Coletazos del gasolinazo


Daniel A. Pasquier Rivero

danielpasquier1 La caducidad del tiempo compite contra la reflexión. Sólo un mes de cuando dio a luz el gobierno el D478 con la súbita “actualización”, “nivelación” o “adecuación”, por último, “racionalización” de la política de precios en hidrocarburos y derivados, y ya la ciudadanía ha pasado a otras cosas. Cualquier reflexión puede quedar desactualizada tras el “reculazo”, la suspensión del decreto y todos los otros relacionados.

Efecto de la humareda, la distracción. El Canciller Choquehuanca casi anunció la recuperación del “mar cautivo”, una fibra íntima constitutiva de la nacionalidad boliviana; demostró una vez más impericia diplomática, falta de conocimiento y de ubicación para saber de quienes está hablando. Más concreto, el haber mencionado en el Estado Plurinacional (EP) la recuperación de Atacama hizo saltar a la Cancillería chilena que lanzó como flecha envenenada “Atacama es Chile y seguirá siendo Chile”. Por si fuera poco, se hace público un video mostrando, aparentemente, el soborno o pago por servicios prestados a los cuerpos de inteligencia del EP, en billetes verdes contantes y sonantes, al “testigo clave” del Ministerio Público en el caso terrorismo-separatismo. Lo que vino a ser la herramienta más útil para arrasar con la oposición y la resistencia de los autonomistas y demócratas del oriente; la base de todas las acusaciones, la lista “nunca completa” de comprometidos con el complot, quedaba en entredicho. Para muchos una prueba convincente de la maniobra maestra concebida y ejecutada por el gobierno para enderezar rumbo. Pasó de estar contra las cuerdas el 2008 a correr autopista de alta velocidad hacia el control del poder total, pregonado y tan ansiado por el Vice. El alza de los precios, batiendo récords históricos; la reacción pacífica del pueblo aguantando “colas” interminables para todo y por nada; el negociado de EMAPA, exigiendo precios bajos a los productores e industriales para revender los productos más caro; la reacción violenta del mismo pueblo con protestas, tumultos, para coronar la semana con asalto callejero al comercio en Llallagua y el enfrentamientos con las fuerzas del orden. La cereza en la torta, aunque sea por unas horas, la “odiada” DEA vuelve a operar en Bolivia o, ¿en el Chapare?; antes del incendio ya corrieron los extinguidores, ¡Never de los jamases! Se ha tocado un poder fáctico.



No hay ley que prohíba predicar al diablo, decía certeramente un amigo. No hay porqué abandonar el debate, la reflexión, sobre qué motivó el D478; cómo queda el país después de este intento de transparentar la política energética e hidrocarburífera del gobierno; posibles salidas del atolladero. Lo avanzado es muy importante. La gente sabe ya que las subvenciones al carburante importado en cantidades crecientes no es sostenible sin correr el riesgo de tirar por la borda todos los proyectos sociales de la actual administración (bonos), de condenar al fracaso al YPFB y de poner en brete las finanzas públicas. Adiós la estabilidad macroeconómica, buena parte de la imagen a favor del gobierno. Porque sacando a color las cifras de ingresos por exportación de gas de 2006-2010 comparados con los de 2000-2005, y de igual manera de las reservas internacionales, se pasa por alto el pedir respuestas a preguntas tan simples como ¿dónde se ha ido toda esa plata?, ¿dónde están los proyectos, uno más uno igual a dos, etc., que justifiquen la buena administración de esos recursos? Entonces, ¿porqué la deuda pública sigue creciendo?, ¿a qué obedece el seguir prestándose plata para todo?, desde el taladro venezolano alquilado, la compra del avioncito francés, la construcción del satélite chino, la transacción de compra de armas rusas “congelada” a causa de los intereses usureros, etc. Si los 10.000 millones de dólares del BCB al final los debemos, es mejor decirlo antes o pronto. ¿Estamos en cero? Al final todo sale a la luz.

¿Por qué se esperó tanto para el gasolinazo? Se justificó con la necesidad de incentivar la inversión, sobre todo, en trabajos de exploración. La disminución de la producción desde 2008 por agotamiento de pozos viejos y la expectativa escasa de nuevos pozos; nubarrones al horizonte hasta de los más optimistas. Durante la época del viejo YPFB el promedio anual de pozos exploratorios perforados era 30-40, y el 2010 sólo se explora 1 (uno), sin llegar a profundidades para encontrar hidrocarburos y gas. Se añade que los mercados no están seguros, en parte por la política errática del EP en el sector, que insiste en acaparar el control sin medir su capacidad en recursos humanos, tecnológicos ni financieros. Es de cajón que la inversión extranjera no se va a arriesgar a trabajar a pérdida. Tampoco es aconsejable que lo haga en esas condiciones la inversión nacional. La diferencia es abismal en precios: fijado en 27 $US por barril y los precios internacionales alrededor de 90, ¿quién se va a meter en el negocio? El gobierno salió maltrecho y medio a rastras; los halcones en gobierno, quizás también los ignorantes en el tema, volvieron a ganar la partida sin medir las consecuencias sobre la economía del país. Y el chivo expiatorio el Ministro cruceño F. Vincenti, que se adelantó a dar estas explicaciones técnicas hasta a medios en el exterior.

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En definitiva. Los recursos son abundantes pero no suficientes para un gasto público sin freno, dedicado a endulzar los oídos de sus posibles votantes. Difícil cambiar de discurso. Pocos como Paz Estenssoro, en quien era proverbial andar y salir a campaña sin un centavo en el bolsillo. ¿Evo sin chequera? Ahí está la diferencia de actitud, que revela también el alcance de sus miradas, y el impacto de sus respectivos proyectos. El D478 desenmascaró al gobierno, un proyecto en pugna todavía entre apostar a la construcción del Estado o languidecer como “evismo”, al servicio del personalismo del Presidente.