Trauma del desastre puede derivar en desenlaces fatales. No hay dónde asearse, los baños están sucios, hay estrés e insomnio. La solidaridad crece a la par de las necesidades
Impotencia. Un vecino de Santa Rosa de Callapa echa al fuego restos de una silla de madera; fue ayer.
La Razón, Ángela Villafán
En 24 horas, los predios afectados suben a 1.500 y a 6.000 las víctimas
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Alerta. A las dos de la madrugada de ayer, en Callapa se produjo otro movimiento
En 24 horas, la cantidad de predios afectados por el deslizamiento saltó de 800 a 1.500 y los damnificados de 5.000 a 6.000. El movimiento geodinámico sigue activo y obligó a la evacuación de más barrios en los distritos 16 y 17 de San Antonio y de parte del Distrito 18 del Sur.
El reporte oficial entregado anoche a los medios por el Gobierno Municipal de La Paz también informa que la superficie afectada subió de 100 hectáreas a 140 hectáreas.
Entre las zonas afectadas en San Antonio se encuentran Pampahasi Bajo/Central, Kupini II, Valle de las Flores, Santa Rosa de Callapa, Callapa, 23 de Marzo, Metropolitana, Cervecería, y en el Macrodistrito Sur figura Kaliri, identificado como zona Leonardo da Vinci en el reporte edil, e Irpavi II. En el informe no figura Jokoni, que según verificó este diario, presenta rajaduras en las casas y agrietamiento del terreno.
El aumento del número de damnificados obligó a abrir nuevos centros de acogida, que de 10 el lunes aumentaron a 15 hoy. El alcalde de La Paz, Luis Revilla, informó que la madrugada de ayer “en Callapa ha habido un movimiento a las 2.00, pero no ha tenido consecuencias mayores”.
En Santa Rosa de Callapa los vecinos informaron que ayer se deslizó nuevamente parte del terreno, donde se encontraban dos volquetas, una retroexcavadora y un auto de la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos (DEGIR), que quedaron atascados en el Valle de las Flores. A consecuencia del movimiento, la retroexcavadora cayó hasta Santa Rosa de Callapa.
En un recorrido por Kaliri, La Razón verificó que por orden de la Alcaldía los vecinos de 20 inmuebles del barrio 24 de Abril comenzaron ayer la evacuación a las 15.00, con la ayuda de militares.
“Ayer (lunes) estuvimos en vela toda la noche porque una casa de la avenida Challapampa comenzó a agrietarse e incluso el suelo tuvo rajaduras, prendimos una fogata para vigilar que el desastre no llegue a todos los inmuebles, estuvimos muy preocupados”, contó la vecina Paola Fernández.
Betty Suárez, que estaba trasladando sus pertenencias, dijo que la Alcaldía le notificó con la orden de desalojo. “Nos dijeron que el suelo puede moverse y afectar con grietas a nuestra casa, por eso estamos trasladando nuestras cosas”, señaló.
El colegio Leonardo da Vinci colapsó por completo junto con otros dos inmuebles vecinos. El terreno se elevó más de cinco metros, debido a que el terreno deslizado chocó con el pie del talud firme e hizo que se forme una montaña, explicó la ingeniera de la DEGIR, Jenny Tapia.
En Bajo Callapa este diario constató que de 15 viviendas dispersas, siete se habían derrumbado y el resto ya había sido evacuado por los moradores. “Ayer (lunes) comencé a trasladar mis pertenencias de la casa de mi esposa con ayuda de la Alcaldía y hoy (martes) estoy con obreros sacando algunas pertenencias que quedaron”, relató Óscar Aguilar.
En Irpavi II, siete casas presentan grietas y derrumbes parciales de sus muros. Una de las paredes del psiquiátrico San Juan de Dios se vino abajo y los pacientes tuvieron que ser trasladados del primer al segundo piso, que no sufrió daños.
Técnicos de la DEGIR y los encargados del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) ampliaron el perímetro de seguridad en dos cuadras a la redonda en Pampahasi Bajo/Central, Cervecería y Metropolitana; las tres zonas se encuentran en la parte alta de la superficie deslizada. Según Mauricio Claros, del COE, las dos cuadras son de precaución.
“Hay una zona verde en el deslizamiento donde las casas no han caído, pero tienen rajaduras, ésa es nuestra franja de seguridad, y luego por precaución se repartió notificaciones de desalojo a los vecinos que se encuentran a dos cuadras del deslizamiento”, argumentó.
A 100 metros, en la cancha Venus en Pampahasi Bajo Central, el COE y el DEGIR armaron un centro de sistematización de información.
En Cervecería y Metropolitana, zonas clasificadas en alto riesgo de deslizamiento desde octubre del año pasado, los propietarios se rehúsan salir de sus hogares pese a las notificaciones municipales, y aunque existen rajaduras en las paredes de sus casas, colocaron troncos de madera para apuntalar las viviendas.
En Jokoni, al norte de Kaliri, vecinos que tienen sus casas con rajaduras y donde el terreno presenta hondas grietas, esperaban ayer en la calle para ser trasladados por tres volquetas de las Fuerzas Armadas; ellos serán trasladados al colegio de la Fuerza Naval de Bolognia por orden del alcalde Revilla.
Ordenanza. Por otra parte, ayer el Concejo Municipal de La Paz aprobó en detalle y en grande la Ordenanza Municipal 095/2011 que refrenda la declaratoria de alerta roja en el municipio dispuesta por el Ejecutivo a través de la Resolución Municipal Nº 095/2011.
La norma aprobada por el Concejo permite que el Alcalde disponga del presupuesto necesario para proporcionar asistencia a los damnificados. Además se amplía la declaratoria de alerta roja a las zonas aledañas afectadas por los deslizamientos en los distritos 16 y 17 del Macrodistrito de San Antonio, incluyendo en la misma el Distrito 18 del Macrodistrito Sur.
Afectados se reunirán con Evo
Presión
Juntas vecinales de Callapa, Santa Rosa de Callapa, Valle de las Flores y Pampahasi Bajo Central bloquearon el paso a Pampahasi. Piden colaboración y ayuda. Se reunirán con el presidente Evo Morales el viernes a las 5.00.
Vecinos de dos zonas queman bienes irrecuperables
Juvenal Toro vivía en la calle 3 de Santa Rosa de Callapa, del suelo recupera una fotografía de su abuelo Gregorio, única pertenencia que le queda. Atrás, las llamas se avivan cuando arroja un armario de madera al fuego.
“La noche de ayer (lunes) dejamos nuestras cosas y alguien las robó, ahora veo que muchas de mis pertenencias están rotas, prefiero quemarlas antes de que me las roben”, dice Juvenal. En la zona se ven otras 10 fogatas dentro de las viviendas destrozadas; las familias, al no tener vías de salida para sacar sus pertenencias, decidieron quemar todo lo poco que les quedaba.
Ana Mamani dice que no tiene ningún lugar a dónde ir y llora cuando su mirada se posa en sus pertenencias y su casa, destrozadas completamente. Su esposo, Julio Choque Quispe, prefirió quemar su catre, armario, puertas rotas y los pilares de madera.
“Todo quedó enterrado y está roto. Mi marido lo está quemando y es lo único que podemos hacer, ya que no hay ayuda para trasladar nuestras cosas y tampoco es fácil subir el cerro para salir”, comenta Ana Mamani.
En Callapa, más allá de Santa Rosa de Callapa y que colinda con Irpavi II, la Alcaldía cerró los dos puentes casi caídos, única vía de salida de esta zona. Allí, los vecinos también decidieron quemar sus bienes. Desde Irpavi II se visibilizan cinco hileras de hogueras que reducen a ceniza los bienes que los afectados no pueden rescatar. El perímetro de seguridad del megadeslizamiento no tiene protección de policías en la noche y las casas de los afectados quedan a merced de los ladrones.
Trauma del desastre puede derivar en desenlaces fatales
Pesar: una madre y sus dos hijos lloran por sus pérdidas
La Prensa
Atención: Expertos en psiquiatría atienden a damnificados, para evitar el mal.
“Atienda a mi hijito por favor. Está mal. Tiene tos…”, suplicó doña Manuela, una de las damnificadas por el megadeslizamiento de Callapa, en un punto de atención médica, que se instaló en un garaje ubicado en la ex chancadora de Irpavi II.
Una enfermera revisó al menor y, tras auscultarlo, dio el diagnóstico: “Es un resfrío”, aseguró.
Además de las infecciones respiratorias agudas (IRA) y las enfermedades diarreicas agudas (EDA), dos patologías frecuentes en este tipo de desastres, también se presenta el trastorno por estrés postraumático, una enfermedad psiquiátrica que si no se cura a tiempo, puede provocar ansiedad, depresión y hasta el suicidio, según el director del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios, Fernando Garitano.
CARACTERÍSTICA. El profesional explicó que la enfermedad es el desarrollo de un padecimiento mental crónico que se presenta en un afectado por este tipo de desastre o un asalto.
Garitano aseguró que “es algo que el afectado percibe, como un padecimiento severo. Después de unos días, desarrollan el mal, con una reminiscencia casi permanente de los hechos. Para evitar esas complicaciones, activamos el servicio de psiquiatría”.
Puso énfasis en que este mal se puede presentar en personas nerviosas y aseguró que están ayudando a los damnificados a adaptarse a su nueva situación.
La médica Gretel Peñaloza, de otro punto de salud, aseguró que ya se presentan IRA en niños y por eso reparten sales de hidratación y paracetamol.
Damnificados podrían tener conjuntivitis y sarcoptosis
De acuerdo con el director del Servicio Departamental de Salud, Antonio Miranda, además de las infecciones respiratorias agudas (IRA) y las enfermedades diarréicas agudas (EDA), también es característico de estos desastres la sarcoptosis y la conjuntivitis, especialmente en los niños menores de cinco años.
Ambas enfermedades se dan a causa de la exposición constante al polvo. La sarcoptosis, un mal dermatológico que se conoce como sarna, puede presentarse en la mano. Miranda también aseguró que se presentaron algunas rasmilladuras por la evacuación.
Cae un muro del psiquiátrico y trasladan a 60 pacientes
El hospital psiquiátrico San Juan de Dios, ubicado en la zona de Irpavi II, se encuentra en emergencia debido a que ayer por la tarde se derrumbó uno de sus muros.
Cerca de las 11.00, antes del colapso del muro, el director del nosocomio, Fernando Garitano, aseguró que el problema que tiene el hospital es que el río Chulluncani se desbordó hacia la parte lateral del hospital. “Debido a la falla geológica presente en el sector (entre Callapa e Irpavi II), y que producto de las lluvias el río creció y desvió su curso, el margen del lado izquierdo del río está contra el muro, cuando antes estaba a 15 metros de distancia”.
En un recorrido de este medio, por el sector se pudo ver que el muro estaba inclinado y que el cauce de las aguas provocó agrietamientos y huecos en el suelo del terreno del nosocomio.
En ese sector hay dos pabellones del hospital, en los que estaban internados 25 pacientes, con cuadros intermedios, y 28 enfermos crónicos, pero debido a las fallas geológicas, los reubicaron.
“Son 60 pacientes reacomodados, por eso tuvimos que cerrar la hospitalización. El nosocomio atiende males psiquiátricos, dividido por especialidades en adicciones, enfermos crónicos y agudos”.
Habilitan 16 carpas médicas en las zonas de desastre
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de La Paz, Antonio Miranda, informó que se emitió una resolución administrativa que indica que el 100 por ciento del personal de salud, es decir 5.000 o más trabajadores, médicos y enfermeras, se encuentran en estado de emergencia; por lo tanto, en cualquier momento pueden ser requeridos para el trabajo exclusivamente en las actividades de emergencia.
Por ello, además instaló 16 puntos de salud, que están en todas las zonas afectadas. “Cada equipo está conformado por ocho profesionales, un médico, un odontólogo, un licenciado y auxiliar en enfermería, un nutricionista, un sicólogo y un trabajador social. Además habrá profesionales que visitarán carpa por carpa”.
No hay dónde asearse, los baños están sucios, hay estrés e insomnio
Necesidad: una mujer atiende a su bebé en el colegio Gambarte; las madres piden pañales.
Caos: En el colegio Gambarte piden duchas. Hay gente que no puede dormir por la tragedia
La Prensa.- “Desde hace tres días, mi familia no puede asearse porque los baños están sucios y en mal estado, no hay duchas y no nos dieron jaboncillos ni toallas”, reclamó ayer el albañil Julio Salas (46), representante de una de las 53 familias damnificadas por el megadeslizamiento, quien se refugia en la unidad educativa Delia Gambarte, en la zona Pampahasi Bajo Central.
El obrero César Gonzales (37) tiene diarrea y ayer quiso hacer sus necesidades fisiológicas, pero no pudo porque en el baño había un olor nauseabundo que salía de las heces fecales amontonadas en el inodoro por la falta de higiene.
Por la mañana, volvió el suministro de agua potable a las pilas, pero ello no bastó, porque los baños no tienen regaderas.
“Es necesario que se habiliten duchas portátiles para que los bebés y los mayores puedan asearse. También es urgente la dotación de pañales para los recién nacidos”, pidió Rosa Illanes (25).
DEPRESIÓN. “No puedo dormir, por la noche y la madrugada pienso en que perdí mi casa, que será muy difícil superar esta tragedia”, aseguró, entre lágrimas, Martina Vela (41).
La vivienda de la mujer estaba ubicada en el Valle de las Flores, pero el sábado se derrumbó y nada quedó de su propiedad.
El caso de Martina es uno de los cuatro casos de estrés y depresión que atiende la doctora Ana Paola Villa, de la Dirección Municipal de Salud, en ese colegio. “Hay personas que están tristes. Es un efecto postraumático de la tragedia”.
A 300 metros de ese refugio se encuentra la unidad educativa Sergio Mauricio Villegas, en Kupini II, donde viven 392 familias damnificadas.
Allí no hay agua, sin embargo los baños ayer estaban más limpios que en el colegio Gambarte.
La comerciante Zulma Carrasco (35) dijo que tiene insomnio, no puede dormir. Como ella hay otras tres mujeres que tienen ese mismo problema.
QUEJA. En la mañana de ayer, unas 50 personas de Pampahasi Bajo bloquearon el ingreso a esta zona en alerta roja, pidiendo que se arregle el servicio de alcantarillado y evitar más deslizamientos.
Hay hacinamiento y habilitan 28 carpas
En las unidades educativas Delia Gambarte, Sergio Mauricio Villegas y 24 de Junio viven 499 familias damnificadas por el megadeslizamiento del sábado. En el primer establecimiento hay 53 familias y, en los otros, 196 y 56, respectivamente.
Según las autoridades, el número de las familias que vive en cada colegio es variable, ya que a cada momento se asientan más.
Por ello, el coronel Everth Nazmi Baeza, de Defensa Civil, dijo ayer que se habilitaron ocho carpas en la zona Pampahasi Bajo Central, 10 carpas en Callapa, sector “Chancadora”, y otras 10 en Irpavi II, cerca del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios. Cada carpa tiene capacidad para albergar a 40 personas, es decir, ocho familias.
En el recorrido realizado, este medio comprobó que la unidad educativa Delia Gambarte es el espacio más atiborrado de familias damnificadas. No obstante, muchas de ellas no quieren ir a las carpas porque tienen temor al frío y a las lluvias.
“Hay mascotas atrapadas”
El estudiante Elvis Salas (20), un damnificado de la zona Valle de las Flores, informó ayer que en ese sector hay decenas de perros y gatos atrapados que no pueden reunirse con sus dueños.
El anterior sábado, cuando ocurrió el megadeslizamiento, el joven perdió a sus gatos Negrita, Peluchín y Bodó, pero pudo salvar a sus perros Duque y Choco. Salas confía en que sus gatos sigan con vida. “Los militares, policías y bomberos rescataron a las personas pero se olvidaron de las mascotas. En Valle de las Flores vivían al menos 400 familias, y casi todas tenían animales”, se quejó. El estudiante es uno de los más de 200 damnificados que viven en el colegio Delia Gambarte.
“No hay estufas y hace frío”
“Por la noche y la madrugada, el frío es intenso”, aseguró ayer Virginia Torres (82) tras solicitar a las autoridades y a las personas caritativas la dotación de estufas para contrarrestar las bajas temperaturas.
La mujer dijo que las frazadas no bastan para combatir la humedad que ocasiona la lluvia al caer. Ella vive sola en el primer piso de la unidad escolar Sergio Mauricio Villegas. “Perdí todo cuando mi casa de Kupini II se derrumbó”.
La solidaridad crece a la par de las necesidades
Desastre: A medida que pasa el tiempo, se habilitan más albergues.
Callapa: doña Guadalupe de Condori llora al mostrar los restos de su vivienda
Colapso: la gente atraviesa, en grupos reducidos, el puente Bailey que une las zonas Irpavi II y Callapa
Rescate: quienes fueran moradores de esta vivienda temen ingresar en ella
El frío azota a los damnificados en los refugios temporales habilitados por la Alcaldía y Defensa Civil. Entre el apuro de la interminable evacuación y el rescate de lo que queda, la gente ya se disputa la ayuda que llega en alimentos, ropa y vituallas.
Aumentan las filas por una ración, así como la solidaridad de empresas, vecinos y otras regiones que, a través de campañas, colectan lo necesario para los más de 5.000 damnificados por el megadeslizamiento en la ciudad de La Paz.
Lanzan la campaña “Todos solidarios, Bolivia una sola”
El Gobierno nacional, la Gobernación del departamento y la Alcaldía paceña lanzaron ayer la campaña “Todos solidarios, Bolivia una sola” con el propósito de canalizar la ayuda para los damnificados del megadeslizamiento ocurrido el pasado fin de semana en la ciudad de La Paz.
El ministro de la Presidencia, Óscar Coca, junto con representantes de la comuna, la Gobernación y la brigada parlamentaria paceña, explicó la necesidad que existe de realizar una sola campaña para que la solidaridad se canalice de manera unificada y no se disperse.
Se busca colectar alimentos no perecederos, vituallas, ropa y dinero para las cerca de 2.000 familias damnificadas y que perdieron todo en el macrodistrito San Antonio.
Respecto de los aportes de dinero en efectivo, Coca explicó que la población o las instituciones pueden hacer sus donaciones a la cuenta corriente 15462738 del Banco Unión en todo el país.
Asimismo, la ciudadanía puede enviar un mensaje de texto con la palabra AYUDA al 808 y se le descontará tres bolivianos de su crédito. Para cualquier consulta, se habilitó la línea gratuita 800 10 5530.
Algunos sitios de donación
Las autoridades de los tres niveles de Gobierno: nacional, departamental y municipal, coordinan una sola campaña para apoyar a los damnificados paceños. En el interior también se iniciaron cruzadas solidarias.
1) En la ciudad de La Paz, la ayuda se recibe en la Biblioteca Municipal (plaza del Estudiante), el Campo Ferial de Bajo Següencoma, la Gobernación (en la plaza Murillo), el Centro Piloto (entre Vásquez y Perú) y el coliseo de Villa Victoria.
2) En la urbe alteña se habilitaron 16 puntos de recolección, que se ubican en la Alcaldía Central (avenida Bolivia, cerca de la gasolinera Villa Victoria), la Alcaldía Quemada (la Ceja) y las 14 subalcaldías.
3) La Iglesia Católica habilitó a todas las parroquias e iglesias de La Paz y El Alto para recolectar las donaciones. Esperan contar con similar respuesta en el interior del país.
4) La Iglesia Metodista habilitó los centros La Reforma (entre Landaeta y 20 de Octubre), San Pedro (frente al estadio Bolívar), Redentor (en la calle Graneros) y la Resurrección (calle 12 de Obrajes).
5) Las donaciones también se reciben en las iglesias cristianas evangélicas.
6) La Gobernación de Potosí inició también una campaña para recolectar víveres y vituallas. Las donaciones se reciben en el Palacio de la Gobernación.
7) La Gobernación de Santa Cruz también recolecta víveres y vituallas para los damnificados. La colecta se realiza en el Centro de Operaciones de Emergencia de la ex Prefectura.
8) El Concejo Municipal de Sucre también instruyó el inicio de una colecta conjunta en esa ciudad.
9) El Banco Bisa habilitó su campaña “Bolivia Solidaria”. Quienes quieran aportar deberán hacerlo a la cuenta 1177584017 de dicha entidad.
10) El MegaCenter, Cine Center y Manfer Films organizan funciones solidarias para mañana —de 11.00 a 15.00—. El ingreso para estas funciones será ropa o alimentos.
11) La Red ATB realizará una Telemaratón desde las 14.00 de mañana. Las redes PAT, RTP, Unitel y Bolivisión continúan recibiendo donaciones en sus oficinas.
12) Radio Fides realiza una campaña de recolección que recorre las calles y es encabezada por Nicolás Sanabria.
13) En algunas unidades educativas paceñas, así como en facultades de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), también comenzaron la recolección de donativos.
LO RECOLECTADO DEBE SER ENTREGADO A LAS AUTORIDADES