Correa supera sublevación pero no puede cantar victoria


CORREA Ecuador volvió el viernes a estar bajo las riendas del presidente Rafael Correa tras una sublevación de policías, pero el Gobierno todavía no puede cantar victoria.

Correa fue retenido por policías en un hospital y rescatado en un fuego cruzado por militares en lo que empezó como una protesta para frenar un plan del Gobierno que elimina beneficios económicos a las fuerzas de seguridad, pero terminó saliéndose de control.

Aunque el presidente emergió triunfante de la situación en la noche del jueves, todavía enfrenta una lucha política para impulsar las medidas de austeridad que despertaron el descontento de los policías sublevados en Quito y Guayaquil.



"No podemos cantar victoria totalmente, está superada la situación por ahora, pero no podemos confiarnos", dijo el canciller, Ricardo Patiño, a periodistas.

Las clases fueron suspendidas el viernes en todo el país por tiempo indefinido, mientras en distintas ciudades militares patrullaban las calles.

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Controvertida ley

Analistas dicen que Correa recuperará el control del país, pero creen que deberá pagar costos políticos y que tendrá que ceder en la Asamblea.

La sublevación policial ocurrió cuando Correa estudiaba disolver la Asamblea, de mayoría oficialista, enfurecido porque los legisladores de su propia fuerza se negaron a apoyar la ley de austeridad.

La disolución de la Asamblea permitiría a Correa gobernar por decreto hasta que se convoquen a elecciones generales, según la Constitución aprobada hace dos años. Su decisión tendría que ser avalada por la Corte Constitucional.

Ante la agitación, los legisladores suspendieron una sesión el jueves en la que buscaban discutir nuevamente la ley que elimina los beneficios para policías y militares y que encendió la protesta y que ya tiene una aprobación inicial.

No quedaba claro cuándo podrían volver a tocar el controvertido tema, pero la Asamblea tiene plazo hasta el domingo para estudiarla y modificarla antes de que entre en vigencia el lunes y pueda de nuevo avivar el descontento.

"No he convocado porque no hay condiciones aptas para llamar a una sesión", dijo el viernes la vicepresidenta de la Asamblea, Irina Cabezas.

Ecuador, un país en donde fueron depuestos tres presidentes en los últimos 13 años, depende de su riqueza petrolera. Pero sus operaciones de crudo no fueron afectadas por la crisis.

Reuters