En medio de nuevas pistas, definen la situación procesal de los pilotos presos en España. La Justicia demora la decisión sobre los pilotos detenidos con 940 kilos de cocaína.
El juez a cargo de la investigación debe decidir si envía a prisión o libera a los tres argentinos detenidos en España con 940 kilos de cocaína; investigan nexos con los narcos mexicanos; silencio en el país ibérico
A dos días de hacerse público el escándalo por el tráfico de drogas a España, hoy será un día clave para los tres pilotos argentinos detenidos ya que vence el plazo para que el juez a cargo de la investigación defina la situación procesal de los acusados.
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El magistrado que encabeza la investigación deberá adoptar la decisión de enviar a prisión o liberar a los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá y Gastón Miret, hijos de ex altos mandos de la Fuerza Aérea, quienes permanecen apresados tras ser descubierto al arribar en un avión sanitario con un cargamento de 940 kilos de cocaína al aeropuerto El Prat, de Barcelona.
Mientras tanto, crecen las hipótesis en torno al caso. Ahora trascendió que se investiga si los sospechosos apresados tienen vinculación con la banda de narcotraficantes mexicanos de la que también formaba parte la modelo colombiana Angie Sanclemente Valencia, detenida en la Argentina.
Según informaron a LA NACION fuentes judiciales y de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la empresa de jets privados de Gustavo Juliá habría llevado hasta Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, a la mujer de un proveedor de cocaína de la banda integrada por Sanclemente Valencia.
Los hermanos Juliá, hijos del fallecido brigadier general José Juliá, jefe de la Fuerza Aérea durante la presidencia de Carlos Menem, y Gastón Miret, hijo del brigadier mayor José Miret, secretario de Planeamiento de la Presidencia durante la última dictadura militar, están presos desde el domingo pasado en una dependencia de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña.
El vuelo del escándalo. El avión, un jet ejecutivo Bombardier Challenger 604 incautado por efectivos de seguridad del aeropuerto catalán, pertenece a la compañía argentina Medical Jet, especializada en traslados médicos, de la cual Gustavo Juliá es accionista.
Su arribo al aeropuerto de Barcelona, un destino cuya elección despertó sospechas por el elevado nivel de seguridad que caracteriza a esa terminal aérea, era esperado por los Mossos de Esquadra -la policía catalana- el domingo pasado, que tenía la orden del juzgado de instrucción de El Prat para inspeccionar la aeronave.
A las 15 de ese día, en una jornada de gran actividad en el aeropuerto por la cercanía con la festividad por el fin de año, los tres argentinos fueron inmediatamente arrestados poco después de arribar a Barcelona, luego de que los perros especialmente entrenados para descubrir sustancias ilegales ayudaron a constatar a los efectivos de seguridad que la carga transportada por el jet era cocaína.
Los próximos pasos serán tratar de descubrir cómo y cuando llegó la cocaína a Cabo Verde. "La droga sin duda salió de América del Sur. Ahora tendremos que investigar cómo fue el tráfico hasta Cabo Verde. Posiblemente haya sido por vía marítima", sostuvo un investigador. La Nación, Bs As.
Los aviadores y la narcomodelo
UN ENIGMATICO VIAJE DE MEDICAL JET, LA EMPRESA DE JULIA, A SANTA CRUZ DE LA SIERRA
La PSA pidió a la Justicia que investigue el vínculo entre la droga secuestrada en Barcelona, transportada por los hijos de los brigadieres, con un vuelo en que su empresa llevó a Bolivia a cuatro hombres vinculados con la famosa Angie Sanclemente.
Por Raúl Kollman y Carlos Rodríguez, Pagina 12, Bs As
La vinculación de los hijos de los brigadieres Juliá y Miret con el mundo del narcotráfico no parece una novedad, dado que registra un antecedente por demás ilustrativo.
En el segundo trimestre de 2010, un avión piloteado por el mismo equipo de hijos de brigadieres, detenidos en España con 944 kilos de cocaína, llevó hasta el aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, a un ciudadano argentino, Daniel Amitrano, y a un colombiano, John Wilson Díaz Vélez. En ese mismo vuelo iban otros cuatro pasajeros. Todos están siendo investigados por el juez Marcelo Aguinsky en la causa donde se hizo famosa, con el mote de narcomodelo, Angie Sanclemente. Hay indicios que señalan a Amitrano como pareja de una mujer investigada en el expediente. Lo que analiza el magistrado es si Amitrano y Díaz Vélez fueron los proveedores de la cocaína que luego iba a ser transportada a Europa.
El método era sofisticado. La espectacular Angie, supuestamente relacionada con un narco mexicano, reclutaba modelos para que hicieran un viaje a Cancún. Las valijas eran llevadas por la banda a Ezeiza y se entregaban en el check in. Según parece, el marbete de la valija se fotografiaba con un celular y se enviaba por mail a México. Allí esperaban la valija en el aeropuerto de Cancún, directamente le cambiaban el marbete y se embarcaba a Europa en uno de los centenares de charters que llevaban de regreso, ya bronceados, a turistas del Viejo Continente.
Buena parte del tiempo, Angie operaba en Mar del Plata, lugar al que curiosamente voló varias veces el avión ahora interceptado en Barcelona. El juez Aguinsky ya elevó a juicio la parte del expediente relacionada con la modelo y otras seis personas que serían sus cómplices, entre ellos un novio y su tío. Pero el magistrado tiene abierta otra causa sobre la provisión de la cocaína y es allí donde aparecen como sospechosos los viajeros a Santa Cruz de la Sierra que llegaron a Viru Viru llevados por los hermanos Juliá y por Miret.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) se presentó ayer ante la Justicia para que ésta investigue toda la operatoria de Medical Jet y el viaje a Barcelona. En principio, el vuelo en el que terminaron llegando los 944 kilos de droga partió a las 21 del aeropuerto de Morón y llegó a Cabo Verde a las 5 de la mañana, hora de esa isla africana. Según las estimaciones, de Cabo Verde a Barcelona se tardan entre dos y tres horas, por lo cual la hipótesis más probable es que se haya usado la madrugada y primera mañana africana para cargar el avión y luego se cubrió el trayecto hasta el aeropuerto de El Prat, en Cataluña. El juez en lo Penal Económico Hernán Catania quedó a cargo de esa investigación, tras la denuncia de la PSA.
El avión que llegó a Barcelona es relativamente nuevo. Empezó a ser usado por Medical Jet en noviembre y desde entonces realizó varios viajes, centrados en Morón, Ezeiza y Mar del Plata. Este fue el primero a Cabo Verde y Europa. Y ahí está lo asombroso: la lógica indica que debieron haber hecho una prueba previa, en otro avión privado, antes de arriesgarse a introducir una cantidad tan impresionante de droga, 944 kilos, y de un valor tan alto: casi 50 millones de euros.
Los Juliá viajaron dos veces en avión de línea en diciembre, una vez a Barcelona y otra a Madrid, con permanencias muy cortas, lo que indicaría que estuvieron arreglando los detalles de la operación. A Barcelona viajaron el 8 de diciembre y regresaron a Buenos Aires el 11. Dos días después, el 13, volvieron a partir, esta vez a Madrid, retornando a la Argentina el 17. Los expertos aseguran que en casos de narcotráfico hay mucha diferencia entre la revisión que se hace a un avión privado –muy rigurosa– y la inspección de lo que lleva un avión de línea.
En Barcelona, la Justicia tiene que resolver en forma inminente la situación procesal de los tres hijos de ex brigadieres de la Fuerza Aérea Argentina detenidos el domingo 2 de enero. Gustavo y Eduardo Juliá son hijos del ex brigadier José Juliá, ya fallecido, jefe de la Fuerza Aérea Argentina durante el gobierno de Carlos Menem, y Gastón Miret, hijo del ex brigadier José Miret, secretario de Planeamiento durante la última dictadura. Gustavo Juliá fue, hasta mediados de 2003, gerente financiero del PAMI, durante el gobierno de Eduardo Duhalde.
La situación procesal debe resolverse de inmediato porque el titular del Juzgado de Instrucción de El Prat de Llobregat agotará hoy el plazo de 72 horas –luego de haberles tomado declaración– y tendrá que resolver si los mantiene en prisión. Los tres están en la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, donde son usualmente trasladados los detenidos por casos penales como narcotráfico, a la espera de la resolución judicial.
La noticia sobre la detención se conoció cuatro días después del arresto y hasta ayer se mantenía el secreto de sumario. Los argentinos llegaron a El Prat en un avión Callenger 604 de la compañía argentina Medical Jet, cargado con 944 kilos de cocaína de máxima pureza, de acuerdo con lo informado por la Guardia Civil española. En el avión viajaba una cuarta persona que quedó demorada, aunque luego fue liberada tras determinarse que no tenía vinculación con la maniobra.
Al conocer los arrestos, el Consulado argentino en Barcelona ofreció a los detenidos asistencia consular, pero ellos la rechazaron. Los especialistas dijeron que la droga secuestrada tiene un valor de reventa en el mercado ilegal de unos 45 millones de euros. La droga estaba fraccionada envuelta en un sinfín de paquetes de plástico multicolor, según pudo verse ayer en un video distribuido por la agencia EFE.
Las imágenes se conocieron en España ayer a mediodía. Allí se ve a un agente de la Guardia junto a centenares de paquetes rectangulares que contenían la cocaína secuestrada. Sobre uno de esos paquetes había un cartel que decía 944, en referencia a la cantidad estimada de kilos de droga secuestrados en el procedimiento.
Como se dijo, el avión que pertenecía a la empresa Medical Jet, creada en 1993 por el brigadier Juliá, había partido el 1º de enero desde Buenos Aires, aparentemente sin la droga, con destino inicial a la isla de Cabo Verde, frente a las costas de Africa, desde donde se dirigió luego hacia la ciudad de Barcelona. Todo indica que los investigadores en narcóticos de la Guardia Civil española estaban al tanto de la maniobra y los estaban aguardando para detenerlos no bien pisaban la pista. Una fuente de la investigación en España sostuvo que se trata de “una gran operación antinarcóticos, de las mayores contra el narcotráfico”.
Una de las preguntas que se hacen los investigadores es cómo llegó la droga a Cabo Verde, si es cierto que el avión partió sin mercadería a bordo desde Buenos Aires. “Lo que pensamos es que la droga sin duda salió de América del Sur, pero hay que investigar cómo fue el tráfico hasta Cabo Verde, donde posiblemente haya llegado por vía marítima”, sostuvo uno de los investigadores del caso.
Los expertos españoles recordaron que, desde hace algunos años, “Cabo Verde es uno de los centros mundiales más importantes de distribución de narcóticos de todo tipo, pero especialmente de cocaína”. Los barcos y aviones llegan desde distintos países de América y de allí parte luego la droga hacia los grandes centros comerciales de Europa.
España: la Justicia demora la decisión sobre los pilotos detenidos por tráfico de drogas
Clarín, Bs As
Debe resolver si mantiene en prisión a los hermanos Juliá y Gonzalo Miret. Fueron arrestados en el aeropuerto de Barcelona, cuando intentaban ingresar 900 kilos de cocaína en un lujoso avión ejecutivo.
En medio de un férreo silencio, la Justicia española se prepara para resolver si mantiene en prisión a los tres argentinos detenidos en el aeropuerto de Barcelona, cuando intentaban ingresar 944 kilos de cocaína en un lujoso avión ejecutivo.
El avión, un Challenger 604 con matrícula estadounidense, estaba tripulado por Eduardo Julia, quien actuaba como piloto y Gustavo Miret que oficiaba de copiloto. El tercer arrestado era Gustavo Juliá, principal accionista de la empresa Jet Medical, que supuestamente operaba el avión.
Los hermanos Juliá, son hijos de ex brigadier general José Juliá, quien lideró la Fuerza aérea durante la presidencia de Carlos Menem. Gustavo Miret es hijo del brigadier mayor José Miret, quien fue director de Planeamiento durante la dictadura militar.
La resolución judicial podría adoptarse en las próximas horas. Los detenidos se encuentran alojados en una sede policial catalana, a la espera de un eventual traslado a una prisión.
El 2 de enero, cuando se produjeron las detenciones, había un cuarto argentino detenido pero al parecer después de ser interrogado por la Guardia Civil, que investigó si sus dichos eran veraces, fue puesto en libertad sin cargo.
La Guardia Civil subió a bordo apenas aterrizó el avión Challenger 604 de la empresa argentina Jet medical. Después de revisar la carga y comprobar que transportaba paquetes de cocaína en una cantidad que, provisionalmente, se estimo en 944 kilos, los guardias detuvieron a los cuatro argentinos que estaban en el avión.
El aparato decoló del aeropuerto de Morón, provincia de Buenos Aires, y se dirigió hacia Cabo Verde, ubicado frente a las costas de Senegal. De allí voló a Barcelona, al parecer siempre detectado por los servicios antidroga y de inteligencia de la Guardia Civil.