Los policías usaron armas de fuego, afirman los padres de los 2 jóvenes fallecidos. Llorenti asegura que se buscó diálogo antes de desbloquear Caranavi.
Juan Calisaya Clavel, padre de David Calisaya, y Mario Hernany Casas, padre de Fidel Mario Hernany Jiménez, ratificaron este viernes que los efectivos policiales usaron armas de fuego en el violento desbloqueo de la ruta Caranavi-La Paz el pasado 7 y 8 de mayo, cuando ambos jóvenes perdieron la vida.
Juan Calisaya contó que su hijo retornaba del trabajo el 8 de mayo cuando se encontró con la población rural de Caranavi militarizada y que entonces se unió al grupo de los jóvenes que ayudaban a los afectados por el excesivo uso de gases lacrimógenos; sin embargo, según su versión, a las 09.30 del mismo día fue baleado de frente por efectivos policiales.
“Mi hijo en la esquina de la Calle 3 levantó un cartucho indicando a los policías que tenía evidencias de su actitud y que les iba denunciar, pero en ese momento un grupo de policías que estaban al frente en la Calle 4, le dispararon y David cayó de inmediato al piso, así falleció”, relató.
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Por su parte, Mario Hernany Casas aseguró que su hijo también fue asesinado por policías, pero en el primer día del desbloqueo, es decir, el viernes 7 de mayo, en proximidades de la tranca ubicada a la salida de Caranavi hacia La Paz.
“Fidel Mario fue disparado por policías a las 18.00 de ese viernes aproximadamente y un proyectil nueve milímetros impactó contra su humanidad, lo que está corroborado por el examen de forense”, sostuvo Hernany.
Mientras las autoridades policiales y gubernamentales insistieron en los días precedentes que no se autorizó el uso de armas de fuego para el desbloqueo; pero esas afirmaciones fueron categóricamente desmentidas por estos dos padres de los dos jóvenes asesinados.
Del mimo modo, en los pasados días, los informes de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz y del Defensor del Pueblo confirmaron el uso de armas de fuego en el desbloqueo. ERBOL.
Llorenti entrega documentos que evidencian búsqueda de diálogo antes de desbloquear Caranavi
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti (ABI)
La Paz, 3 sep (ABI).- El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, entregó el viernes al Ministerio Público documentos que evidencian los esfuerzos que realizó el Gobierno para establecer el diálogo y resolver el conflicto de Caranavi, antes del operativo para desbloquear la carretera que estuvo cortada más de 12 días y que amenazaba con un enfrentamiento entre civiles.
Llorenti declaró en su despacho ante el fiscal Carlos Fiorilo, que investiga el operativo policial que se ejecutó el pasado 7 y 8 de mayo y la muerte en acciones confusas y aún no aclaradas de dos personas.
El Ministro de Gobierno había concurrido voluntariamente en dos oportunidades anteriores a la oficina del Fiscal para cumplir con esa acción judicial.
«La autoridad entregó la documentación sobre los esfuerzos que realizó el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia para establecer el diálogo y resolver el conflicto de Caranavi», señala un comunicado del Ministerio de Gobierno enviado a la ABI.
En el documento, se informa que el Ministro de Gobierno ratificó que el desbloqueo de la carretera a Caranavi se efectuó para evitar el enfrentamiento entre civiles, además «de evitar que continúe el drama de las personas bloqueadas».
Asimismo, asegura que el Ministro de Gobierno manifestó al Fiscal que investiga el caso que «se instruyó expresamente que la policía no porte armas de fuego».
«Señaló que habían civiles armados que representaba un peligro en una situación de conflicto», remarca el comunicado del Ministerio de Gobierno.
Además, señala que Llorenti subrayó que se produjo la quema de instituciones policiales y viviendas particulares.
«Por otro lado, ratificó su interés de que se llegue a identificar a los responsables de las muestres y personas heridas», puntualiza el documento.
LLorenti fue convocado por el Fiscal que investigado el caso, por una demanda presentada por los padres de los dos jóvenes fallecidos que inculpan al Ministro de Gobierno, al comandante de la Policía, Óscar Nina, y a otros jefes policiales.