La Cumbre sobre el Cambio Climático que tiene lugar en Cancún fue el escenario estelar elegido por el canciller boliviano, David Choquehuanca, para relanzar sus doctrinas mesiánicas sobre una nueva etapa de la humanidad que habrá de ser conducida por los “guerreros del arco iris”. En una entrevista previa a la inauguración oficial del encuentro en México, brindada al boletín del ALBA, el ministro de relaciones exteriores dijo que “Va a llegar el Pachakutik”, “el retorno al equilibrio”. “Vamos a volver a la pacha”, dijo Choquehuanca, quien suscribe la teoría del retorno a un supuesto estado paradisíaco anterior a la colonización hispánica y al mestizaje. Huelga decir que la tesis carece de fundamento histórico, teniendo en cuenta el sistema opresivo del incario, y que entraña varias falacias racistas e irracionalistas. “Los mayas dicen que estamos en el no tiempo; después del 2012 vamos a entrar al tiempo, porque el calendario maya termina en el 2012”, sostuvo muy tranquilo el canciller, quien tiempo atrás confesó adherir a una “religión cósmica”. Por lo visto, el ministro no parece haberse enterado que los propios mayas han negado esa interpretación de su calendario, denunciándola como una invención de antropólogos sensacionalistas. “Ya viene el gran cambio en el 2012, eso nos dicen las piedras en el Tiwanaku”, agregó Choquehuanca, desplegando el “pensamiento mágico” con el que conduce la política exterior de Bolivia. En otro arranque de lirismo, el ministro profetizó que “Desde el sur emergerán vigorosos guerreros del arcoiris y le devolverán la armonía al planeta tierra. La wiphala simplemente es la materialización del arcoiris”. Mientras el canciller boliviano se ocupa de tan altos asuntos, a la manera de Sumo Yatiri de la nueva religión oficial, las cancillerías de otros países se ocupan de diseñar políticas exteriores de Estado en función de sus intereses nacionales. Así vamos…