Ley. Habrá presupuesto propio para agentes encubiertos; Oposición denuncia creación de “parapolicías”

Los policías de alto y bajo rango podrán ser investigados. Los antecesores de Farfán no lograron cortar la corrupción entre los años 2006-2010.

Página Siete / La Paz – 16/03/2011

Habrá un presupuesto propio para los agentes encubiertos



Se trata de gastos de operación que saldrán del ministerio del área

Dato. La Oficina de Control Interno estará compuesta por uniformados y civiles que investigarán “malas prácticas” e irregularidades de los funcionarios dentro de la Policía.

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image Los policías de alto y bajo rango podrán ser investigados.

El Gobierno dispondrá de un presupuesto propio para los gastos de operación que realizarán los agentes encubiertos que investigarán “las malas prácticas” e irregularidades al interior de la Policía, según informó la diputada del MAS, Cecilia Ayllón.

En el marco del proyecto de Ley del Régimen Disciplinario de la Policía, el funcionario policial acusado de alguna irregularidad será pasible a un proceso en el Tribunal Disciplinario que dispondrá sanciones desde llamadas de atención hasta la baja definitiva de la institución, en caso de cometer faltas graves.

Ayllón explicó que éste es el inicio para cambiar la imagen de la institución policial y que estos agentes (que podrán ser policías o civiles) trabajarán bajo las órdenes de la Oficina de Control Interno (OCI), que dependerá del Ministerio de Gobierno.

La institución policial atraviesa actualmente por una grave crisis marcada por hechos relacionados con la corrupción y el narcotráfico, y vulneración de derechos humanos en casos como la banda de Ana, caso Olorio, caso Sanabria y clan Rosales.

La legisladora explicó que el monto del presupuesto será definido por la OCI, por tratarse de una cuestión operativa interna.

Página Siete preguntó que si un agente encubierto, para confirmar si existe corrupción, puede recurrir al soborno, por ejemplo a policías del Organismo de Tránsito o Identificaciones, dependencias donde se registran más denuncias de irregularidades. Si lo hace, de dónde saldrá el dinero: ¿habrá un presupuesto especial para este fin?

“En estos casos, el soborno es de 20, 100 ó 500 bolivianos y ese presupuesto de operaciones lo manejará la OCI, del Ministerio de Gobierno, que será la institución que tendrá que cubrir ese tipo de gastos”, dijo Ayllón.

Sin embargo, Ayllón dijo que los infiltrados no investigarán hechos para llevar al sindicado a un proceso penal, sino a un juicio disciplinario que podrá derivar en la destitución para luego, si amerita, proseguir una demanda en la justicia ordinaria.

“Serán funcionarios encargados de descubrir actos de indisciplina al interior de la Policía y deberán lograr pruebas para iniciar el respectivo proceso; trabajarán conforme los lineamientos que reciben de la OCI, pero de ninguna manera pueden hacer persecución a nadie”, agregó.

Este personal infiltrado realizará funciones a requerimiento de un fiscal policial para realizar misiones previamente autorizadas y que también serán pasibles a proceso en caso de cometer excesos en su actividad. “De ninguna forma se trata de un control político interno”, aseguró.

La figura del presupuesto propio para actividades de los agentes encubiertos tiene relación con la propuesta del vicepresidente Álvaro García Linera, quien abrió el debate sobre la necesidad de pagar a informantes para cuidar la integridad territorial del Estado boliviano, bajo una estricta transparencia de la administración de recursos.

Algunos detalles de la nueva norma

Trabajo El agente encubierto o infiltrado será designado por la OCI; en caso de que sea un policía sólo podrá ejercer esa función máximo durante dos años y en caso de que sea un agente civil, el tiempo de trabajo será mayor a ese límite.

Requisitos Para ser un agente, se debe cumplir con los requisitos establecidos en el artículo 243, de la Constitución Política, no tener parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad con autoridades de la OCI ni servidores públicos del Régimen Disciplinario Policial.

Control La diputada Cecilia Ayllón aseguró que esa nueva entidad dependiente del Ministerio de Gobierno no ejercerá un control político dentro de la institución del orden ya que su objetivo será sólo hacer investigaciones para descubrir actos irregulares.

Oposición denuncia creación de “parapolicías”

Postura política

La Cámara de Diputados aprobó el pasado viernes el proyecto de Ley de Régimen Interno de la Policía, norma que según el diputado de CN Franz Choque, incorpora la creación de un “organismo parapolicial” con facultades indefinidas bajo control del ministro de Gobierno, Sacha Llorenti.

El legislador denunció, según la agencia NAN, que uno de los artículos ingresó “de contrabando” y no tiene nada que ver con el sistema disciplinario porque al organismo ingresarán a trabajar, además de policías, personas civiles en calidad de agentes encubiertos para supuestamente ejercer un control interno.

Explicó que el artículo 47 autoriza la intervención de agentes encubiertos o infiltrados y pese a ser una norma de carácter reglamentario sigue siendo difusa, pero “lo peor de todo es que este proyecto de ley está creando un organismo parapolicial donde el ministro de Gobierno tendrá el control total”, aseguró.

Para el diputado opositor Fabián Yaksci (MSM), el proyecto no aclara el alcance de los agentes encubiertos dentro de la Policía, lo que puede generar “susceptibilidad” dentro de la institución.

“Este factor podría generar susceptibilidades, es decir, que muchos policías pensarían que hay una cacería de brujas encubierta porque no es exactamente el mecanismo que transformará una Policía que fue penetrada por una serie de delitos como el narcotráfico”, explicó.

Agregó que esa nueva repartición se asemeja a una jurisdicción policial lo que podría entorpecer la aplicación de la ley.

“Antes de elevar a rango del ley un reglamento, se debió trabajar en una nueva Ley Orgánica de la Policía de la cual se debería desprender sus reglamentos”, dijo.

Los antecesores de Farfán no lograron cortar la corrupción

Entre los años 2006-2010.

Misión El presidente Evo Morales encomendó, desde el primer año de su mandato, erradicar la corrupción y transparentar las recaudaciones.

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Los cinco ex comandantes de la Policía Nacional, nombrados desde 2006 y durante las dos gestiones del presidente Evo Morales, no consiguieron limpiar la corrupción que afecta a esa institución a pesar de que se plantearon acabar con ese flagelo.

El viernes pasado, Morales alejó de la comandancia de la Policía al general Óscar Nina, precisamente después de dos semanas de la detención del ex jefe antidroga y ex jefe de inteligencia, René Sanabria y de otros cuatro policías presuntamente implicados con narcotráfico, y nombró de manera interina en ese mando al coronel Ciro Óscar Farfán.

Morales dio un plazo fatal de 90 días al nuevo comandante policial para extirpar el “cáncer” de la corrupción y narcotráfico de la institución “verde olivo”, de los cuales restan solamente 84.

El Jefe de Estado encomendó la tarea de “acabar con la corrupción” desde el primer comandante de la Policía nombrado en el Gobierno de Morales, en 2006, el general Isaac Pimentel Rosas, quien respondió con su compromiso: “queremos erradicar la corrupción y hacer realidad el fortalecimiento de la Policía, recuperando nuestra dignidad y la credibilidad de la ciudadanía”.

A fines de ese año, el Mandatario nombró al segundo comandante, el general Miguel Vásquez, y encargó transparentar las recaudaciones de la Policía.

Vásquez prometió “cambios profundos, en el marco de la transparencia y lucha contra la corrupción”. Al final de su gestión, Morales le felicitó por la intervención de la Musepol.

Después de un año y cuatro meses, fue relevado por el general Miguel Gemio, quien fue recomendado por el entonces ministro de Gobierno Alfredo Rada a no sólo controlar el orden interno y dar seguridad a la ciudadanía, sino también a “mejorar las normas y disposiciones reglamentarias debilitadas en los últimos años”.

En marzo de 2009, fue nombrado como comandante el general Víctor Hugo Escóbar, en ese período fue acusado de un supuesto sobreprecio en la compra de botas para la tropa.

Cuando éste fue relevado al año siguiente por el coronel Óscar Nina, el presidente Morales manifestó su descontento. “No puede haber policías de base o jefes en alianza con los delincuentes internos y externos”.

Entonces, Nina manifestó su compromiso de recuperar la credibilidad de la institución. “Tenemos la consigna de recuperar la credibilidad institucional , de depurar las filas, que tienen elementos perniciosos que han confundido la formación con el interés y el apetito personal”.

Sin embargo, el actual Gobierno, no conforme con la labor de Nina, la semana pasada depositó su confianza en el coronel Ciro Farfán, quien según la Fiscalía podría ser imputado por las dos muertes en Caranavi durante un desbloqueo en mayo pasado, y quien recién demandó a la periodista Amalia Pando, quien difundió una denuncia de un ciudadano por abuso de poder en contra del jefe policial.

Saúl Lara: “La Policía necesita de una reforma integral”

Punto de Vista del Ex ministro de Gobierno

El ex ministro de Gobierno Saúl Lara opina que la única manera de erradicar la corrupción de la Policía Nacional es con una reforma integral que significa desde modernización hasta una atención sustancial al tema salarial.

“La solución urgente es una reforma integral de la Policía que no puede esperar más, debe ser modernizada y potenciada, pero que va a costar mucho dinero al Estado. No sólo se trata de cambiar de personal, reglamento o de voces demagógicas de erradicar la corrupción en 90 días”.

La ex autoridad dijo que siendo la Policía la principal institución de seguridad interna del país, no está respondiendo en los últimos años debido a tres factores. Primero, la falta de un adecuado tratamiento, no sólo en el tema salarial, sino en el suministro de equipos modernos.

Segundo, la politización institucional de la Policía que no respetó sus reglamentos internos.

Y tercero, la carencia de apoyo logístico, en cuanto a la dotación de medios modernos en comunicacion, infraestructura y otros.

“Esta carencia hace ver a la Policía como si todavía estuviera trabajando en la Edad de Piedra. Creo que este Gobierno tiene las condiciones de encarar una reforma integral de la Policía” dijo la ex autoridad.

Página Siete / La Paz – 16/03/2011