El presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García pasaron ayer un mal momento durante el desfile cívico-militar por la celebración del 202 aniversario del grito libertario de Chuquisaca. Un grupo de jóvenes protestó con unos carteles que decían: La Calancha no se olvida y ¿Dónde están los responsables?. Evo no participó del tedeum.
Un cartel reclamando por lo ocurrido en La Calancha fue colocado en el recorrido del desfile cívico en la ciudad de Sucre, ayer. Foto Correo del Sur
El Día
Evo fue abucheado en Sucre y le gritaron que no olvidarán nunca los muertos de la calancha
Manifestantes reclamaron por la calancha. La relación de la población sucrense con el mandatario sufrió un deterioro.
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Con una serie de actos cívicos y religiosos, el presidente Evo Morales y autoridades del Órgano Ejecutivo participaron ayer de los actos de conmemoración de los 202 años del primer "grito libertario" del 25 de mayo que se gestó en Sucre, capital del departamento de Chuquisaca. Sin embargo, un grupo de manifestantes se presentaron en la Plaza principal portando una pancarta que decía: "Sucre no olvida la Calancha".
Evo Morales se desplazó en todo momento en un vehículo con vidrios ahumados, pues en algún momento del acto central de ayer fue rechiflado por un grupo de personas que se habían apostado frente a la Casa de la Libertad, donde además colocaron pancartas alusivas a las muertes de La Calancha.
Sin embargo, ese incidente no tuvo mayores repercusiones entre el gentío y pasó casi desapercibido gracias a la intervención de las bandas de música que comenzaron a entonar marchas militares para dar inicio al desfile programado.
Deterioro de la relación con sucrenses. La relación con Morales y la población sucrense comenzó a deteriorarse el año 2007 durante la Asamblea Constituyente, cuando el Mandatario expresó abiertamente su oposición al pedido de traslado de los poderes Ejecutivo y Legislativo de La Paz a Sucre, tal como pedían instituciones locales.
Para la efeméride de ese año, el Jefe del Estado recibió una sonora silbatina en pleno desfile, la misma que estuvo acompañada por carteles de rechazo a su posición, lo que provocó el enojo del Ejecutivo con los líderes locales de oposición.
Pero quizá el hecho más visible se produjo en mayo de 2008, cuando el Presidente tenía previsto llegar a Sucre, entonces gobernada por la oposición en el Municipio y la Prefectura, pero grupos citadinos organizados se lo impidieron al reclamar previamente un desagravio por los hechos de La Calancha. En 2009, Morales prefirió celebrar el Bicentenario con un acto masivo realizado en la población de El Villar, y para 2010, el Mandatario tuvo que acudir a nombre del país a los actos del Bicentenario argentino.
Cuatro días en la capital
Morales, cuya popularidad en la capital ha sufrido permanentes altibajos acordes a la coyuntura política, participó durante cuatro días en distintas actividades oficiales.
Evo pasa un día difícil en Sucre por el recuerdo de La Calancha
El presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera y otras autoridades pasaron ayer un mal momento durante el desfile cívico-militar por la celebración del 202 aniversario del grito libertario de Chuquisaca. Alrededor de las 10:00, un grupo de jóvenes protestó con unos carteles que decían: La Calancha no se olvida y ¿Dónde están los responsables?
El Deber, Carmela Delgado. Sucre
Los abucheos empañan el desfile cívico en Sucre
Celebración. El presidente Evo Morales y sus ministros no participaron del tedeum y se quedaron en una celebración interreligiosa en la plaza principal. Hubo el festival del chorizo
Inesperado y sorpresivo fue el mal rato que vivió el presidente Evo Morales junto al vicepresidente, Álvaro García Linera y otras autoridades del Ejecutivo Nacional, departamental y local ayer cuando comenzaron el desfile cívico-militar en conmemoración de los 202 años de la gesta libertaria chuquisaqueña.
El incidente sucedió al promediar las 10:00 en el momento que las autoridades encabezaban el desfile y estaban a punto de llegar a la casa de la Libertad, donde se instaló el palco oficial, un grupo de jóvenes del movimiento cívico, a la cabeza del excandidato a la Gobernación por Falange Socialista Boliviana, Horacio Poppe, comenzó a gritar reclamando justicia para los heridos y muertos de la Calancha. Los jóvenes levantaron dos pancartas que decían: La Calancha no se olvida. ¿Dónde están los responsables?. Estos gritos no solo incomodaron al Presidente y otras autoridades, sino también a su seguridad, que por un momento no supo cómo controlar la situación y uno de ellos se limitó a ponerse frente a la banda del Ejército a pedirle que tocara para que no se escucharan los gritos.
Este incidente no pasó desa-percibido para las personas que acudieron a ver el desfile, pues gente del público también se sumó a los gritos de pedido de justicia por la Calancha. Mujeres como Antonia Aramayo, que vive por la zona Las Delicias, no pudieron ocultar su rabia porque considera que no hay justicia para todos. “Soy como cualquier ciudadano, no soy política, no soy de ninguna institución, solo que me molesta y me duele que a mis estudiantes los hayan estropeado como a delincuentes en La Calancha”, indicó.
Aunque esta manifestación no pasó a mayores terminó roto uno de los pasacalles que tenían los jóvenes y también provocó tensión en el ambiente, lo que obligó a desplazar mayor seguridad por los alrededores de la plaza.
Poppe consideró como un atropello y una discriminación el hecho de que hubieran destruido su pancarta. “Nosotros hemos venido a demandar que exista un proceso sobre el tema de La Calancha, porque ha habido tres muertos que hasta el día de hoy no han encontrado justicia”, dijo. También pidieron elección municipal en Sucre, porque consideran que la alcaldesa lleva mucho tiempo en interinato. “En Sucre queremos un alcalde electo, no de contrabando”, decía otra de sus pancartas.
Antes del desfile, se realizaron otras actividades que comenzaron con el saludo a la alborada, entrega de ofrendas florales, izamiento de la bandera en la Casa de la Libertad, con la tricolor nacional junto a la whipala y la bandera chuquisaqueña.
La ciudadanía se concentró en el desfile cívico, que se prolongó hasta la tarde, lo que hizo que los últimos desfilaran por puro fervor cívico porque el palco oficial quedó prácticamente vacío y el público se fue retirando poco a poco.
A mediodía, la gente se subió a La Recoleta donde se realizó la décima versión del festival del chorizo.
Algunos decidieron quedarse a descansar porque la noche anterior participaron de la serenata que tuvo la participación de Bronco y de los Kjarkas, entre otros artistas.
Mandatario no participó del tedeum
La celebración religiosa estaba prevista para las 8:30, pero media hora antes se fijó una celebración interreligiosa en el centro de la plaza 25 de Mayo, la que se prolongó porque intercambiaron credos religiosos y el mandatario y demás autoridades permanecieron en esta actividad, donde el presidente y el vicepresidente participaron del ritual quechua en agradecimiento a la Pachamama.
Entretanto, el arzobispo Jesús Pérez celebró la acción de gracias y pidió a los políticos que busquen el diálogo para superar los conflictos en el campo político.
Respecto a la no asistencia del mandatario, dijo que a la misa estaban invitados todos los cristianos católicos, incluso se estableció horarios con la organización, pero no le preocupa porque asistió mucha gente. “Hubo más pueblo que nunca”, destacó al resaltar la participación de casi 30 sacerdotes, entre los que estaba el arzobispo de Potosí. “Resultó muy bella y majestuosa la eucaristía de nuestra catedral, lo que teníamos que hacer hicimos: dar gracias a Dios”, concluyó.
En la jornada
Izamiento. Junto a la tricolor nacional y la bandera chuquisaqueña se izó la whipala. El vicepresidente Álvaro García Linera fue el encargado de izar este emblema patrio.
Civismo. Desfiles cívicos marcaron la celebración de la gesta libertaria chuquisaqueña. Ayer comenzó a las 10:00 con la presencia de las autoridades, pero al promediar el mediodía se retiró la comitiva del Ejecutivo Nacional, y poco a poco fueron bajando del palco oficial las demás autoridades.
Apuros. Durante la celebración interreligiosa, los que estaban mostrando la costumbre de los guaraníes querían hacer fuego para prender el cigarro de chala de maíz, pero no pudieron. El programa tuvo que seguir.
Seguridad. Hubo gran movimiento para resguardar la comitiva presidencial. Cuando se retiró el presidente todo ese despliegue desapareció.