En su segundo viaje a España desde 2006, el Papa Benedicto XVI visitó este fin de semana las ciudades de Santiago de Compostela y Barcelona, en una estancia de 32 horas que los fieles esperaron con ansias, pero que también contó con un fuerte rechazo de grupos laicos y de izquierda.
Tras pronunciar su primer discurso, el pontífice abordó el "papamóvil" para trasladarse al centro de Santiago de Compostela, un recorrido de unos 11 kilómetros a lo largo del cual decenas de miles de fieles ya se situaban desde las primeras horas de la mañana esperando para saludar al Papa.
Los príncipes de Asturias, Felipe y Leticia, recibieron al Papa en Santiago de Compostela y sostuvieron una reunión privada.
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TV: Red Uno
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