Las reservas de gas natural de Bolivia han caído un tercio de lo que era hace diez años, calificado por expertos como una calamidad para la economía.
Índice de los Editoriales de Periódicos
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El Día: La economía que ignora el Gobierno
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Bajo el Penoco, El Día: Los muertos y los precios
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Los Tiempos: LA RELACIÓN CON PERÚ Y EL MAR
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El Deber: Mujeres en acción
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Cambio: Abogados para defender a Bolivia
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La Prensa: Las guerras de la coca
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El Diario: Gobierno y sindicalismo, componentes democráticos
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El Mundo: Descolonizados
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Opinión: Encuentro presidencial de enorme significado
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Clarín, Argentina: La basura, en una interna política
El Día: La economía que ignora el Gobierno
El Gobierno, especialmente el presidente Morales, no ha dejado de machacar todos estos años el supuesto éxito del MAS en el manejo de la economía nacional, con la cantaleta de las “reservas”, cuando hasta un estudiante del primer semestre de cualquier rama económica, sabe que ese es apenas un indicador y, no precisamente de la pericia del conductor. Lo mismo podría decirse de la inflación, aunque en este aspecto hay que reconocer nomás lo buenos que son los técnicos del régimen para “dibujar” las estadísticas. En resumen, el inmenso poder político que han acumulado “los agentes del cambio”, también les ha servido para establecer en este país las nuevas definiciones de economía, de la misma forma que pretenden reescribir la historia para ocultar lo que les conviene e inventarse hechos que se ajusten mejor a las realidades que buscan imponer.
El problema es que con la economía no se puede jugar, porque en el fondo, cualquier factor de esta ciencia tan complicada termina en el estómago, haciendo antesala en el bolsillo, los dos aspectos más sensibles de la vida humana. Cuando los problemas llegan a estas instancias es difícil seguir con cantaletas abstractas y lejanas como “reservas” e “inflación”. El ama de casa que va todos los días al mercado y no encuentra azúcar o que la pilla más cara; el que quiere construirse un cuarto y tiene que hacer cola durante varios días para comprar cemento; el trabajador que antes mitigaba su hambre con un “económico” de siete bolivianos y que ahora vale doce, porque el kilo de pollo está casi en 20 bolivianos, ya no se conforman con la explicación de que todo va bien porque según el Gobierno las tasas inflacionarias no llegan ni al uno por ciento mensuales.
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Mientras los ingresos fiscales se mantengan estables y crecientes como hasta ahora, gracias a los excelentes precios de las materias primas que exporta el país, es posible que la gente siga escuchando paciente las cátedras de economía de los “sabios” del régimen. Mientras haya dinero para subvencionar la importación de cemento, gasolina, azúcar y otros productos básicos, es posible que no se produzcan quejas significativas, aunque hay señales de que las cosas pueden ir del mal en peor.
Es un hecho que las reservas de gas natural de Bolivia han caído a un tercio de lo que se calculaba hace menos de diez años, algo que ha sido calificado por experto como una calamidad para la economía boliviana. El Gobierno evita hacer pública esta triste noticia, porque sabe las terribles consecuencias de lo que eso implica. La disminución de las inversiones petroleras pueden transformarse en una sequía total, lo que comprometería no sólo las exportaciones, sino también las actividades productivas locales que dependen del gas. La falta de cemento es una consecuencia de la disminución de la provisión de energía y los empresarios bolivianos han comenzado a quejarse por otros rubros en riesgo.
Y hablando de sequía, nadie sabe qué va a pasar en Bolivia el próximo año con la seguridad alimentaria. Recién se están viendo algunas señales de preocupación en el Gobierno, que ha empezado a repartir semillas, pero lamentablemente las lluvias no llegan. Las previsiones de crecimiento de Bolivia son de las más bajas del continente, al igual que el país ocupa los últimos lugares en cuanto a inversiones. Esta es la economía de la que tiene que hablar el Gobierno.
Las reservas de gas natural de Bolivia han caído un tercio de lo que era hace diez años, calificado por expertos como una calamidad para la economía.
Bajo el Penoco, El Día: Los muertos y los precios
Por si el Gobierno “de cambio” no lo sabe, los muertos también tienen derechos y sobre todo se debe respetar su honorabilidad. Por ese motivo es que no hay derecho que una ministra quiera echarle la culpa del incremento de precios a las pobres almas que encima están por celebrar su día, el 2 de noviembre. Doña Antonia Rodríguez, ministra de Desarrollo Productivo, ha dicho que la alteración y escasez que se vive hoy en los mercados de las distintas ciudades del país se debe al feriado de “Todos Santos”. Dice que está en plena investigación para determinar si los muertitos andan recurriendo al agio y la especulación o por ahí están ocultando en sus covachas algo de comida y bebida. Si es así, dice la ministra, van a tomar alguna medida y como este Gobierno es tan encarcelador, no se descarta que algún huesudo sea conducido a alguna dependencia policial. Será interesante ver las celdas llenas de calaveras sonrientes por las ocurrencias de los ministros. Hablando en serio, Doña Antonia también ha dicho que investigará si el aumento de precios perjudica a la población. Si es así va a tomar cartas en el asunto.
Los Tiempos: LA RELACIÓN CON PERÚ Y EL MAR
El encuentro muestra que una mejor comprensión de las relaciones exteriores permitirá avanzar en camino que nos conducirá al Pacífico
El relanzamiento de Boliviamar en Ilo, Perú, y el encuentro entre los mandatarios de Bolivia y Perú constituyen, desde el punto de vista nacional, un logro que debe ser destacado porque significa, por un lado, volver a dar a la relación con esta nación vecina la importancia que corresponde y, por el otro, que parecería que en la Cancillería boliviana se ha recuperado el principio de que en el complejo campo de las relaciones internacionales debe primar el interés nacional y la experiencia histórica antes que visiones ideológicas siempre perecederas.
De hecho, los acuerdos complementarios y nuevos que se han firmado en esta ocasión muestran con claridad los intereses que ambas naciones tienen en su relacionamiento, sin descuidar sus otros legítimos objetivos a los que sirve también este encuentro. Está el tema del mar como tal que, más allá del uso concreto de Boliviamar -que requiere de mucha inversión y voluntad política-, incluye el aspecto simbólico de tener una salida al mar expedita y con amplias ventajas de orden político aunque sin soberanía.
Otro aspecto importante de esta cumbre es que Perú nuevamente prestará apoyo en la formación de nuestros efectivos de la Fuerza Naval; incluso, se ha abierto la posibilidad de que Bolivia pueda instalar una Escuela Militar en este puerto.
No podían faltar acuerdos para enfrentar el narcotráfico y otros temas de seguridad cuya gravedad exige acciones conjuntas porque, de lo contrario, pueden desbordar a los Estados y convertirse en factores que perjudiquen esa relación. No hay que olvidar que Bolivia se está convirtiendo también en país de tránsito de cocaína producida en Perú hacia Brasil y también Chile.
Obviamente, el tema más importante es el del mar en su doble dimensión. Una, la de ofrecer al país un acceso a éste en condiciones ventajosas pero sin soberanía; la otra, ayudar a la solución del enclaustramiento boliviano. Es decir, Boliviamar es parte de la estrategia nacional para recuperar una salida soberana al océano Pacífico que ya no sólo es una reivindicación nacional, sino un mandato constitucional y no un sustituto de ésta.
En este sentido, la declaración del ministro de Relaciones Exteriores de Perú -según la cual esa nación "no será un obstáculo llegado el momento en que seamos consultados" (ante la posibilidad de que Chile ofreciera a Bolivia una salida soberana al mar por territorios que antes fueron peruanos) y que lo "único que pide Perú es que aquello que tenemos como servidumbres en función del tratado" (de 1929) se mantenga intacto- es alentadora. Pero, no hay que olvidar que se trata de una declaración unilateral, como han aparecido muchas incluso en Chile. Lo necesario es que al hacer referencia a nuestro acceso soberano al Pacífico, son tres países -Bolivia, Chile y Perú- los que deben pronunciarse.
Por último, el encuentro de Ilo muestra que una mejor comprensión de las relaciones exteriores de parte de las actuales autoridades -unida al reconocimiento de que esto se da gracias al trabajo sostenido que el país ha realizado en este campo desde la recuperación democrática y a los cambios que se han sucedido en el mundo- abre nuevas oportunidades para poder avanzar en el largo camino que nos conducirá finalmente al Pacífico.
El Deber: Mujeres en acción
En el mundo actual y consiguientemente en nuestro país y en esta Santa Cruz de la Sierra vanguardista de nuestro corazón, la mujer tiene ganado y ocupa, acreditando sobrados derechos, lugares prominentes de ese vasto espacio en que se da la diaria y enconada lucha por la subsistencia. Sin menoscabo de sus atributos de toda la vida, espirituales y físicos, la mujer cruceña, toda devoción, lealtad y esfuerzo, es polifacética pieza de ese aparato sobre el que se desplaza y alcanza metas, que vienen a ser el hogar y, en cuyo interior discurre confiada, la familia.
La mujer de esta cálida tierra cruceña, sin resentir en absoluto sus deberes esencialmente hogareños, se está dando modos desde hace tiempo para dejar incorporada su presencia en la lucha colectiva por la supervivencia. Mujeres profesionales, idóneas en todas las disciplinas del saber, las hay incontables en nuestra urbe y en otras aledañas, y no sólo por tener acreditada su excelencia en coloridos y grandes diplomas académicos, sino más bien por su combativa militancia cada vez que hay que ponerse de frente a la adversidad. Tantas veces se las encuentra a esas nuestras guapas mujeres de pie en el ojo de la tormenta, con sorprendente fuerza y sobrado saber, no sólo compartiendo rigores, sino hasta marcando rumbos ciertos para superarlos. Parte del sano orgullo que anida en nuestros corazones grigotanos son nuestras mujeres, cuya belleza es reconocida universalmente y, asimismo, cuya calidad moral y su fuerza no admiten réplicas de ninguna índole.
A estas alturas queda lejos de constituir una sorpresa compartir con una mujer las contiendas cívicas en demanda de legítimas reivindicaciones que se le niegan maliciosamente a nuestro entorno y su gente. Y, más aún que eso, tampoco es una sorpresa integrarse en un desplazamiento cívico capitaneado por una flor de nuestros galanos y coloridos jardines que, aparte de belleza, posee el más que suficiente coraje para medirse con los esbirros miserables de la politiquería y el fraude.
La cruceñidad, como consecuencia de recientes desaires, de gratuitas acechanzas en tonos claramente provocativos, sustentó una confrontación sin dar ni pedir cuartel. Pues bien, en la confrontación se involucraron, sin previa convocatoria, a puro pulmón, como vulgarmente se dice, nuestras madres, esposas e hijas que alentadas por su fervor y su bravura fueron la vanguardia, noche y día, de una inquietud ciudadana que sin distinciones involucró a la comunidad en pleno.
En plazas y paseos de nuestra Santa Cruz de la Sierra, y en memoria de determinadas protagonistas de justas épicas, tenemos exaltada la imagen de la mujer cruceña. Pero, sin excepción, en todos los corazones grigotanos se desata un palpitar frenético que lo genera esa mujer cruceña a la que el buen Dios dotó de todas sus gracias y virtudes.
Cambio: Abogados para defender a Bolivia
Ayer, el presidente Evo Morales ha inaugurado la infraestructura de la Escuela de Defensa Legal del Estado. La intención es preparar adecuadamente a los abogados y abogadas que defenderán los intereses estatales, es decir, el patrimonio de todo el pueblo boliviano.
Cabe resaltar que se requiere una nueva formación para estos abogados, por una simple razón, las universidades, públicas y privadas, no han sido capaces de formar abogados con compromiso de justicia y visión patriótica; salvo honrosas excepciones que en realidad traen desde sus hogares los valores de honestidad, ética, calidad y sobre todo visión de justicia.
Esta falencia formativa ha hecho que el Estado tenga que invertir millones de bolivianos para dar a sus funcionarios lo que las casas superiores no fueron capaces de hacerlo. Esta necesidad nos lleva a una reflexión necesaria sobre la colonización del derecho.
Es una verdad histórica irrefutable que el derecho —no confundir con la justicia— llegó con la conquista española. Tras los soldados y curas llegaron los abogados y jueces, en ese tiempo llamados oidores, que fueron parte de un poder omnímodo, sobre todo en nuestro territorio gobernado por un tribunal: la todopoderosa Audiencia de Charcas.
Con estos señores orgullosos de su condición académica se construyó una visión del derecho inclinada a quien tenga más dinero tendrá la "justicia". En palabras más sencillas, el colonialismo del derecho se relaciona con el capitalismo, el derecho, y por ende la justicia, es objeto de oferta y demanda, y el prestigio del profesional se mide por su riqueza, no por su ética.
Como lo que importa es el capital y su ostentación, y no la exaltación de la justicia, el ejercicio del derecho ha sido convertido en un espacio altamente sensible a la corrupción y el tráfico de influencias. Preguntando a una abogada honesta sobre qué haría respecto de una de sus colegas, que presentaba memoriales llenos de mentiras para abusar de la parte contraria, y lo que el juez opinaría sobre tanta mentira e intento de manipulación, contestó que nada, porque era lo común en los estrados judiciales.
Como vemos con este ejemplo, que responde a la cotidianidad del derecho, es uno de los resultados de nuestra más que centenaria formación académica.
Tomando en cuenta esta formación encontramos que las personas naturales y jurídicas que instauran juicios al Estado tienen las de ganar por su práctica relacionada con las habilidades para engañar al juzgador, y en algunos casos, si la venalidad lo permitía, podían llegar a su compra, y si no era al juzgador, se lo hacía con las autoridades estatales, práctica común en tiempos neoliberales y que ha sido largamente demostrado.
Por otra parte, las grandes empresas trasnacionales, aquellas que hacían lo que el mercado mandaba con nuestros recursos naturales, tenían la capacidad de pagar largamente a los mejores abogados y abogadas, lo que ponía en serio riesgo al Estado al no contar con las habilidades jurídicas de estas grandes compañías.
Otra práctica lesiva al Estado en tiempos neoliberales era la contratación de empresas de abogados extranjeros para elaborar los contratos relacionados con la explotación de los recursos naturales, especialmente los no renovables, como hidrocarburos y minería.
Como ejemplo tenemos el Código Davenport, como se llamaba al Código del Petróleo, y que daba enormes ventajas a las trasnacionales del petróleo, conocida así por la oficina de abogados norteamericanos que lo hicieron: Shustet and Davenport.
Ésa era otra de las formas en que el Estado entregaba la vida de la nación a las grandes transnacionales dueñas del mundo y que utilizaban a sus abogados para despojarnos de nuestras riquezas.
Ahora que el Estado ha retornado a la soberanía del pueblo, las cosas marchan por diferentes cauces. Una decisión que permite a Bolivia protegerse de las artimañas leguleyas de los prestidigitadores del derecho, mediante la formación de abogados probos y capaces, es un adelanto en la defensa de los derechos del país en su conjunto.
La creación de esta escuela también constituye una seria llamada de atención a las universidades, las que deben cualificar la formación de sus estudiantes en las diversas ramas del derecho, formando abogados honestos imbuidos de valores éticos y morales, y no, como hasta ahora, mercaderes de la justicia.
En este sentido, la población esperará atenta la estructura académica, las materias, los docentes y todos los aspectos que implica la formación de una nueva generación de profesionales del derecho que reviertan las imágenes, construidas desde la realidad, del común de las abogadas y abogados.
Como corolario, la escuela y la futura Procuraduría del Estado estará vigilada por los movimientos sociales.
Señala el presidente Morales sobre las organizaciones sindicales: "Antes era la defensa de carácter social y sindical. De esa lucha ahora pasamos también a una defensa legal del pueblo boliviano". Sus palabras reflejan la activa participación del pueblo en la construcción de la patria soberana.
Señala el presidente Morales sobre el control social: "Antes era la defensa social y sindical. De esa lucha ahora pasamos a una defensa legal del pueblo boliviano". Sus palabras reflejan la activa participación del pueblo en la construcción de la patria soberana.
La Prensa: Las guerras de la coca
La diferencia entre sectores cocaleros fue suficiente para paralizar durante nueve jornadas la comunicación entre La Paz y el norte del país?
El presidente Evo Morales admitió por primera vez en los últimos días que parte de la coca producida en el Chapare, donde él sigue siendo dirigente sindical, sirve al narcotráfico.
Eso lo sabían todos los bolivianos incluso antes de que el Presidente llegue a la primera magistratura del país. Se lo sabe muy bien, porque Bolivia se comprometió con la comunidad internacional a cultivar sólo 12.000 hectáreas de coca ?suficiente para el consumo legal?, con lo que todas las plantaciones del Chapare quedan en calidad de ilegales, ?excedentarias?, según el eufemismo inventado por las autoridades.
La información que debiera entregar ahora el Gobierno es la exacta medida, en hectáreas, de los cultivos de coca que, según expresó el Presidente, se van al narcotráfico. Luego se tendría que anunciar un plazo de erradicación de esos cocales ilegales, cuya existencia ilegal ha sido admitida por el mismo Mandatario.
Eso es lo que, con otras palabras, buscaban los cocaleros de Yungas a través de un duro bloqueo que se prolongó durante nueve días, cansados ya de que el Gobierno concentre sólo en la zona donde ellos operan los esfuerzos de erradicación y deje libre al Chapare.
El conflicto en los Yungas es provocado por la rivalidad que existe entre los dos polos cocaleros del país y que se acrecienta conforme el Gobierno manifiesta visibles preferencias por el Chapare.
La situación fue tan grave que los cocaleros del Chapare amenazaron con marchar sobre los Yungas y obligar a los cocaleros yungueños a levantar el bloqueo de protesta que se prolongaba peligrosamente.
La protesta comenzó con un motivo diferente. Se trataba de rechazar una normativa que el Gobierno había propuesto para la comercialización de la hoja, normativa que estaba inspirada en el deseo de evitar el desvío del producto hacia el narcotráfico.
El Gobierno retiró su iniciativa con presteza e incluso propuso que sean los cocaleros quienes participen en la elaboración de una normativa, en consenso con las autoridades, pero los cocaleros de Yungas prefirieron radicalizar sus medidas.
El Gobierno había propuesto a los cocaleros legales e ilegales participar en la elaboración de una normativa del Estado boliviano. Parece un absurdo, pero ésa era la figura.
Aquella postura de los cocaleros de los Yungas ?la que luego tuvieron que abandonar? pareció deberse a sus deseos de demostrar al país que están cansados de los privilegios de que gozan los cocaleros del Chapare.
Esta diferencia entre cocaleros fue la causa para paralizar durante nueve jornadas la comunicación con los Yungas y los departamentos del Beni y Pando. Fueron cientos los camiones bloqueados, mientras el presidente Morales negaba cualquier posibilidad de diálogo porque sólo se trataba de satisfacer a dirigentes cocaleros que buscan su reelección. Vale decir, un conflicto entre cocaleros tuvo la energía suficiente para paralizar el traslado hacia el norte de nuestro país, privando de necesidades básicas a miles de ciudadanos.
Comparado con el daño que hace el narcotráfico a los bolivianos, a la economía, a la ecología y a la imagen del país, es poca cosa, pero muestra que la realidad de la coca se ha convertido en un monstruo que amenaza a toda Bolivia.
El Diario: Gobierno y sindicalismo, componentes democráticos
Política y sindicalismo comparten un mismo fondo de servicio, aunque con objetivos distintos. La primera abarca la compleja conducción del Estado y el segundo se refiere al aspecto social de sus miembros, pero ambos tienen en común el bienestar del hombre en planos diferentes y necesarios. En consecuencia, tanto la política como el sindicalismo son inconcebibles sin una organicidad adecuada y eficiente. En términos modernos, la evolución mental hace y ha hecho posible el manejo de lo humano dentro del sistema y praxis democráticos. Es decir, la democracia es el alero común que cubre el cotidiano desenvolvimiento en todo el ámbito de la actividad humana.
Lo anterior parte del principio de que son los hombres, en cuanto valor social, los actores de ese quehacer en su doble perspectiva de directores, directivos o, si se quiere, dirigentes, y destinatarios de un orden tal, con miras al bienestar y a una armónica y justa convivencia. La tarea de conducción supone un alto compromiso, para lo cual, ciertamente, no todos son poseedores de las debidas cualidades, empero, todos son responsables de esa conducción en la medida en que deben participar activamente, cumpliendo el sentido de la organización democrática que es tanto de ida como de vuelta. Por su supuesto que la mayor responsabilidad recae en quienes asumen el papel conductor. Rol que exige serenidad ante las dificultades, pero también decisión y consecuencia.
Si bien los procedimientos democráticos originan al gobernante o conductor, el mandato recibido debe desenvolverse y limitarse al espíritu democrático, el cual se expresa en leyes o estatutos. Todo mandato es una limitación de poderes, el cual, en lo político y social, se configura a la postre en un liderazgo. No es raro, sin embargo, que el liderazgo adquiera caracteres carismáticos, genéricamente funestos como nos lo muestra la experiencia histórica. Quienes surgen al gobierno por un mandato democrático, no pueden valerse o instrumentar los procedimientos que brinda la democracia para endiosarse o pretender haber alcanzado tal liderazgo carismático, omnisciente, una suerte de “raro gran espíritu” y sojuzgar a quienes consideran sus rivales o enemigos políticos, colocando el aparato legislativo y judicial a su servicio.
Como acabamos de señalar, la historia registra claros o, mejor, oscuros ejemplos de autoritarismo y totalitarismo, pero que en la postmodernidad fueron y aún son producto de la democracia electiva. Ya dijimos que éste es un sistema compartido por gobernantes y gobernados y por dirigentes y por los miembros del sindicalismo, de donde dimana el deber de una participación consciente y alerta a la desvirtuación del sistema original democrático, plano en el que la prensa libre, entre otras instituciones, cumple un papel eficiente. La excesiva sumisión o pasividad de la ciudadanía es sinónimo de anulación psicológica o de masa moldeable a gusto y sabor del líder o gobernante, de avasallamiento consentido e inclusive renuncia a los derechos propios de un sistema democrático. Tampoco a título de mayoría se puede adoptar una legislación parcializada, discriminatoria y todopoderosa, sin respeto a la minoría y despreciando el bien común para caer en el atropello. Un requisito esencial de la democracia es el respeto y la moderación. Si no fuera así estarían demás el derecho y la justicia.
Si se prescinde de tales límites, sólo puede sobrevenir una dictadura al servicio del líder y de su estrecho entorno, es decir, de una oligarquía de nuevo cuño. Un ejemplo de caída en la dictadura sindical es, por ejemplo, el señor Boris Quisberth, ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz, quien a espaldas de sus mandantes y pese a la oposición de éstos para convalidar la “ley mordaza”, se presta a su reglamentación, lo que, como es natural, le ha valido la censura de su gremio y el poco agradable calificativo de “traidor”.
El Mundo: Descolonizados
Una afirmación del Jefe del Estado Plurinacional de Bolivia nos permite hacer unas reflexiones sobre el concepto de colonización, ya que él ha afirmado que quienes se oponen a las sanciones que la mentada Ley Contra la Discriminación y el Racismo establece para los periodistas y los medios de comunicación, no están dispuestos a descolonizarse. Habría que ubicarse un poco en el tiempo, para recordar algunas fechas que resultan claves para el discurso mencionado. Hace pocos días, recordábamos el 12 de octubre, los 518 años de la llegada de los españoles a América, quienes en su afán de aprovechar las riquezas que encerraba el territorio, no dudaron en dominar a los nativos, en especial a las civilizaciones de los Aztecas en el norte, a los Mayas en Centroamérica y a los Incas en el sur.
En el territorio que hoy ocupa Bolivia, se encontraba asentado con mayor fuerza el imperio de los Incas, una de cuyas regiones, el Kollasuyo, estaba habitado por los posibles descendientes de el imperio de Tiahuanaco, del que no se conoce aún las causas de su desaparición. Los incas habían sometido doscientos años atrás a los aimaras que estaban distribuidos en la zona del Altiplano, en pequeñas republiquetas conocidas como los señoríos aimaras, que tenían muy poca conexión entre sí y que fueron fácilmente sometidos.
La expansión del imperio de los Incas chocó con la presencia de los Araucanos en el sur y de los Chiriguanos en el oriente. Algunos historiadores orientales estuvieron analizando hace algún tiempo, el concepto de chiriguano, posiblemente derivado de dos palabras quechuas, chiri = frío y guano = caca, y se sintieron molestos por la interpretación; sin embargo, podemos convenir en que la expresión representa, muy gráficamente, la sensación que sentían los incas al encontrarse ante un enemigo que efectivamente, les congelaba la sangre u otros elementos en el cuerpo. Cabe recordar también que la resistencia no sólo se planteó ante los incas que finalmente quedaron sometidos por los conquistadores, sino también ante los conquistadores mismos, con muchas demostraciones de valor y firmeza; el mismo Ñuflo de Chaves, fundador de Santa Cruz, murió por manos de los itatines que buscaban su libertad, así como los hicieron luego Túpac Katari y Apiaguaiqui Tumpa, a fines del siglo XVIII. Estos hechos no sólo los realizaron los nativos, sino también los descendientes de los españoles nacidos en América y los otros productos del mestizaje entre los colonizadores y los originarios, el caso de los Morales con los Ayma y muchos otros.
Cuando en el norte se producía la independencia de los Estados Unidos de América y en Europa la Revolución Francesa, llegaron los aires de libertad, concretándose con los levantamientos cuyo Bicentenario hemos venido recordando: en Chuquisaca y La Paz en 1809, Buenos Aires, Cochabamba, México, Santa Cruz y Oruro en 1810 y así sucesivamente, hasta concretar la declaración de la Independencia en 1825.
Durante el proceso de la vida republicana, surgieron otros movimientos internos para buscar el ejercicio de la verdadera libertad; en 1899, con la llamada Revolución Federal, los liberales lucharon por la integración nacional y a esa lucha se sumaron Zarate Wilca y los suyos, junto a varios pueblos indígenas.
Durante la Revolución Nacional de 1952, luego de la Guerra del Chaco, donde los indígenas mostraron su valor junto a los karas o carai, como los llaman en el oriente, se buscó la unidad y la integración, por medio de la Reforma Agraria y se sustituyó el término despectivo de indio o camba, por el del campesino.
Hoy a los 185 años de vida republicana se lucha por la integración y la autonomía, los mestizos se sienten orgullosos de ser collas o cambas y luchan juntos contra otra colonización interna, la del centralismo que no sólo intenta el dominio económico, sino que ha iniciado una nueva colonización, dentro del territorio nacional, para servir los intereses de un nuevo imperio cubano venezolano que intenta rescatar un sistema que a decir del mismo Fidel Castro, no funciona.
Opinión: Encuentro presidencial de enorme significado
Con la República del Perú nos une antigua tradición llena de historia y de sentimientos comunes que se han patentizado en la amistad y esa afinidad que tenemos los bolivianos con los peruanos y viceversa.
Durante los últimos años, situaciones y visiones políticas, más que las relaciones bilaterales en sí, han deteriorado los vínculos con el vecino país, situación que a partir del reciente encuentro entre los presidentes Evo Morales de Bolivia y Alan García de Perú en el emblemático Puerto de Ilo, quedarían en la coyuntura del pasado, para iniciar una nueva etapa de confianza dentro de objetivos comunes, donde ambos países, renueven políticas enmarcadas en la cooperación y la dignidad de ambos pueblos.
La reunión de los presidentes Evo Morales y Alan García ha marcado, además de limar las asperezas personales, dos hechos fundamentales de cara al futuro: Primero, la declaración del presidente García, quien sin tapujos, ha calificado de injustas las razones por las que Bolivia no tenga hasta ahora una salida soberana a las costas del Pacífico, señalando que esperaba que el diálogo bilateral entre el gobierno del presidente Evo Morales y de Chile conduzca a la recuperación de la justicia y le permita recuperar su cualidad marítima.
Las palabras del Mandatario peruano tienen fundamental importancia porque en el plano de la negociación marítima con Chile, como se sabe, el Perú posee la decisión de ?abrir el candado? para acuerdos concretos, como se ha dicho de manera constante durante estos años de encierro más que centenario. Alan García ha subrayado que ?el Perú jamás será un obstáculo en el diálogo bilateral que debe conducir a que Bolivia recupere su salida sobrerana al mar, jamás?.
Si las palabras del Presidente peruano se calcan en una política nacional de Estado del vecino país, las posibilidades para allanar el camino de la negociación marítima con Chile, serán mucho mayores en relación a lo que ha acontecido durante estos años en que Bolivia ha mantenido una relación casi errática y de frustraciones. A esto hay que añadir la declaración del presidente chileno Sebastián Piñera que destaca al avance de diálogo con Perú y las relaciones entre los tres países ?mirando al futuro, a resolver los problemas?.
El segundo hecho es la renovación por un período de 99 años de la zona franca marítima en Ilo, aunque sin soberanía, que otorgó el Perú a Bolivia en 1992. Otorga facilidades portuarias y de libre tránsito facilitando las exportaciones bolivianas, instalación de industrias, explotación turística, presencia de la Fuerza Naval Boliviana con fines de cooperación y operación de buques con bandera boliviana.
Las facilidades comerciales, si son adecuadamente aprovechadas por Bolivia, crearán progresivamente una competencia a los puertos chilenos que actualmente son utilizados por Bolivia, una instancia que puede facilitar las condiciones del diálogo con Chile.
El uso de la zona franca marítima por 99 años abre grandes oportunidades para Bolivia en los proyectos comerciales bilaterales y de relacionamiento con otros países, y para los bolivianos, emprendimientos industriales, turísticos y de comercio, que se pueden desarrollar en el territorio de Boliviamar que está a 17 kilómetros de la ciudad de Ilo.
El encuentro y los acuerdos firmados por los presidentes Morales y García deben ser entendidos como una política de Estado, y efectivamente, lo que se ha visto en la reunión de Ilo, permite comprender que va más allá de la circunstancia o del abrazo protocolar. Tiene significación, y a partir de ello, se estarían sentando las bases para empezar a quitar las piedras del camino que conduzca a Bolivia a su costa marítima con soberanía.
Clarín, Argentina: La basura, en una interna política
El paro sindical, apoyado en causas reales, pero motorizado por razones políticas, convirtió a la ciudad en un basural a cielo abierto, creando un serio peligro sanitario.
El paro de los trabajadores de la Asociación Gremial de la CEAMSE, que administra depósitos de basura en la Provincia de Buenos Aires, obligó a suspender la recolección de residuos en la Ciudad durante cuatro días, provocando una enorme acumulación de residuos.
El sindicalismo hizo el paro en reclamo de que se le garanticen 2.000 puestos de trabajo en el sistema de recolección que está en proceso de licitación y que se abran nuevos rellenos en la Provincia porque los actualmente habilitados están al límite.
Para hacer frente a esta situación, desde hace tiempo conocida, en 2008 la Provincia y la Ciudad hicieron un acuerdo para crear nuevos depósitos, entre otras medidas. Posteriormente la Ciudad lanzó un plan para reducir sustancialmente el volumen de residuos.
Sin embargo los proyectos no se concretaron, no se crearon nuevos depósitos y el tonelaje de residuos siguió aumentando, en una tendencia que llevará a los depósitos existentes al colapso en poco tiempo.
Aún así, el reclamo sindical, lanzado en forma sorpresiva, no puede entenderse a la luz de estos problemas sino de la ofensiva política iniciada por Hugo Moyano. El sindicato en cuestión está liderado por un aliado cercano de Moyano y tomó la medida en coincidencia con el rechazo de este último a una eventual candidatura presidencial de Daniel Scioli. Ha tenido lugar, en definitiva, un nuevo episodio de utilización de la fuerza sindical por motivos políticos, tomando de rehén a la población.
Al Estado le corresponde, entre tanto, cumplir con los programas anunciados y resolver el problema del reciclaje y el depósito de residuos para que los riesgos ambientales no se incrementen.
El paro que provocó la acumulación de basura se asienta en causas reales pero fue motivado por la política. El Estado debe cumplir los compromisos de reciclado y depósito de residuos.