Wálter Arrázola*
Estimados hermanos peruanos:
En el año 2009 le escribí una Carta Abierta al Presidente del Perú, Alan García, en mi condición de diputado nacional, donde hacía notar que los hechos de Bagua "que han sucedido en el Perú me han llenado de dolor e impotencia, porque observo que es la misma estrategia que se ha usado en mi país -Bolivia- para destruir la democracia".
Hoy me ratifico en aquellas declaraciones, con el aditamento que se hará por intermedio de la democracia y el voto popular, igual que lo hizo Evo Morales en Bolivia en caso de ganar las Elecciones en Perú el candidato Ollanta Humala. La diferencia es que Morales genero primero las condiciones de la violencia, realizo acciones de violencia y forzó las elecciones en Bolivia, canalizo el deseo de los electores a través de un discurso muy bien elaborado y gano las elecciones.
Este es el modelo extranjero realizado por el Foro de Sao Pablo y financiado por el presidente Venezolano Hugo Chávez Frías de toma del poder total, que es el mismo que se hizo en Venezuela, Ecuador y Bolivia, inclusive en los programas y discursos adecuados a la realidad de cada país. El caso boliviano es el más apropiado para el Perú por nuestras historia, cultura y continuidad geográfica que nos une.
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Evo Morales en Bolivia, readecuo su discurso y acciones radicales para lograr cumplir los objetivos del marketing político y la realpolitik de los mejores asesores extranjeros que se hubieran contratados en una contienda electoral en el país. No hay que olvidar que los consultores en marketing político no tienen ideología ni compromiso con el país que asesora, solo buscan resultados fríos. Ganar las elecciones.
Yo no puedo recomendar a los peruanos por quien deben votar, además ese no es mi interés. Pero si puedo decir es que si los hermanos peruanos quieren una democracia al estilo como la que tiene hoy Bolivia o Venezuela, deben votar por Ollanta Humala.
Si los peruanos quieren que se empiecen a perseguir a los opositores y se les tilde a todos de fujimoristas (con los adjetivos de neoliberales, vende patria, derechas, serviles al imperialismo, agentes de la CIA), y utilizar como escusa a Fujimori para destruir personas, instituciones y familias, inclusive a quienes nunca tuvieron una relación ni indirecta con el fujimorismo, voten por Humala. Pero cuidado que después se conviertan en víctimas del mote de fujimoristas, y terminen perseguidos por el régimen de Humala.
Si los peruanos quieren una intervención en la economía y las exportaciones de sus productos; si están de acuerdo en destruir y descabezar a las promociones de militares y policías que tienen que ascender por escalafón institucional a altos cargos, para poner militares o policías a las que el nuevo orden desee y estén alineados no al ejercito ni a la policía sino a la política del gobierno imperante, voten por Ollanta Humala.
Si quieren una reforma judicial por ser esta corrupta e hipócrita, pero con el objetivo no de mejorarla sino de colocar gente “moralmente justa y proba” por pertenecer al partido o a la ideología de Ollanta Humala, o ser seguidor de José Carlos Mariátegui y Haya de la Torre, y no por su capacidad o méritos, vote por él.
Es tan evidente el modelo boliviano con el que propone Ollanta Humala al Perú, que basta con leer su programa de gobierno que pretende:
1. Plantea una Asamblea Constituyente. En Bolivia si no fuera por esta, Evo Morales no hubiera tomado el poder total, que fue el mecanismo y modelo que Hugo Chávez le dio a Morales para que lo siga. Chávez trato de exportar su modelo a Honduras con Zelaya, pero fracaso.
2. Plantea construir la segunda república, el mismo discurso que utilizó Chávez en Venezuela, en Bolivia se inventó el Estado Plurinacional, para combatir la corrupción y la hipocresía. El deber ser se confunde con el ser de las normas o de la Constitución que rige un país.
3. Propone rechazar los monopolios y la completa liberalización de la economía. En el caso de Bolivia la anterior Constitución, antes que sea reformada por la Asamblea Constituyente, como muchas de los países en América Latina, eran o son de tinte nacionalistas, es decir prescriben ya mecanismo de regular el mercado y los monopolios. La realidad ha sido más fuerte después de la década en los 80’, con las hiperinflaciones sufridas, y ningún gobierno se animó a tocar o utilizar ese nacionalismo planificador de la economía inserta en la Constituciones. La pregunta entonces es ¿por qué reformar la Constitución si ya se tienen los instrumentos constitucionales si se quieren planificar la economía? Que personalmente no recomiendo.
4. Propone integrar en igualdad a nuestras culturas étnicas. En Bolivia se ha creado un Etnonacionalismo Constitucional donde se diferencia la ciudadanía entre quienes pertenezcan o no a una etnia, las mismas que tendrán mayores derechos que los mestizos o cholos, creando una discriminación que raya en el racismo constitucional.
5. Propone defender la soberanía nacional. Lo que debemos preguntarnos es ¿de quién? ¿De Bolivia, de Chile, de las transnacionales, del cholo peruano? o es el discurso para implementar un etnonacionalismo en Perú, en nombre de los pueblos indígenas.
6. Desde mi punto de vista es la más peligrosa y son las bases discursivas del punto 4 y 5, que es de rechazar la historia inventada de sumisión perpetua de nuestro pueblo revalorando nuestros valores andinos. Lo que significa en términos vulgares rehacer la historia y escribirlas desde el punto de vista no científico ni académico, sino ideológico y político para sustentar sus discursos políticos que buscara sustituir la lucha de clases por la de reivindicación étnica, cultural o racial.
A diferencia de Bolivia, los peruanos son orgullos de ser cholos, cuando visite Cuzco compre unas camisetas los “Cholimpson”, que me parecieron genialmente espectacular, y que muestra la esencia y el orgullo del mestizaje y del ser peruano.
En Bolivia la retórica nacional va entorno al aymarismo, que muy bien lo explica la investigadora social Veruska Alvizuri en su libro “La Construcción de la Aymaridad” y que detalla que en el Perú seria el Quechua, como en el Paraguay el Guaraní. En nombre de estos etnonacionalismo lo que se busca es romper con los valores universales que nos da la cultura occidental y está arraigada en América en los conceptos de democracia, ciudadanía, igualdad ante la ley, libertad y Estados republicanos.
Hoy los peruanos deciden si quieren ser como la Bolivia, por ahora, de Evo Morales, en su democracia, en su economía, en su desarrollo y en sus libertades. Perú ya sufrido mucho y conoce lo que fueron los movimientos radicales de la izquierda terrorista, como la derecha populista, los peruanos tienen la responsabilidad de elegir su desarrollo o su estancamiento. El zorro pierde el pelo pero no las mañas, los terroristas las formas de lucha pero no sus objetivos ni ideales.
*Ex diputado nacional de Bolivia