Una famosa rodilla


HumbertoVacaflorHumberto Vacaflor Ganam – Economía de palabras

Bolivia tiene la condición -no se sabe si es virtud o defecto- de contar con lugares y personajes famosos.

El cerro de Potosí figura dos veces en el Quijote y es la más famosa montaña de las Américas.



Uyuni es el lago salado más grande del mundo y se dice que el Mutún es un yacimiento de hierro sin parangón.

Sin mencionar al Che Guevara y a Butch Cassidy.

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En estos días está haciendo noticia la rodilla más famosa del mundo, la del presidente Evo Morales.

Se han contado 260.000 entradas en Facebook y el doble de eso en You-Tube, además de incontables alusiones en Twiter al más comentado rodillazo del fútbol mundial.

En estos días, la rodilla en cuestión está en reposo después de tanta noticia que hizo en todo el mundo.

Algunos chinos que entraron a las cadenas de Internet habían escuchado por primera vez el nombre de Bolivia cuando decidieron comentar el lamentable incidente.

Tras la exitosa operación quirúrgica a los meniscos, la famosa rodilla está convaleciente. Es probable que hasta en la FIFA haya algo de expectativa por lo que pueda ocurrir con la rodilla.

Es que el rodillazo fue la mayor contribución boliviana a la campaña mundial del “fair play”. Hemos aportado con el ejemplo de lo que no se debe hacer, ni en fútbol ni en política.

Si no hubiera sido por el rodillazo, la causa del periodismo boliviano no hubiera recibido tanto apoyo en el mundo. Es que la asociación de ideas fue inevitable: si el señor Morales es capaz de hacer lo que hizo en el fútbol, su gobierno es capaz de aprobar leyes enmascaradas para afectar la libertad de expresión.

El apoyo que ha recibido el periodismo boliviano en la OEA y en la SIP hubiera sido imposible sin el aporte del rodillazo.

En la clínica donde fue operado de la rodilla, el presidente Morales está ahora meditando. Desde que es presidente no había estado en reposo tantos días seguidos.

Dice que gobernará desde la clínica. Nunca pude imaginarlo “despachando” temas en su escritorio del Palacio Quemado.

Habrá que esperar que sus colaboradores le lleven informes sobre lo que pasa realmente en el país cuando él no está entregando los “cheques venezolanos”.