Un fantasma alicaído


Néstor Taboada Terán es un escritor al que algunos le reconocían cierto talento gracias a obras como Manchaypuyto. Lamentablemente ahora se ha tornado en uno más de los “escribidores orgánicos” al servicio de Evo Morales. Planea reescribir la historia de Bolivia y para ello está preparando algo que ha llamado “ensayo” titulado “La Evomanía es el nuevo fantasma que recorre el mundo” sacando de los pelos una cita contenida en los primeros párrafos del Manifiesto Comunista. image

La visión de Terán sobre Evo peca de triunfalista y pareciera que está dirigida a inflar aun más el ya desbocado ego de quien se considera “guía espiritual” de los pueblos indígenas y predestinado a redimir a los oprimidos. Sin embargo el exegeta no se ha pasado el trabajo de acudir al palacio de Gobierno para percatarse de la realidad. Si bien el discurso público no ha cambiado gran cosa y persiste un ánimo triunfalista, en los lúgubres pasillos del viejo caserón el ambiente es muy diferente.

Se advierte un clima de que las cosas no están saliendo muy bien, que el discurso ya está agotado y que las “organizaciones sociales” no se muestran tan sumisas a Evo como al inicio de su gobierno. Ni que decir de los periodistas que con su defensa de la libertad de expresión, han puesto en evidencia el talante autoritario y abusivo de Morales, que ya está siendo conocido en todo el mundo y no solo por el rodillazo propinado en los cojones a un adversario en un encuentro deportivo.



Entonces si hablamos de “fantasmas”, el que se refiere Taboada Terán se parece mucho más al Fantasma de Canterville de Oscar Wilde, que no tiene pretensiones de recorrer el mundo y puede comenzar provocando burlas a pesar de sus apariciones supuestamente aterradoras pero que pueden terminar causando lástima.

No quieren pisar el palito image

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Huelga de los periodistas cruceños se masifica (foto El Día)

Las más duras lecciones suelen ser las más provechosas. El vicepresidente Álvaro García sin querer hizo de ilustrado maestro cuando ironizó que la oposición no se daba cuenta de las verdaderas consecuencias de sus acuerdos si no pasados muchos meses y por eso había sido víctima de una “maniobra militar envolvente” que posibilitaría la reelección de Evo Morales.

Los periodistas aprendieron muy bien la lección y con habilidad de satinadores no están dispuestos a caer en el “corralito” que les quiere tender el gobierno al invitarlos a, supuestamente, elaborar el reglamento de la “ley antirracismo”. Se dieron cuenta que eso significaría no solo colocar la cabeza en la guillotina sino hacerlos cómplices de la vulneración de la libertad de expresión.

Menchú y Pérez Esquivel ¿imperialistas y capitalistas?

De que le dolió, le dolió. Ahora Evo atribuye el fracaso de sus intentos de hacerse del Premio Nobel de la Paz a que es “anticapitalista”y “antiimperialista”. Jamás se le ocurriría pensar que no tiene, ni remotamente, los méritos suficientes para ello. Prefiere imaginar una oscura conjura en su contra.

Ocurre que en esos sus intentos por querer salir del paso acaba embarrándola que da gusto sin percatarse de lo que dice. ¿Entonces su amigo Adolfo Pérez Esquivel y la indígena guatemalteca Rigoberta Menchú que recibieron el Premio Nobel de la Paz, y muy merecidamente, son capitalistas? ¿ Nelson Mandela y Martin Luther King eran imperialistas y por eso recibieron la distinción?. La envidia y la frustración no son buenos consejeros a la hora de abrir la boca y llegar a “conclusiones”. De su comentario sobre el Premio Nobel de Literatura mejor ni hablar. Ese no es, ni remotamente, su campo.