranavi.

Tal debilidad estatal se debe, en gran medida, a factores cuyo origen es muy antiguo, por lo que no sería justo atribuirlos a la actual gestión gubernamental. Pero hay otros, y no precisamente secundarios, que sí son íntegramente atribuibles al andamiaje institucional y legal que está en proceso de construcción en nuestro país a partir de la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE). Se trata de aspectos medulares de la gestión estatal, por lo que el Gobierno actual está obligado a asumir su responsabilidad y hacer oportunamente las rectificaciones necesarias para evitar males mayores.

En el caso de los conflictos que comentamos, todo parece indicar que a las causas de índole económica que se hallan en el origen de las disputas se suma la acción de fuerzas disgregadoras de la unidad nacional y de la autoridad estatal contenidas en el nuevo texto constitucional. En efecto, al ser tantas y tan desmedidas las atribuciones que la CPE otorga a los "indígena originario campesinos" sobre los recursos naturales existentes en "sus" respectivos territorios, es natural que cada buen filón minero, cada pozo hidrocarburífero, reservorio de agua o cualquier otra potencial fuente de ingresos, se convierta en objeto de disputas.

Así, no es sorprendente la proliferación de  conflictos fronterizos y litigios limítrofes, ya no sólo entre departamentos sino entre provincias, cantones, subcantones, ayllus, comunidades e incluso entre barrios en las ciudades, por el acceso a y el control de recursos naturales.

Por eso, y con toda razón, el Ministro de Minería insiste, aunque sin mucho éxito,  en que "los recursos naturales son de todos los bolivianos y no conocen fronteras". Lamentablemente para él y para nuestro país, no es eso lo que indica la Constitución vigente.NUESTRA PALABRA

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El Deber: El modelo económico

En los últimos días las primeras autoridades nacionales hicieron coincidentes alusiones al modelo económico boliviano.

El presidente Evo Morales habló sobre el tema en la Asamblea de las Naciones Unidas y el vicepresidente García Linera lo hizo en una conferencia de prensa mientras estaba de Presidente en ejercicio. Pero además, el ministro de Finanzas aludió al modelo boliviano en una conferencia internacional que se realizó en Miami.

Luego, en respuesta a la descertificación de Bolivia por el insuficiente esfuerzo que, presuntamente, su gobierno hizo en la lucha contra el narcotráfico, el presidente Evo Morales dijo que el modelo boliviano es esencialmente antiimperialista y anticapitalista.

El vicepresidente García Linera, en cambio, había dicho que el modelo económico no descarta al sector privado, pues propone una alianza productiva, con el conocido criterio de que Bolivia no quiere patrones, sino socios.

Además de las empresas estatales que deben abarcar, según dijo el Vicepresidente, 70% de las actividades económicas del país, están las empresas comunitarias y las cooperativas.

Lo que dijo el ministro Luis Arce Catacora en Miami fue una definición hecha por oposición: Bolivia no sigue el modelo económico cubano.

Todos estos conceptos, dichos por importantes personajes del Gobierno boliviano, dejan abiertas demasiadas dudas, pues las declaraciones son contradictorias, o por lo menos necesitan algunas precisiones.

Por lo que se observa ahora, este tipo de política económica sólo sirve para desalentar las inversiones. En efecto, según lo ha establecido un estudio hecho por la Fundación Getulio Vargas de Brasil, el ‘clima’ boliviano para las inversiones es el segundo más malo de la región, después de Venezuela.

En los últimos días, el Cedla hizo saber que la tasa de inversión en Bolivia ha vuelto a caer y ahora está en 15,5% del PIB, frente a una tasa promedio de América Latina ubicada por encima del 25%.

Estas cifras se reflejan, además, en otras que tienen que ver con el crecimiento de la economía. En ese cuadro, Bolivia tiene en este momento una tasa de crecimiento de 4%, mientras que todos los países del Cono Sur de Sudamérica doblan ese porcentaje.

Según los cálculos de prestigiosos economistas, como Gonzalo Chávez, una tasa de crecimiento como la que se da ahora en el país haría posible que los bolivianos alcancen el actual nivel de vida de los argentinos en más de 100 años.

Esta última observación sugiere que quizá los modelos económicos deban ser elegidos pensando en las ventajas para los ciudadanos. Los principios dogmáticos, las alineaciones, las lealtades con otros líderes o países, tendrían que ceder espacio a la urgencia de resolver las carencias de los ciudadanos.

Se ha mencionado ya en estas páginas que el modelo estatista está de ala caída en estos días por la grave crisis económica que vive Cuba, un país que lo aplica con persistencia desde hace cincuenta años.

Por lo tanto, ahora que nuestros gobernantes están meditando en el modelo económico, quizá sea conveniente que elijan alguno que sea capaz de producir los mejores beneficios para el país en el menor tiempo posible.

Para eso, lo esencial es que se haga todo lo preciso para mejorar el clima de inversiones, ya sea cambiando actitudes o modificando las leyes que sea necesario corregir.

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La Razón: ¿La última hora?

Tanto la guerrilla colombiana como el grupo terrorista vasco han sufrido golpes muy duros

Tanto la guerrilla colombiana como el grupo terrorista vasco han sufrido golpes tan duros que resulta difícil pensar en su sobrevivencia a mediano y largo plazo. En el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la muerte de sus principales dirigentes y las permanentes deserciones de sus combatientes no sólo las han colocado en una fase terminal de la crisis que arrastran desde hace varios años, sino que han fortalecido militar y políticamente a los últimos dos gobiernos, al de Uribe y al actual, de Santos.

Tres fueron las pérdidas más sonadas: la de “Manuel Marulanda” o Tirofijo, fundador y comandante de la guerrilla; la de Raúl Reyes, considerado número dos de las FARC, y la reciente, de “Jorge Briceño” o Mono Jojoy, el mismo que lideró decenas de ataques contra las Fuerzas Armadas y poblaciones civiles.

Calificado como sanguinario y cruel, según algunos la pieza clave en el vínculo de la guerrilla con el narcotráfico, el Mono Jojoy deja a su grupo armado en una situación prácticamente insostenible. El denominado “anillo de seguridad” que protege a los líderes ha sufrido una veintena de bajas y los expertos dicen que la caída del actual jefe máximo, Guillermo León Saenz, alias Alfonso Cano, podría ser el golpe de gracia.

Un declive similar lo vive la banda separatista vasca ETA. Al igual que las FARC, pide diálogo pero ninguna de las dos acepta las políticas que respecto a ellas tienen los gobernantes de Colombia y España, respectivamente. Santos exige muestras de que se acabarán los secuestros, el terrorismo y el reclutamiento de menores. Rodríguez Zapatero desconfía de ETA, que hace dos semanas anunció la suspensión de los atentados.

Salvando las distancias de una organización clandestina a otra (aunque un juez español señaló en marzo de este año que tendrían vínculos entre sí y ambas, además, con el Gobierno de Venezuela); saltando el océano de particularidades que separa a la España europea de la Colombia sudamericana, los dos países padecen la misma presión en materia de seguridad interna y las políticas utilizadas por ambos para combatir al terrorismo y a la narcoguerrilla, hasta ahora, han rendido buenos frutos.

El cerco se va cerrando. Aun así, en la búsqueda de la paz, habrá que guardar la calma y armarse de serenidad; no se debe olvidar que las FARC y ETA están acostumbradas a soportar embates de toda clase.

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Cambio: Reelección presidencial

"Yo  todavía  no  estoy  en  campaña  ni he  pensado en  la reelección, pero debe quedar bien claro ante la opinión pública nacional e internacional: la nueva Constitución Política del Estado me habilita como candidato a una reelección", aseguró el presidente Evo Morales, y recibió el respaldo del Movimiento Al Socialismo (MAS), movimientos sociales y de varios sectores de la población boliviana; pero también el rechazo de corrientes políticas conservadoras y el desafío de su antiguo aliado, el ex alcalde paceño Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM).

No obstante, Morales aclaró: "No decidí ahora nada. Personalmente no lo tengo decidido. Por ahora estoy abocado a la gestión. Quiero acabar como el mejor Presidente, así que lo que hago es trabajar y trabajar. Ése es mi plan en este momento".

Es que la Constitución Política del Estado vigente faculta una eventual nueva candidatura del Jefe de Estado en los comicios generales que se desarrollarán en diciembre de 2014, dentro de cuatro años y dos meses.

El artículo 168 de la Carta Magna señala que el período de mandato de la Presidenta o del Presidente, y de la Vicepresidenta o del Vicepresidente del Estado es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua.

La ley suprema de los bolivianos es clara respecto al derecho que le asiste al actual Presidente, porque una eventual nueva candidatura a la Primera Magistratura sería la primera en el marco constitucional que rige el Estado Plurinacional, Comunitario y con Autonomías.

Aunque la disposición transitoria de la Carta Magna, en su disposición segunda, señala que "los mandatos anteriores a la vigencia de esta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos períodos de funciones", ella es general, no especifica para el Presidente y Vicepresidente.

Entonces no se aplica al actual Presidente y Vicepresidente del Estado, porque no se refiere en particular a ellos, sino a otras autoridades que sí cumplieron su mandato constitucional. Es decir, el periodo constitucional de cinco años por el que Morales y García Linera fueron electos el 18 de diciembre de 2005 con el 54% de respaldo popular fue recortado en un año para posibilitar el adelantamiento de los comicios generales que el 6 de diciembre de 2009 permitió un contundente triunfo electoral del MAS con el 62% de los sufragios.

Según el jurista y viceministro de Coordinación, Wilfredo Chávez, "en las disposiciones transitorias se incorpora una norma general, no una norma exclusivamente aplicable al Presidente y Vicepresidente (…) Encontramos que no existe una contradicción entre una norma (artículo 168 de la Constitución) y la otra (disposición transitoria); no se aplica y no atinge al Presidente ni al Vicepresidente".

En ese contexto, el senador Bernard Gutiérrez, del opositor Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN), criticó la posibilidad de que el presidente Morales se postule a una reelección. "Creo que al Presidente lo que le toca es hacer gestión, está empezando su segundo mandato y ya nos está planteando la posibilidad de un tercer mandato, que si se diera estaríamos hablando de 14 años en el poder, eso no es democracia", dijo Gutiérrez.

No obstante, lo que olvida el senador opositor es que una posible nueva candidatura de Morales y un eventual triunfo en 2014 sería fruto de la democracia y de la voluntad del pueblo boliviano —ni más ni menos—, el único depositario de nuestra soberanía.

Además, al cuestionar el mandato de la Carta Magna respecto de la reelección de manera continua —por una sola vez— del Presidente y del Vicepresidente del Estado, Gutiérrez también ignora que la Constitución y las leyes son de obligatorio cumplimiento, mucho más cuando existe jurisprudencia en nuestra historia democrática.

En 1985, cuando se acortó a tres el mandato de cuatro años de los entonces presidente Hernán Siles Zuazo y vicepresidente Jaime Paz Zamora (UDP), éste fue habilitado por el Congreso Nacional como candidato presidencial, pese a que la hoy extinta Constitución Política del Estado prohibía una candidatura inmediata de quienes habían desempeñado las más altas magistraturas del país. La interpretación fue precisamente el acortamiento de mandato del gobierno de entonces.

Sin embargo, la reelección presidencial salió a la palestra durante una entrevista que Morales concedió el 20 se septiembre en Nueva York a la cadena CNN, y fue la periodista Adriana Hausser quien, con indisimulada intención, preguntó al mandatario boliviano: ¿Cuál es su posición en cuanto a la reelección indefinida?, ¿estará usted dispuesto a postularse nuevamente?

Evo contestó que la Carta Magna permite una sola reelección, que su actual gestión presidencial es la primera en el marco del Estado Plurinacional y que esa eventualidad no depende de él sino del pueblo boliviano.

No obstante de que el mandatario aclaró que no es candidato y menos se encuentra en campaña con miras a los comicios de 2014 y que su única misión es encarar una buena gestión a favor del pueblo, el ahora opositor Juan Del Granado (MSM) aprovechó una concentración, convocada por el cuestionado alcalde paceño Luis Revilla, para proclamarse candidato presidencial y se mostró ante sus partidarios "como una alternativa" al proceso de cambio que recorre los caminos de la patria.

Pero quedó claro que una eventual candidatura del Presidente sería plenamente constitucional, y aunque faltan más de cuatro años para la próxima cita con las urnas, esa sola posibilidad puso en evidencia que la figura de Evo le quita algo más que el sueño a la oposición.

Quedó claro que una eventual candidatura del Presidente sería plenamente constitucional, y aunque faltan más de cuatro años para la próxima cita con las urnas, esa sola posibilidad puso en evidencia que la figura de Evo le quita algo más que el sueño a la oposición.

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La Prensa: El modelo económico

Los principios dogmáticos, alineaciones con otros países, tendrían que ceder espacio a la urgencia de resolver las carencias de los ciudadanos.

En los últimos días las primeras autoridades hicieron coincidentes alusiones al modelo económico boliviano.

El presidente Evo Morales habló sobre el tema en la Asamblea de las Naciones Unidas y el vicepresidente García Linera lo hizo en una conferencia de prensa mientras estaba de Presidente en ejercicio. Pero además, el Ministro de Finanzas aludió al modelo boliviano en una conferencia internacional que se realizó en Miami.

Luego, en respuesta a la descertificación de Bolivia por el insuficiente esfuerzo que, presuntamente, su gobierno hizo en la lucha contra el narcotráfico, el presidente Evo Morales dijo que el modelo boliviano es esencialmente antiimperialista y anticapitalista.

El vicepresidente García Linera, en cambio, había dicho que el modelo económico no descarta al sector privado, pues propone una alianza productiva, con el conocido criterio de que Bolivia no quiere patrones, sino socios.

Además de las empresas estatales que deben abarcar, según el Vicepresidente, 70% de las actividades económicas del país, están las empresas comunitarias y las cooperativas.

Lo que dijo el ministro Luis Arce Catacora en Miami fue una definición hecha por oposición: Bolivia no sigue el modelo económico cubano.

Todos estos conceptos, mencionados por importantes personajes del Gobierno boliviano, dejan abiertas demasiadas dudas, pues las declaraciones son contradictorias o al menos necesitan algunas precisiones.

Por lo que se observa ahora, este tipo de política económica sólo sirve para desalentar las inversiones. En efecto, según lo ha establecido un estudio hecho por la Fundación Getulio Vargas de Brasil, el ?clima? boliviano para las inversiones es el segundo más malo de la región, después de Venezuela.

En los últimos días, el CEDLA hizo saber que la tasa de inversión en Bolivia ha vuelto a caer y ahora está en 15,5% del PIB, frente a una tasa promedio de América Latina por encima de 25%. Estas cifras se reflejan, además, en otras que tienen que ver con el crecimiento de la economía. En ese cuadro, Bolivia tiene en este momento una tasa de crecimiento de 4%. Todos los países del Cono Sur de Sudamérica doblan ese porcentaje.

Según cálculos de economistas, como Gonzalo Chávez, una tasa de crecimiento como la que se da ahora en el país haría posible que los bolivianos alcanzaran el actual nivel de vida de los argentinos en más de cien años.

Esta última observación sugiere que quizá los modelos económicos deban ser elegidos pensando en las ventajas para los ciudadanos. Los principios dogmáticos, las alineaciones, las lealtades con otros líderes o países tendrían que ceder espacio a la urgencia de resolver las carencias de los ciudadanos.

Hemos mencionado ya que el modelo estatista está de ala caída en estos días por la grave crisis económica que vive Cuba, un

país que lo aplica con persistencia desde hace 50 años. Por lo tanto, ahora que los gobernantes están meditando en el modelo económico, quizá sea conveniente que elijan alguno que sea capaz de producir los mejores beneficios para el país en el menor tiempo posible.

Para eso, lo esencial es que se haga todo lo necesario para mejorar el clima de inversiones, ya sea cambiando actitudes o modificando las leyes que sea necesario corregir.

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El Diario: Cuba y la confesión del dictador Castro

Lo que sufrió en “carne propia” el pueblo cubano, a partir de la imposición del comunismo (castrista) desde 1960, a poco de haber triunfado la “revolución de Sierra Maestra”, finalmente ha sido reconocido por el dictador Fidel Castro: “La economía cubana no le sirvió ni a Cuba”. Tuvieron que pasar cincuenta años para que el abogado y político Fidel Castro -muy conocedor en su tiempo de las grandes corrientes económicas, de lo que convenía o no a los pueblos- decida reconocer que la economía de Estado o, peor, la economía impuesta a Cuba, no sirve.

¿Cuánto hubiese ganado Cuba -y el mismo Castro- si muchos años antes se reconocía que el comunismo a nadie convenía? ¿Cuánto dolor y lágrimas, cárceles, exilios y dolor se hubiesen evitado a millones de cubanos sometidos a los extremos del comunismo castrista? ¿Cuánto daño con el estilo stalinista se ha destilado contra millones de cubanos para que recién, a los cincuenta años, se reconozca plenamente la inutilidad del sistema materialista?

El gran pretexto fue: “estamos como estamos, debido al bloqueo norteamericano”. La verdad es que nunca hubo tal bloqueo (véase su significado en el más elemental de los diccionarios) sino, simplemente, un embargo comercial que no permitía el ingreso de productos norteamericanos a Cuba. Lo cierto es que, en venta o forma de trueque, la isla en poder de Castro se mantuvo con el ingreso libre -a sus aguas y territorio- de europeos, asiáticos, latinoamericanos, caribeños, africanos e industrias y comercios de todas partes del mundo. Muchos de esos países le han proporcionado a Cuba productos norteamericanos, ya que hacerlo directamente estaba prohibido.

La verdad es que cualquier pretexto era válido para mantener vigente al comunismo y, mediante esa doctrina, buscar el crecimiento del castrismo. La URSS, China, Corea del Norte (donde persiste la secante dictadura del hijo de Kim Il Sung) y otros sitios menores, han comprobado el fracaso total del comunismo y, a partir de la caída del muro de la vergüenza en Berlín, empezó la caída estrepitosa del marxismo-leninismo que ya había sufrido resquebrajaduras con la dictadura de José Stalin hasta el año 1953, cuando murió.

Cuba, hasta por las palabras de su ex líder -obligado por las circunstancias a alejarse del poder absoluto y tiránico- podría estar muy cerca de su liberación del comunismo y de sus secuelas en forma de diversos socialismos extremistas que se quiere inculcar e introducir en otros países porque, ahora, “por si acaso, los propios fracasos se busca hacerlos triunfar en varios sitios”.

Los países en camino de contagiarse con las bondades del “paraíso castro-comunista” deberían meditar un poco sobre las declaraciones de quien ha cometido tantas atrocidades en Cuba y que, finalmente, impelido por su larga enfermedad, se ve obligado a reconocer no sólo el fracaso de la economía cubana, sino de sus políticas que han servido para esclavizar a un pueblo digno como es el cubano. La lección es buena para quienes están obcecados por imitar lo que nunca debió ser y que hoy debería desterrarse de la memoria porque ningún pueblo merece sufrir lo que determinó cárceles, paredón, fusilamientos, destierro, hambre y muchos males para un país que siempre mereció las mejores situaciones en el consenso de las naciones.

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El Mundo: Planeta o muerte

La prensa internacional no tuvo objeciones para comentar el discurso del Presidente Morales ante la Organización de las Naciones Unidas que concluyó con la propuesta del grito de guerra: ‘planeta o muerte, venceremos’ que buscaría la defensa del planeta contra las agresiones de que es objeto. Durante el discurso, el mandatario boliviano no dejó de manifestar su preocupación por los derechos de las personas, por la defensa de la madre tierra, el desarme y la democratrización de la organización. Cuatro aspectos que nos parecen importantes y que bien podrían también ser aplicados en el país, para demostrar la validez de las buenas intenciones; a propósito, sería interesante que los asesores del mandatario que al parecer son diferentes, los de adentro y los de afuera, se pongan de acuerdo para que los discursos tengan la coherencia necesaria.

Mientras se exige la vigencia de los derechos de todas las personas en el mundo, dentro del país se trata de imponer una norma que discrimina a determinadas personas, a unos para defenderlos de los demás, al extremo de mostrarlos como intocables con la Constitución y otras normas, y a otros pocos culpables de todos los males, al extremo de considerarlos gestores, promotores y autores de todos los actos e discriminación, por lo que deberían ser sancionados con la mayor severidad.

En cuanto a la madre tierra, recordemos que la mitad del país todavía está angustiada por la proliferación de los incendios y cuando no sucede ello son las inundaciones o la sequía y muy poco se hacer para corregir o por lo menos para paliar esos males; finalmente se le puede echar la culpa al niño, que cuando se vuelve más severo se llama la niña, en otro acto de discriminación sexual.

Al tocar el tema del armamentismo, las contradicciones no dejaron de manifestarse ya que de los pocos ingresos que tiene el país, se ha decidido destinar un parte importante para el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas y como si eso fuera poco, el Vicepresidente anunció que había que prepararse para una invasión del país del Norte, según él por las actividades del narcotráfico, sobre las que el Presidente ha dicho que se vuelca una buena parte de sus preocupaciones, aunque no deja de echar la culpa a los compradores que estarían concentrados en los Estados Unidos y Europa según sus afirmaciones y promover las plantaciones que generan ingresos para mantener la economía.

Otro acto de discriminación racial que ha mostrado en varias oportunidades, es la mención del origen afro norteamericano del jefe que maneja el país del Norte y que sería también causante de varios males.

Nos hemos quedado al final con el cuarto planteamiento que es la democratización del organismo mundial, del cual recordó que tiene un grupo privilegiado que es el que dispone del resto del mundo y que nació cuando el mundo quedó dividido a la finalización de la Segunda Guerra Mundial y mantenía latente el temor de una nueva conflagración. En ese entonces se dejó en manos de las naciones mejor armadas, el control de las demás. Olvida deliberadamente que el esquema comunista que manejaba una de esas potencias ha colapsado de tal manera que ha dejado todo el poder en manos de quienes hoy ser sienten dueños del mundo y precisamente esa forma de pensar es la que su Gobierno trata de imponer en el país.

Para ello ha sugerido la democratización, mientras que en el país ha proclamando una monarquía seudo democrática, al estilo de Cuba, con elecciones cada cierto tiempo, pero con un solo candidato; a pesar de que en ese campo ya han aparecido los posibles contendores, comenzado por el Vice que se ha puesto en campaña con un discurso que no se animó a repetir por ausencia, en la reunión de la Asamblea Departamental. Otro candidato es el ex aliado sin miedo que se ha desmarcado por las diferencias en la pugna por el reparto de prebendas.

Creemos sinceramente que si se tratara de pensar en estos cuatro aspectos dentro del país, se podría hacer un buen experimento de su efectividad.

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Opinión: A Santa Cruz con solidaridad y respeto

Desde una posición universal y libre de prejuicios, lo que ha sucedido durante la última mitad del siglo XX, en Santa Cruz, es evidentemente admirable. Quienes estuvieron en aquella ciudad en las décadas anteriores a 1950, recordarán que muy pocas calles eran pavimentadas, para cruzar de una acera a la otra era necesario contar con la ayuda de alguien entrenado en esas acciones. Todavía no habían hoteles de cinco estrellas y el comercio se movía, preponderantemente, en ámbito de los pequeños y eventuales empresarios. Los sectores más dinámicos pelearon sistemáticamente por agua, energía eléctrica, alcantarillado y otros servicios.

Ahora, es la ciudad más grande, moderna y pujante. Es cierto que es un departamento rico en recursos naturales, tiene petróleo y gas, hierro y piedras preciosas, campos ilimitados para una agricultura mecanizada capaz de aprovechar economías de escala. Pero, más que eso, tiene gente dispuesta a realizar esfuerzos e invertir montos considerables de dinero. Los cruceños, comprendieron, oportunamente, la importancia del conocimiento y realizaron acciones estructurales para mejorar la formación profesional de su juventud. El Comité Cívico, desempeñó un papel de dirección honesto, eficaz y valiente. Lamentablemente, tales acontecimientos ejemplares, se agotaron.

Una falla fundamental de los cruceños es que se dejaron encandilar por el desarrollo regional, no pudieron comprender la necesidad de una visión nacional, se quedaron en el ámbito de su departamento y no sólo ignoraron al resto del país, sino que pretendieron una hegemonía desprovista de dimensión estatal. Obviamente, tal proyección restringida, acabó revirtiéndose contra ellos mismos. Cuando parecía que estaban listos para ese liderazgo personalizado, pocos acontecimientos políticos, ni siquiera del más alto nivel, pusieron en evidencia la ausencia de esa estructura conductora, capaz de competir por el gobierno del país. No hay nada más contradictorio y lamentable que la descompensación entre el crecimiento económico y la debilidad política. Santa Cruz, no ha podido producir un líder que capte la admiración y el respaldo de todos los bolivianos.

Este análisis crítico, como no puede ser de otro modo, es relativo. Es posible que hayan otras variables y contenidos que no hemos tomado en cuenta. Sin embargo, nos sirve de base para sugerir, en esta fecha en que se festeja dos siglos de independencia, un comportamiento más coherente e integral de los habitantes de este hermoso departamento. Si lograran fortalecer sus representaciones partidarias, profesionales y estudiantiles, podrían convertirse, fácilmente, en la vanguardia de un proyecto nacional que englobe al norte y al sur, a los cambas, a los collas y a los chapacos en un proceso de desarrollo integral que abarque todos los aspectos del país, en la perspectiva de un solo ideal humano. Como ninguna otra región, Santa Cruz tiene casi todo para ser, efectivamente, un polo que integre las variables regionales, étnicas y económicas que sobreviven sin ninguna alternativa de reproducción evolutiva.

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Clarín, Argentina: El pedido chileno de extradición

El Gobierno no puede desconocer el pedido de extradición del ex guerrillero chileno Galvarino Apablaza Guerra, reclamado por la justicia de su país por su presunta participación en delitos graves. Apablaza se encuentra en nuestro país en situación irregular ya que no ha sido reconocido como refugiado, aunque públicamente dirigentes del oficialismo y de otros organismos alegan que se trata de un perseguido político.

La Corte Suprema habilitó su extradición, medida que sin embargo queda en suspenso hasta tanto se expida la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare). Si Apablaza fuera reconocido como refugiado político, la extradición quedaría sin efecto. La situación jurídica de este ex líder de la organización armada Frente Patriótico Manuel Rodríguez complica las relaciones entre los gobiernos de Chile y Argentina. Coloca, además, al gobierno argentino ante la obligación de definir una posición de principio.

Los graves delitos de los que se acusa a Apablaza Guerra son el asesinato de un ex senador y el secuestro de un editor periodístico, y fueron cometidos luego de la recuperación de la democracia. No existen razones, por otra parte, para aducir que se trate de un caso de persecusión política ya que rige en Chile el estado de Derecho. De tal modo, la concesión del asilo político al ciudadano chileno reclamado por la Justicia de su país, implicaría un daño a la relación bilateral y resultaría contradictoria con la posición argentina de respeto al cumplimiento de los tratados internacionales en materia de extradición.

La situación jurídica del ex jefe guerrillero chileno reclamado por su país complica al gobierno argentino y las relaciones bilaterales. Corresponde que el Gobierno se expida sin especulaciones.

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