En la semana de conflicto, Evo tuvo percance aéreo y vehicular


La seguridad presidencial sufrió dos sustos en esta última semana. Presiones sociales, un percance aéreo, un accidente de tránsito y más tuvo que sopesar el presidente del Estado, Evo Morales, los últimos cinco días del 2010.

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El Presidente anuncia la derogación del Decreto Supremo 748, en Palacio; fue dos horas antes de recibir el 2011.



Todo empezó el lunes 27 de diciembre, un día después de que el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, anunciara la aprobación del Decreto Supremo 748 que regulaba el precio de los carburantes a nivel internacional. Las voces de rechazo a la medida comenzaron a surgir de diferentes sectores que recién reaccionaban ante la decisión.

Los transportistas, mineros, maestros, fabriles, gremiales, vecinos y otros amenazaron con protestas en contra de la norma.

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Morales, que se encontraba en  Venezuela cuando se dictó el decreto, retornó al país el lunes 27. Ese mismo día se reunió con las organizaciones del Pacto de Unidad (campesinos e indígenas) y de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) integrada por sindicatos afines al MAS.

Sin embargo, reapareció en el escenario nacional 24 horas después y explicó que la medida de nivelación de precios de los carburantes evitaba “la sangría de la economía”.

Pero la justificación presidencial no calmó los reclamos, ni frenó la especulación de precios de los productos de primera necesidad que se elevaron, en la mayoría de los casos, al doble.

SUSTOS.

El Mandatario continuó con su agenda de rutina, pero un percance en el helicóptero alarmó a todo su equipo. Fue el martes 28, cuando la nave en la que viajaba no logró aterrizar donde le esperaba la seguridad presidencial.

El mal tiempo que reinaba en los Yungas, donde fue a otorgar recursos a municipios de la zona, provocó que su aeronave aterrice a 300 metros del lugar en el que esperaba su equipo.

Pero eso no fue todo, la guardia presidencial sufrió otro susto el miércoles 29, cuando el gobernante retornaba a la sede de gobierno de la  localidad de Santiago de Machaca (La Paz).

Morales entregó recursos del programa “Evo cumple” y cuando retornaba las dos vagonetas de seguridad que iban detrás de su automóvil se accidentaron, sin que se registren daños personales ni materiales de gravedad.

Pese a los ajetreos de ese día, el Presidente continuó su agenda y ni bien llegó a La Paz se reunió con los dirigentes de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y posteriormente con los de la Central Obrera Boliviana (COB); estos últimos le transmitieron el mandato de su ampliado para que derogue el decreto.

Esa misma noche, el Jefe del Estado dio un mensaje a la nación en el que ratificó la vigencia de la norma y anunció una serie de medidas paliativas al alza del costo de vida, a raíz de la subida  de precios de los carburantes.

Luego de su informe, le esperaban los dirigentes de la mina Huanuni, con quienes se reunió y les explicó los motivos de su decisión y las alternativas.

Al día siguiente, jueves 30, diversos sectores de la población salieron a las calles y protagonizaron violentas movilizaciones en El Alto, La Paz y Cochabamba. Mientras que en Oruro, Potosí y Sucre hubo marchas.

Los ministros fueron enviados a todo el país a explicar las razones de mantener el decreto, pero la demanda casi unísona de mineros, fabriles, maestros y sectores de El Alto era la abrogación de la norma. Incluso los cocaleros del Chapare, que le postularon a la presidencia, se habían sumado a las protestas.

El viernes 29, Morales se reencontró con las Seis Federaciones de cocaleros del Trópico de Cochabamba, en el corazón mismo del Chapare. Luego volvió a La Paz y convocó a todos sus ministros a una reunión de emergencia. Muchos estaban en el interior y tuvieron que retornar ese mismo día para sumarse a la evaluación que duró casi ocho horas. “Fue un análisis técnico, económico, social, donde se vio todos los pormenores de la norma y de la situación del país”, indicó una fuente gubernamental.

Finalmente, los ministros aprobaron un nuevo decreto en el que se abrogan las normas 748 y otras cuatro que tenían que ver con las medidas paliativas. Y dos horas antes de que concluya el 2010, el Presidente anunció al país su decisión.

La Razón