El PT perdió la mayoría


serra rousseff Los sorpresivos resultados electorales en Brasil, que dejaron a la candidata oficialista lejos de la mayoría absoluta que consideraba casi segura, parecen confirmar el reflujo de una oleada política en América Latina.

Aplazo de las encuestas

El 43% de los votos para Dilma Rousseff contra el 36% para José Serra es una diferencia demasiado exigua en comparación con la que pronosticaban las encuestas, que se apresuraron a proyectar una brecha de 20 puntos porcentuales entre ambos postulantes (50 y 30%, aproximadamente). El aplazo de las encuestadoras repite lo visto meses atrás en Colombia, donde las consultoras adelantaron pronósticos fallidos que beneficiaban al candidato Antanas Mockus. Habrá que investigar las razones de fondo para que los sondeos de opinión no estén reflejando las reales tendencias de los electorados latinoamericanos.



Corrupción

Entre las causas que explican la caída del Partido de los Trabajadores (PT) puede contarse el escándalo de corrupción que envolvió a una figura muy cercana al mandatario Lula da Silva y a Dilma Rousseff, Erenice Guerra, hasta hace poco ministra de la Casa Civil.

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Lula, el gran derrotado

También parece haberse producido un “efecto rebote” negativo ante la apropiación de la campaña presidencial por parte de Lula, que en las últimas semanas se echó al hombro todo el aparato de movilización electoral, abandonado las tareas de Estado para aparecer en los mitines partidarios. Un segmento del electorado brasileño habría penalizado por esa actitud a Lula, quien podría ser considerado como el gran derrotado de la jornada.

Coyuntura regional

Al mismo tiempo, debe tenerse en cuenta cierta influencia de la coyuntura regional, con sucesos como la reciente elección legislativa en Venezuela o la convulsión ecuatoriana, que pueden haber generado algún efecto dominó que alcanzó a Rousseff, considerada una versión radical del PT que podría acercar aún más a Brasil al eje neo-populista (relación que ciertamente ha existido durante las gestiones de Lula, a través de mecanismos de coordinación como el Foro de Sao Paulo, pero dentro de ciertos límites de mesura o discreción).

Enigma verde

Ahora se abren interrogantes sobre el resultado de la segunda vuelta que habrá de llevarse a cabo el 30 de octubre. El electorado del Partido Verde será clave para definir esos comicios, teniendo en cuenta que esa fuerza alcanzó un nada despreciable 20% en la primera vuelta, convirtiendo a su candidata, Marina Silva, en un fenómeno político relevante. Aunque proveniente del gobierno del PT (Silva fue ministra de ambiente de Lula), Serra tendrá la chance de negociar un acuerdo con ella o, en su defecto, tratar de conquistar directamente a una porción de su electorado.

Del triunfalismo al desánimo

Otros factores que pueden jugarle en contra a Rousseff en la segunda vuelta son el previsible desánimo de un sector de sus electores -aquellos que apostaban por una victoria fácil, animados por una campaña triunfalista- y un posible desmarque de alguna facción del poderoso y pragmático PMDB (Partido del Movimiento Democrático Brasileño).

Nuevo debate

Adicionalmente, los analistas que calificaron el debate presidencial de primera vuelta como anodino prevén un nuevo encuentro Rousseff-Serra mucho más duro, que podría sacar a la luz los múltiples casos de corrupción de la administración Lula.

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