Un artículo del periódico norteamericano The Wall Street Journal, escrito por el periodista Martín Arostegui, recoge las opiniones de expertos bolivianos en el campo de los hidrocarburos que cuestionan el reciente intento de alza de los combustibles del gobierno de Evo Morales.
“Era dinero que necesitaban a toda prisa para mantener su creciente burocracia”, dijo Carlos Chalup, un analista del sector energético y cabeza de la Cámara Boliviana de Gas Vehicular.
Al tratar de reducir los subsidios, Morales argumentó que los altos precios de los combustibles estimularían la inversión en el sector de la energía.
Pero los ejecutivos del sector energético dicen que recortar los subsidios sin otras medidas destinadas a promover la inversión tendría poco efecto sobre la producción.
“No pudimos ver ninguna medida para estimular la inversión en el sector de hidrocarburos”, dijo Carlos Delius, presidente de la Cámara Nacional de Hidrocarburos.
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Las importaciones de combustibles líquidos han aumentado constantemente desde que Morales nacionalizó los hidrocarburos en el 2006, obligando a las empresas petroleras y de gas natural a renegociar sus contratos para dar al gobierno una mayor proporción de los ingresos.
En los últimos tres años, Bolivia pasó de ser un exportador neto de hidrocarburos a un importador neto, de acuerdo con la Cámara Nacional de Bolivia de Hidrocarburos. La inversión extranjera se ha estancado, apenas superando los 500 millones de dólares el año pasado, según medios de comunicación bolivianos que citan al Instituto Nacional de Estadística.
The Wall Street Journal (extracto)