En un bar de Alcorcón, el secreto para atraer a tantos clientes no estaba en la carta. Aunque también se comercializaban ahí comidas y bebidas, lo más reclamado era «el menú especial de la casa». Con dos «platos principales», ofrecían en el establecimiento a los consumidores cocaína y hachís. Así como las copas, las sustancias estupefacientes debían ser solicitadas a las camareras. Esas, a su vez, se encargaban de llamar a los responsables para atender especialmente esos pedidos.
Este comercio ilegal fue descubierto por agentes de la Policía Nacional, que ha detenido a cuatro traficantes de drogas que utilizaban la estructura del bar para suministrar sus mercancías. Durante el operativo llevado a cabo por el Grupo I de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Alcorcón, también se han incautado en la operación un total de 242 dosis de cocaína, 13 bellotas de hachís y 3.472 euros en efectivo.
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, las investigaciones se iniciaron a mediados del pasado mes de marzo, después de que varios ciudadanos denunciaran los hechos que se pasaban allí. A raíz de estas denuncias, los policías establecieron un dispositivo en torno a este bar para comprobar la veracidad de las informaciones.
No fueron necesarios muchos días para que la vigilancia empezara a dar sus frutos. Conociendo el ‘modus operandi’ de los ahora arrestados, los investigadores pudieron elegir la mejor estrategia para detener a los acusados.
Droga escondida en cajas fuertes
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Siempre que llegaban al bar, los compradores buscaban a la camarera del local o a su hija, identificadas posteriormente como Jacqueline Rosa A. O. y Ketsya Jacquiline M. A., a quien manifestaban su intención de adquirir las drogas. Hecho eso, una de las mujeres llamaban por teléfono a los vendedores: Mohamed M. y Riddouan B., los cuales, suministraban a los compradores las dosis que estos solicitaban en el interior del establecimiento.
Era en una habitación del domicilio en el que vivía Mohamed, alquilado a uno de los clientes habituales del bar, donde la cuadrilla ocultaba la droga que era vendida en el bar. Allí se incautó toda la mercancía de la operación, oculta en el interior de dos cajas fuertes.
Fuente: www.abc.es