El jefe de la opositora Unidad Nacional (UN) y empresario del cemento, Samuel Doria Medina, regresó a Bolivia, después de su estadía en Uruguay, y rechazó el lunes todos las acusaciones en su contra sobre el corralito bancario que generó el retiro de al menos 300 millones de dólares la última semana de diciembre pasado. Doria Medina fue demandado por la presidenta del Comité de Seguridad del Estado de la Cámara de Senadores, Mery Medina, por presuntos delitos de agio, sedición y terrorismo financiero al provocar la corrida mediante el rumor de una supuesta depreciación de dólar con relación a la moneda nacional, como efecto de la nivelación del precio de los combustibles líquidos con relación a los vigentes en el mercado internacional, decretado por el Gobierno.
“El Gobierno trata de amedrentarme y silenciarme con la amenaza de juicios que no tienen pies ni cabeza. Yo he hecho una declaración los últimos días de diciembre pero no he generado pánico, ni provocado daño alguno porque todos los bolivianos saben que el pánico y la incertidumbre que se ha generado se dieron por la promulgación del decreto748”, aseveró en conferencia de prensa. Sostuvo que regresó a Bolivia "no sólo para hacer frente a esas acusaciones, sino para seguir defendiendo a la economía del pueblo boliviano". "Seguiré diciendo mi palabra de manera respetuosa, de manera clara, sin aspavientos, como siempre lo hecho", afirmó.
Fuente: Red Uno.
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