Beni es golpeado por el fuego y la falta de lluvias; mueren 26 mil bovinos y gobierno no ayuda


Fegabeni: “No recibimos ningún tipo de ayuda”. Emergencia. Fegabeni estima la muerte de unos 26.000 bovinos. Las pérdidas superan los $us. 50 millones. En el municipio de Baures se quemó el 70% de las plantaciones de chocolate.

image Drama. Sin fuerzas, vencida por la alta temperatura y la falta de agua, esta res sólo espera morir y ser otra osamenta del lugar



J. Carlos Salinas Cortez. Beni, El Deber

Sequía. Beni es golpeado por el fuego y la falta de lluvias

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Hace 180 días que el suelo beniano no tiene la bendición de un aguacero y esto, de acuerdo  con el Servicio de Alerta Temprana (SAT), se puede extender por unos 60 días. A esto se debe sumar que la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) registró 1.100 focos de incendios. Esta combinación entre sequía y fuego ha provocado que el sector ganadero se encuentre en emergencia.

El olor a muerte, a carne podrida o chamuscada es lo que se respira en las estancias La Chacra y Santa Rosa (a una media hora de Trinidad).

El recorrido es lento, el paisaje seco y polvoriento se parece al Chaco boliviano, con vegetación escasa, suelos erosionados, ganado nervioso y flaco que deambula por agua y alimento y una temperatura que alcanza los 40 grados.

En el camino se observan atajados convertidos en huecos secos o en charcos fangosos que resultan una trampa mortal para el ganado y los animales silvestres que en su desesperación por lograr alguna señal de agua quedan atrapados y agonizan hasta morir.

“No tengo ganas de visitar mi estancia. Ver tantos animales muertos me desmoraliza. Con el fuego, el calor y la falta de agua el ganado no tiene dónde escapar”, lamentó el ganadero Fernado Velasco, propietario de las estancias La Chacra y Santa Rosa.

Velasco no exagera, pues apenas entramos a La Chacra, las osamentas de varios bovinos yacen tiradas como mudos testigos de esta sequía calificada por el SAT como histórica.

El panorama es más desolador en la estancia Santa Rosa, pues a orillas de la laguna con el mismo nombre, unos 30 bovinos se encuentran tirados y son el alimento de los suchas que vuelan a baja altura.

“Nunca vi tantas muertes por falta de agua. Cada día mueren una o dos reses y las que nacen son las primeras en caer por falta de leche, pues sus madres están flacas”, señaló Lucio (a secas), encargado  de la estancia Santa Rosa.

Sobre esta situación, Eduardo Chávez, responsable departamental de Defensa Civil, indicó que se hizo una evaluación y un recorrido por las provincias Iténez, Marbán, Mamoré, Moxos y Cercado, y se comprobó que el suelo está prácticamente erosionado y hay una pérdida importante de ganado.

“Los ríos están nueve metros bajo nivel barranco y en algunas zonas tienen una profundidad de treinta centímetros, esto ha provocado que falte agua para el consumo humano”, dijo Chávez.

La autoridad sostuvo que a la sequía se sumaron los incendios y que en el municipio de Baures se quemó el 70% de las plantaciones de chocolate.

En cuanto a la ayuda del Gobierno para dar una respuesta a esta emergencia, Chávez indicó que el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de Beni tiene las manos atadas, pues el Gobierno no ha declarado en emergencia nacional a este departamento y los recursos que tiene la Gobernación no son los suficientes para responder a esta emergencia.

“Mire, hace tiempo el COE le pidió unos Bs 500.000 para encarar estos desastres, pero hasta la fecha no hubo una respuesta debido a que no hay nada legal que justifique este desembolso”, sostuvo Chávez.

Ajeno a estos temas burocráticos, en la estancia Taj Mahal todavía se están recuperando del susto que les provocó el incendio que arrasó con sus pastizales que estaban destinados para la alimentación del ganado.

José Luis Rivera, encargado de la cabaña Corpus Christi, indicó que las 92 cabezas de bovinos de alta calidad no sufrieron ningún daño, pues los ocho pozos de agua que hay en el lugar están garantizando este líquido para los animales.

“De las 160 hectáreas sólo siete se salvaron del fuego, el resto se quemó. Eso es lo que más lamentamos”, sostuvo Rivera.

El que sí perdió toda su infraestructura fue el ganadero Humberto Coelho, que no pudo impedir que su lechería sea devorada por el fuego y  apenas pudo rescatar a su ganado.

Luis Antonio Philips, director del SAT, pintó un panorama desolador, pues según su estimación, la sequía se va a extender hasta noviembre, lo que significará una prueba muy difícil para los animales, los  ganaderos y la población en general de Beni.

   Cifras   

En millones

$us 50

Según Fegabeni, esto es lo que se perdió a causa de la sequía y de los incendios

Cabezas

26.000

El sector indicó que ésta es la cantidad de bovinos que se perdieron

   Opiniones de afectados  

“Lo que está pasando va a tener su efecto a corto plazo. Lo que no se debe olvidar es que la muerte de los bovinos y la pérdida de peso van a repercutir en la oferta de carne y con seguridad su precio va a subir. La situación es crítica y eso no quieren entender ni las autoridades locales ni el Gobierno central”.

Yeri Du Bracic | Ganadero

“Tengo unos 3.100 bovinos que están sufriendo por la falta de agua y de alimento. En mis estancias La Chacra y Santa Rosa la situación es muy grave. La verdad que nadie nos ayuda, ni el Gobierno ni las autoridades de la Gobernación. Sólo me queda esperar y hacer un balance de todas mis pérdidas”.

Fernando Velasco | Ganadero

“Estamos acarreando agua en los camiones cisterna para tratar de que la falta de agua no afecte a nuestros trabajadores. Pero tratar de cubrir la demanda de los animales es más complejo, pues se necesitan grandes cantidades de este líquido. Para mí esta sequía es algo inusual que nos está afectando”.

Rafael Suárez| Ganadero

   La opinión  

“Los efectos se van a notar en el bolsillo ”

Antonio Rucci – Comerciante

La experiencia que tuve en Argentina es que estos desastres naturales tienen un impacto directo en el precio de la carne. Acá, en la década de los 90, en la zona de la Pampa húmeda, hubo una inusual falta de agua y se registró una alta mortandad de vacunos.

En un principio se socorrió a los ganaderos con forraje, camiones cisterna con agua y vitaminas para los animales, pero eso sólo fue un paliativo, pues no se tomó en cuenta que la muerte, la pérdida de peso y los terneros que nacieron flacos no iban a servir como una adecuada oferta al mercado de Buenos Aires, que está acostumbrado a contar con animales gordos y de buen peso.

Esta camada de reses flacas, anémicas y de bajo peso fue con lo que se contaba y es la que entró al mercado de Liniers, donde se define el precio del kilo vivo de los animales.

El impacto fue muy fuerte, había pocos animales en buenas condiciones, pero su costo empezó a subir y cuanto más era la necesidad del mercado con contar con estos vacunos, su precio se hizo más caro.

Esta variación de los precios no se quedó en el mercado mayorista, sino que la sequía en la Pampa húmeda  se trasladó al consumidor final. Éste tuvo que pagar más caro por el kilo de carne. Por eso estimo que en Bolivia los efectos se van a notar en el bolsillo.

   En detalle  

– Necesidad. En la provincia Cercado, los municipios de San Javier, Nueva Israel, Pata de Águila y Sacrificio tienen serios problemas con los incendios forestales y con la falta de agua, lo que ha obligado a Defensa Civil a enviar camiones cisterna con agua para mitigar el efecto de la sequía.

– Gastos. El municipio de San Borja fue el más afectado por la falta de lluvias y los incendios, pues registró una pérdida de $us 8,3 millones entre infraestructura, maquinaria, muerte de bovinos, pérdida de peso, abortos y reposición.

– Oferta. Según el sector, Beni tienen un hato ganadero de tres millones y desde hace diez años esta cifra se mantiene estable, mientras la demanda por la carne cada día es mayor.

– Unidades. La infraestructura y su reposición, con $us 3 millones  respectivamente, son los gastos más fuertes que deben hacer los ganaderos; le sigue la pérdida de peso, con $us 1,6 millones y la muerte de animales $us 1 millón.

“No recibimos ningún tipo de ayuda”

Christian sattori | Presidente de Fegabeni

– Ante la prolongada sequía y los focos de incendio ¿cuál es la situación del sector?

– Estamos viviendo uno de los peores fenómenos naturales que ha sufrido el departamento en las últimas cuatro décadas. Una sequía que  no tiene referencias para poder compararla. Hay una falta total de pastura y una falta muy sentida de agua. Los curichis se han secado, las pozas se han secado, los atajados se vuelven lodazales, donde nuestro ganado queda atrapado y muere.

– ¿Y el fuego?

– Es nuestro peor enemigo. La irresponsabilidad de los que han iniciado estos incendios nos está provocando daños en la infraestructura, en las alambradas, en los postes de corrales, en la maquinaria y en el ganado.

Las pérdidas son cuantiosas y estimamos que están por los 50 millones de dólares.  No sólo perdemos por los animales muertos, sino también por los que agonizan y por los que han perdido peso.

– ¿Qué provincias son las más afectadas ?

– En este caso le puedo decir con certeza de que el cien por cien de las propiedades ganaderas están siendo afectados. No de forma indirecta, sino directamente, porque los tres millones de bovinos que tiene el departamento no tienen acceso al agua ni acceso al pasto.

– ¿Están recibiendo algún tipo de ayuda?

– No recibimos ningún tipo de ayuda. Es más, el INRA nos presiona para que se cumpla con la Función Económica Social (FES) sin tener en cuenta las desgracias que estamos viviendo y para no sufrir el proceso de reversión debemos entrar al monte y buscar a nuestro ganado para encerrarlo en los corrales, con el riesgo de que se mueran, y así cumplir con la FES. Es una situación insostenible que merece ser atendida.