Buenos Aires. La presidenta argentina, Cristina Fernández, afirmó el viernes no estar dispuesta a que el país se integre "al club de xenófobos del planeta" y pidió disculpas a las naciones que se han sentido "ofendidas" en medio de la polémica que desataron afirmaciones del alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri.
Las declaraciones de Fernández se produjeron en medio del violento conflicto desatado por la ocupación de un parque porteño en el barrio de Villa Soldati, donde dos bolivianos y un paraguayo murieron esta semana durante choques entre vecinos y con la policía.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández participa de una actividad en Argentina por el Día Internacional de los DDHH – Efe
Macri, líder de la opositora Propuesta Republicana, vinculó este jueves el conflicto con la "inmigración descontrolada" en el país, lo que causó el rechazo de Paraguay y Bolivia.
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La tensión se mantenía este viernes en el Parque Indoamericano, en la zona sur de Buenos Aires, ocupado por centenares de pobres, la mayoría inmigrantes, que reclaman ayuda humanitaria frente al rechazo de pobladores de edificios vecinos en medio de la ausencia de fuerzas de seguridad como producto de las disputas políticas.
Los choques entre personas que ocupan el parque con vecinos de la zona, que rechazan la ocupación, se repitieron hoy con un saldo de varios heridos, dijeron hoy medios locales.
"No estoy dispuesta a que Argentina se integre al club de países xenófobos del planeta", sostuvo la mandataria durante un acto en la sede del Gobierno con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos, que coincide con el 27 aniversario del retorno de la democracia al país y los tres años del Gobierno de Fernández.
"Pido disculpas a algún país hermano si se ha sentido ofendido.
Abramos las cabezas antes que nuestras bocas y pongamos un poco de corazón cuando hablamos de los extranjeros", arremetió la jefa de Estado durante el acto al que asistieron el juez español Baltasar Garzón, la ex senadora colombiana Piedad Córdoba y diversos representantes de organismos humanitarios.
La presidenta consideró que "en Argentina, como en otras partes del mundo, los inmigrantes hacen muchas veces las tareas que los nacionales, por tener otras oportunidades, no hacen", lo que "obliga a ser prudentes".
"Gente mala y que delinque las hay de todas las nacionalidades, de todos los colores", postuló.
Fernández opinó que "la xenofobia y el incentivar la discriminación sólo ha servido para que la humanidad protagonizara sus capítulos e historias más negras y fatales" y llamó a los argentinos "a la reflexión profunda".
"Sepamos que hay que hacer muchos esfuerzos para ir desarticulando pacíficamente los conflictos, aun aquellos azuzados, dirigidos u orientados a intentar desgastar el gobierno para presentarlo como que no le importa la seguridad", afirmó.
Para Fernández, el violento desalojo del martes pasado en el Parque Indoamericano, en el que participaron miembros de la Policía Federal y la Metropolitana, "se vio con un ejemplo de mano dura" que terminó "peor de lo que empezó".
"La primera responsabilidad que tiene un gobernante es que el orden público no pueda ser custodiado a partir de cobrarse vidas de seres humanos porque deja de ser público y se transforma en otra cosa", enfatizó Fernández, quien mantiene un enfrentamiento político con el conservador Macri, quien busca ser candidato a presidente en 2011.
Durante el violento enfrentamiento del martes entre vecinos que ocupan el predio y policías, murieron el paraguayo Bernardo Salgueiro, de 24 años, y la boliviana Rosmeri Cupeña, de 28, mientras que este jueves los "okupas" chocaron con vecinos de la zona, lo que derivó en el fallecimiento del boliviano Juan Castañares Quispe, de 38 años.
"Parecería que la ciudad de Buenos Aires se tiene que hacer cargo de los países limítrofes y eso es imposible. Todos los días llegan entre 100 y 200 personas nuevas a la ciudad que no sabemos quiénes son, de la mano del narcotráfico y la delincuencia", subrayó ayer Macri en una rueda de prensa.
En tanto, el jefe del gabinete argentino, Aníbal Fernández, anunció hoy que el Gobierno va a apelar la orden judicial que ordena su intervención para pacificar la zona en conflicto por considerar que es "de cumplimiento imposible" y "no resuelve el embrollo". EFE